Creo que en tiempos donde tantas cosas le hablan a nuestro cerebro y a nuestro bolsillo, un poeta que le hable a nuestro corazón no es cosa para desdeñar
Por: Frank Campos Hernández.
Gracias a una reseña publicada en el periódico Granma por Madeleine
Sautié Rodríguez (sección Lecturas, lunes 9/3/15), me entero de la
aparición de “Buesa de lejos y de cerca”, ensayo de Roberto Leliebre,
editado por Ediciones Caserón, Santiago de Cuba.
Confieso de inicio que José Ángel Buesa no está entre mis poetas
cubanos favoritos, pero no me desagrada. En cuanto leí el artículo de
Madeleine, salí a comprar el ensayo de marras, pero… ¡Tatán, tatán!
Recorrí varias librerías en diversos municipios capitalinos y ni lo han
oído mencionar. Me imagino que la clave del misterio esté en que se
trata de un libro de una humilde editorial provinciana (que conste que
no trato de ser peyorativo, todo lo contrario), con seguramente una
modestísima tirada.
Esto me lleva reflexionar sobre el hecho nada nuevo ni descubierto
por mí de cuántas valiosas obras publicadas en provincias permanecen
desconocidas para el público del resto del país y de otras latitudes. Al
mismo tiempo, las editoriales nacionales publican decenas de títulos
que se llenan de polvo en las librerías. Soy de los que creen que
también en la solución de esto pudiera ayudarnos el denostado y aún
incomprendido mercado.
No hay que ser experto en marketing ni tener un doctorado en Economía
para darse cuenta que siendo Buesa uno de los poetas cubanos más leídos
–Madeleine afirma rotundamente: “Sin lugar a dudas el más leído”-,
cualquier estudio sobre su obra tendrá más potenciales lectores que un
ensayo sobre John Donne 1 o Mariano Brull, con independencia y sin menosprecio por la calidad de la obra de cada uno de estos últimos.
Volviendo al artículo en Granma, Madeleine nos recuerda que Buesa fue
tildado de “facilista, superficial, monocorde, convencional,
exteriorista, comercial y poeta cursi para choferes y cocineras”. Esas
descalificaciones muchas veces provienen de poetas difíciles de leer y
entender, tan profundos que ahogan al lector, monocordes en su canto a
los problemas existenciales y tan experimentales que no dicen nada; en
fin, poetas artificiosos, para críticos y jurados que casi siempre son
también antibuesa.
En tiempos de tantos “post” (postmodernidad, postsoviético,
postmaterialismo); de tanto cinismo, vulgaridad y violencia; de tanta
experimentación fallida, de tanta poesía que pocos leen; en suma, en
tiempos de tanta impostura y seudoarte, me parece que una buena dosis de
romanticismo sincero no viene nada mal.
Por eso, aun sin leerla, considero muy oportuna la obra de Leliebre.
Ojalá estimule a otros investigadores y menudeen más los estudios sobre
Buesa. Espero que como mínimo, este texto sirva para que nuevos lectores
descubran a un poeta, tal vez, a veces, algo cursi, pero sensible;
popular, sin caer en vulgaridades disfrazadas de desenfado. Un poeta que
como dice Madeleine, es de esos por los cuales “vota tal vez no el
cerebro pero sí el corazón”. Y creo que en tiempos donde tantas cosas le
hablan a nuestro cerebro y a nuestro bolsillo, un poeta que le hable a
nuestro corazón no es cosa para desdeñar.
Por eso, parodiando al, en su tiempo muy sobrevalorado y en la actualidad algo subvalorado, Onelio Jorge Cardoso, propongo un brindis por el genial “cursi”.
TE ACORDARAS UN DIA
Te acordarás un día de aquel amante extraño
que te beso en la frente para no hacerte
daño.
Aquel que iba en la sombra con la mano vacía,
porque te quiso tanto que no te lo decía.
Aquel amante loco que era como un amigo
y que se fue con otra para soñar contigo
Te acordarás un día de aquel extraño amante,
profesor de horas lentas, con alma de
estudiante.
Aquel hombre lejano que volvió del olvido
solo para quererte como nadie ha querido.
Aquel que fue ceniza de todas las hogueras
y te cubrió de rosas sin que tu lo supieras.
Te acordarás un día del hombre indiferente
que en las tardes de lluvia te besaba en la
frente,
Viajero silencioso de las noches de estío
que sembraba en la arena su corazón tardío.
1 (1572-1631) El más importante poeta metafísico inglés, cuya obra es notable por su estilo realista y sensual, e incluye muchos poemas y canciones, así como versos satíricos.
Tomado Somos Jóvenes
No hay comentarios.:
Publicar un comentario