sábado, 31 de mayo de 2014

La inocencia de Gerardo (II): La verdadera conspiración


Por: Ricardo Alarcón de Quesada


En este artículo: Cinco Héroes, Cuba, Estados Unidos, Gerardo Hernández



El Cargo 3 (conspiración para cometer asesinato) no era parte de la acusación inicial contra los Cinco. Fue agregado, sólo contra Gerardo Hernández Nordelo, más de siete meses después, cuando él y sus compañeros permanecían en prisión, en confinamiento solitario y no podían defenderse.

Durante ese tiempo la prensa local de Miami dio cuenta de reuniones entre el FBI, los fiscales y jefes de bandas terroristas en las que prepararon y anunciaron esa calumnia antes de presentarla formalmente a la Corte.
El Cargo 3 se basaba en dos premisas absolutamente falsas. La primera era un supuesto plan del gobierno de Cuba para derribar, en aguas internacionales, unas aeronaves norteamericanas.

La segunda, que Gerardo Hernández Nordelo era parte de ese plan.
Detengámonos ahora en el primer punto. Tal acción, disparar contra aviones de matrícula estadounidense en la alta mar (lo que la ley norteamericana describe como la “jurisdicción especial de Estados Unidos”) hubiera sido un acto de guerra.

 Alegar que las autoridades cubanas planeasen realizarlo es lo mismo que afirmar que ellas decidieron, en febrero de 1996, agredir a su poderoso vecino y desencadenar un conflicto bélico de proporciones incontrolables. Su resultado, cualquiera lo comprende, habría sido la destrucción física de la isla y el fin del proceso revolucionario.

¿Había acaso antecedentes para semejante conducta? En la larga disputa de más de medio siglo entre ambos países no hay precedente alguno de nada parecido. En su colosal campaña de propaganda hostil Washington jamás ha achacado a Cuba intentar atacar militarmente a Estados Unidos.
Ni una sola vez alguien procedente de la isla o armado por Cuba ha desembarcado allá con ánimo belicoso.

 Jamás se ha producido alguna incursión cubana a las costas norteamericanas ni contra la zona usurpada a la isla en la Bahía de Guantánamo. Nunca, aviones o embarcaciones nuestros penetraron ilegalmente el espacio aéreo o marítimo de Estados Unidos, ni siquiera en persecución de los que, procedentes del norte, han agredido a Cuba en numerosas ocasiones causando muertes y destrucción.

De hechos de ese tipo Cuba ha sido siempre la víctima y Estados Unidos el victimario o, al menos, cómplice. La historia de la diplomacia revolucionaria está repleta de protestas cubanas, en incontables notas oficiales entregadas al Departamento de Estado y en discursos y declaraciones en la ONU, la OEA y otros foros internacionales, divulgados por los medios de prensa.

Nuestros archivos rebosan de tales denuncias y también guardan las respuestas, algunas constructivas, de Washington, incluyendo, por cierto, las relacionadas con las provocaciones de los llamados Hermanos al Rescate durante el año 1995 y las primeras semanas de 1996
.
Nunca hubo quejas estadounidenses porque a nadie se le ocurrió en ningún momento atacar a ese país.
¿Por qué hacerlo en febrero de 1996? ¿Cómo explicar que entonces, precisamente, fuéramos a provocar un enfrentamiento militar directo con Estados Unidos, algo que a lo largo de los tiempos habíamos logrado evitar?

En aquel momento Cuba atravesaba su peor crisis, vivía la más profunda depresión económica, su PIB había caído de un golpe en más de un tercio con la abrupta desaparición de la URSS y sus socios del CAME. No tenía aliados en una América Latina toda ella administrada por gobiernos neoliberales y dóciles a los dictados de Washington.

 Cuba no habría tenido nada que ganar y lo habría perdido todo. Emprender una acción de ese tipo habría sido más que un suicidio, una estupidez. Y hasta los peores enemigos de la Revolución cubana reconocen que su política internacional se ha caracterizado por lo contrario, por la sabiduría y la coherencia.

Afirmar que Cuba quería provocar la guerra con Estados Unidos era un insulto a la inteligencia humana.

El sábado 24 de febrero además, no era en La Habana, exactamente, un día de aprestos bélicos. Soleada, fresca, la jornada de aquel tibio invierno habanero parecía bien distante de cualquier idea de pelea y mucho menos de conflicto armado. Por ningún lado se veían desplazamientos de tropas ni equipos militares. No había movilización o preparación militar alguna.

Había, eso sí, un gran gentío en las calles. Sobre todo hacia el norte y el centro de la ciudad. Muchos se agolpaban en el Malecón, presenciando una competencia náutica internacional a lo largo del litoral. Otros se ocupaban en los preparativos de lo que sería más tarde el último paseo del Carnaval. Muchos, en fin, iban hacia el Stadium de beisbol para asistir a un juego decisivo entre el equipo insignia de la Capital y su principal rival.

