Para nadie es un secreto que las
recientes elecciones estadounidenses influirán directamente
en las relaciones con Cuba.
¿Qué podemos esperar para los
próximos meses? ¿Cuál será el legado de Obama respecto a
Cuba?
Harold Cárdenas Lema*
En la noche del 4 de noviembre el
presidente de EE.UU., Barack Obama, murió políticamente. En
una noche épica para el Partido Republicano, le arrebataron
a los demócratas la mayoría en el Senado y mantuvieron la
Cámara Baja logrando el control total del Congreso. Cuando
solo faltan dos años para que el presidente termine su
gestión, mientras el mandato de éste se ha caracterizado por
ser cauto y respetar las reglas de la política
estadounidense, los republicanos han saboteado su gestión y
ahora recogen el botín. ¿Pero cómo afecta esto a Cuba?
Mientras el New York Times protagoniza una
escalada mediática mencionando Cuba continuamente y algunos
comienzan a hablar de acercar ambos países, dos golpes
llegan el mismo día. Charlie Christ pierde su aspiración a
Gobernador y Joe García su cargo de representante, ambos
eran los políticos más abiertos al diálogo en el tema cubano
dentro de la Florida. Pero… ¿cuáles son las fuerzas que
sostienen el bloqueo y qué posiciones ocupan?
En Washington, el segundo lobby más fuerte
después del judío es el de los cubanoamericanos. En la
actualidad ocupan asiento los representantes Ileana Ross-Lehtinen,
Mario Díaz-Balart, Albio Sires, el recién electo Carlos
Curbelo y Alex Mooney acaba de ganar su candidatura. A ellos
se suman los senadores Bob Menéndez, Ted Cruz y Marco Rubio.
Éste último, evidentemente, tiene aspiraciones políticas y
ha buscado congraciarse con todos los electores, no solo los
latinos o cubanos, por lo tanto su apoyo al bloqueo sería
“flexible” por decirlo de alguna forma.
Vale agregar que el electorado en la
Florida ya no es únicamente cubanoamericano sino que hay
venezolanos, centroamericanos y últimamente mexicanos que
vienen de países que tienen buenas relaciones con Cuba.
Básicamente son dos congresistas y un senador los
principales obstáculos legislativos para levantar el bloqueo
(Ileana, Díaz-Balart y Rubio respectivamente) pero eso sería
ver solo la punta del iceberg, el verdadero poder que
sostiene la maquinaria está en los empresarios de Miami que
contribuyen a las campañas de estas tres personas
manteniendo su poder económico y político.
¿Panorama desesperanzador?
Lo que ocurre en la Casa Blanca afecta directamente a los
cubanos, no es de extrañar que exista cierta expectativa en
la isla entre los académicos y los sectores involucrados
políticamente en el futuro del país. Después de este
resultado electoral, los demócratas comenzarán
inmediatamente a buscar un nuevo líder para su partido, que
será el candidato para el 2016.
Sería un error subestimar a Obama, para
efectos políticos habrá muerto pero continúa con la pluma en
la mano, pese a que ya no tiene manera de hacer nada
trascendental, todavía tiene el decreto y el perdón
presidencial, con esas dos cosas puede hacer bastante.
Entonces el futuro no luce desesperanzador para los que
buscan crear puentes entre estas naciones.
Ahora sin presión política ni electoral,
Obama que no tiene nada que perder podrá hacer cosas que en
su convicción personal considere necesarias para dejar un
legado que considere positivo. Una de ellas podría ser
aclarar la situación de Cuba, aunque evidentemente este no
simpatiza con el gobierno cubano, todo parece indicar que
está en contra del bloqueo (o “embargo”, como le llaman
eufemísticamente en la Casa Blanca) que comienza a caer por
su propio peso. Cada día será más difícil sostener una
política que lleva años castigando a personas que ni
siquiera habían nacido cuando éste comenzó.
¿El fin del bloqueo al doblar de la
esquina?
Obama no puede levantar el bloqueo ni aunque quisiera, mucho
menos ahora que tiene el Capitolio en su contra. No puede
hacerlo porque esto requiere un procedimiento legislativo
por parte del Congreso y éste a su vez dirigirá el asunto a
la Comisión de Relaciones Exteriores. Dicha comisión está
dirigida por la piedra angular que sostiene el bloqueo: la
congresista Ileana Ross Lehtinen, quien tendrá este cargo
hasta que muera o se jubile. Esto no cambiará al menos a
mediano plazo pero a medida que se acerque el fin del
mandato de Obama, éste hablará con más libertad sobre
cuestiones que considere importantes, es posible que dentro
de ellas se encuentre extender las relaciones con Cuba.
El presidente puede, mediante decreto
presidencial, quitar a Cuba de la lista de países que apoyan
el terrorismo, ya sería un paso significativo de avance
.
La debacle demócrata era predecible, la
cautela política de un Obama con miedo a equivocarse y la
presión republicana en su contra lo llevaron a este punto.
Habría que decirle al Premio Nobel que ser presidente es
algo similar a ser bombero, su oficio implica enfrentarse al
fuego inevitablemente y este es el precio de no hacerlo.
Quizás sea por eso su reticencia, a lo largo de la historia
los presidentes estadounidenses que han tomado decisiones
significativas respecto a Cuba, han salido perjudicados en
el proceso. No obstante, esperemos que con la valentía del
que no pierde nada, Obama tome pasos para acercarnos, quizás
a partir de hoy nuestro mejor amigo en Washington podría ser
el presidente
.
*Harold Cárdenas Lema. Profesor de
Historia de la Filosofía de la Universidad de Matanzas,
Cuba. En su tiempo libre administra el un blog La Joven
Cuba.
Fuente: Blog Un
Toque
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