En la Universidad se había celebrado el Aniversario 40 de la fundación del Directorio Revolucionario y los participantes, combatientes de antaño y jóvenes estudiantes, compartían el almuerzo en el Malecón desde donde veían el despliegue de personas, alegres y despreocupadas.
Nadie, en aquella multitud, imaginaba que hacia ellos avanzaba la tragedia.

Sólo lo sabían en Washington. De ello hay constancia escrita en documentos oficiales norteamericanos alertando a sus centros de vigilancia de radares, varios días antes, que el 24 de febrero habría un incidente.

 Como consta que el Departamento de Estado llamó al Aeropuerto de Miami para confirmar la salida de los aviones, y que registraron su trayectoria, desde que despegaron y atravesaron la jurisdicción norteamericana y nada hicieron para detenerlos pese a que lo hacían violando todo el tiempo su plan de vuelo. Todo fue reconocido en el informe que Estados Unidos entregó a la Organización de Aviación Civil Internacional e 1996 y en otros textos oficiales.

Desde el año anterior, además, los dos gobiernos intercambiaban notas diplomáticas y mantenían contactos reservados acerca de las peligrosas incursiones de Hermanos al Rescate y sobre el proceso que Washington había iniciado contra el Jefe de ese grupo por sus violaciones anteriores, que eran suficientes para no autorizarlo a volar ese día. (Esa medida elemental la tomó finalmente Washington, pero sólo después de la desgracia).
Quien nada sabía de lo que pasaba era Gerardo Hernández Nordelo.

 Él tampoco podía hacer algo para evitar que los aviones volasen ni que entrasen en el espacio cubano, ni para desviar o interrumpir su vuelo. No era él, sino Washington quien podía impedir la tragedia, a lo cual se había comprometido, formalmente, al más alto nivel.

Gerardo no conspiró para matar a nadie. Fueron otros, en Washington, los verdaderos culpables. Ellos y el organizador de la provocación, andan sueltos, libres. Pero Gerardo fue condenado a morir en prisión.

Allá, en Victorville, otros presos se refieren a él como “Cuba”. Tienen razón. Gerardo es Cuba. A él lo castigan con aberrante saña porque encarna a un pueblo que quisieran aniquilar.

viernes, 30 de mayo de 2014

Thomas Donohue Presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Cuba

Por: José Miguel Vázquez.                                                                              
Está en Cuba el Presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos Sr. Thomas J Donohue , tal y como se había anunciado previamente por la prensa de ese país.

Ayer en horas de la tarde fue recibido por el Presidente cubano Raúl Castro con el cual sostuvo un rico intercambio acerca intereses comunes para ambos países.

El visitante manifestó en la Habana su interés en fomentar un mayor acercamiento entre la comunidad empresarial norteamericana y Cuba en pos del progreso de ambos pueblos.

Donahue impartió una conferencia magistral en el aula Magna de la Universidad de la Habana, en la cual dejó claras sus intenciones sobre el cambio de enfoque que hoy demandan las relaciones entre los dos países.

Dijo que “este es el momento de dar a las nuevas generaciones de cubanos y estadounidenses la oportunidad de conocerse mejor, hacer negocios y apoyarse en calidad de amigos y vecinos “ añadió además que" por años se ha opuesto al bloqueo económico, comercial y financiero que impuso a Cuba el gobierno de Estados Unidos".

Como se puede apreciar son ciertas las aseveraciones acerca de los nuevos esfuerzos que se hacen para que Washington dé por fin el paso adelante y normalice sus relaciones con Cuba interrumpidas desde hace más de 50 años.

Tal parece que el  momento ha llegado, solamente falta la decisión del actual Presidente Obama, y por supuesto las influencias que puedan ejercer sobre el mandatario, las fuerzas que hoy claman por el fin del alejamiento de Cuba y Estados Unidos.

Queda por ver en definitiva quien ejerce más fuerza en el tablero, pues es conocido que hay fuerzas contrarias a este empeño que actualmente mueven sus hilos tenebrosos para impedirlo.

En la medida en que propio pueblo norteamericano pueda ejercer su derecho a que se tenga en cuenta su opinión, entonces sí veremos como las cosas van cambiando para bien entre los dos países.

Cuba necesita el fin del bloqueo que le hace daño y frena su desarrollo económico, eso no es un secreto para nadie. Estados Unidos necesita establecer un comercio beneficioso
 para recibir productos y servicios de un país a solo 90 millas de sus costas, cuando lo comprendan así, quizá las cosas sean distintas.

jueves, 29 de mayo de 2014

Subversión contra Cuba: La Cubanada


La Cubanada,
nueva acción encubierta para la subversión en Cuba
Identificado como un portal de múltiples entradas es usado como plataforma para inundar la red de teléfonos móviles de Cuba con mensajes enrumbados a crear un ambiente hostil hacia la Revolución


Noel Martínez Martínez


Como hace más de medio siglo atrás, los enemigos de la Revolución cubana siguen empeñados en torcer el rumbo de la isla y conducir a Cuba por caminos inciertos.

En su proyecto para destruir el proceso revolucionario cubano, ahora los enemigos de Cuba apuestan por las nuevas tecnologías, poniendo en ellas todas sus esperanzas para crear las condiciones que permitan intervenir e imponer un cambio político y social, un sueño acariciado que ha chocado con la intransigencia y la voluntad de resistencia de la mayoría del pueblo cubano.

En tiempos donde la Internet y las nuevas tecnologías de las comunicaciones van ganando protagonismo, la subversión contra Cuba enrumba sus esfuerzos y dinero para utilizar ese escenario, sabiendo que son los jóvenes los principales usuarios de esas técnicas de infocomunicación.

Esta estrategia norteamericana está bien delimitada y es definida como conectividad efectiva, centrando la acción en la mensajería por celulares.

Puestos al descubierto, los proyectos ZunZuneo, Piramideo y Commotion, van siendo sustituidos por otros en apariencias no menos agresivos.

Un informe del 2011 al Comité de Relaciones Internacionales del Senado define la estrategia norteamericana, buscando estar presente en los llamados Nuevos Medios Sociales, escenario donde las actuales y futuras generaciones se mueven como “pez en el agua”, de ahí la estrategia de Estados Unidos de estar presente para poder influir en el pensamiento y las acciones de ese grupo social.

Dos nuevos engendros salidos de los “tanques pensantes” que en Estados Unidos diseñan acciones contra Cuba recién se ponen en marcha.

Bajo el nombre de 14Ymedio, la contrarrevolución, con la bloguera Yoani Sánchez como cabeza visible, lanzaron el proyecto de un diario digital para denigrar y subvertir el orden en la Isla.

Alojado en servidores fuera de la geografía cubana y con financiamiento externo provenientes de los fondos destinados a la subversión, este proyecto de propaganda salió a Internet como un nuevo capitulo en la estrategia imperial de atacar el prestigio de Cuba desde las redes.

Si bien el nuevo proyecto subversivo tiene definidas estrategias contra Cuba, su esencia está en la propaganda hacia el exterior, buscando vender una imagen diferente a la que viven los cubanos para tratar de buscar apoyos y consensos en un público alejado de las fronteras cubanas, aunque no renuncian a un receptor nacional, dando algunos pasos para insertar una versión del proyecto en el llamado “paquete semanal”, una selección de materiales audio-visuales y de texto que circula por toda Cuba de forma “underground” de mano en mano en memorias flash y discos externos.
Paralelo a esto ha surgido un nuevo engendro subversivo, identificado como LaCubanada y que se oculta tras la aparente fachada de un servicio de interés público para los cubanos que viven en la Isla.

Identificado como un portal de múltiples entradas, LaCubanada es usada ahora como plataforma para inundar la red de teléfonos móviles de Cuba con mensajes, muchos de carácter subversivo y enrumbado a crear un ambiente hostil hacia la Revolución.

El portal, que se asegura es administrado por los cubanos Clive Rudd Fernández, residente en Londres, Reino Unido y Alexis Ferrer, residente en Estocolmo, Suecia, convoca a usuarios de la telefonía celular en Cuba a llamar a un número asociado al proyecto, desde donde recibirá un mensaje de voz, estando ahí precisamente el anzuelo para difundir las ideas subversivas que se esconden tras LaCubanada.

Una vez asociado al proyecto sus usuarios, sin necesidad de acceder a Internet podrán difundir y compartir sus mensajes, propuestas de ventas y otras facilidades.

Con este nuevo proyecto se trata de poder influir entre los cubanos, moviendo por la red celular ideas y propuestas que ayuden a crear un ambiente político favorable para futuras acciones. LaCubanadaes el clásico lobo vestido con piel de cordero y una variante suave del ZunZuneo.

Según el propio sitio, detrás de la publicación esta el portal CasienCuba.com, una empresa radicada en España y que centra su quehacer en llamadas y otros servicios de comunicación destinados a Cuba, pero resulta sospechoso que en su sección Patrocinadores, la información es nula, en un esfuerzo por mantener en el anonimato sus fuentes de financiamiento.

Qué esconde LaCubanada


Una visita al sitio que promueve LaCubanada revela su perfil contrarrevolucionario. Son fuertes sus lazos con el núcleo contrarrevolucionario radicado en Suecia, donde opera la Sociedad Académica Euro-Cubana, organización fachada que aglutina a detractores y enemigos de la Revolución y que tiene sólidos nexos con la derecha europea y de Estados Unidos.

A tenor con este perfil LaCubanada publica en su sección de Noticias una selección de textos contra Cuba, dando espacio a voceros de la mal llamada disidencia.

Fue la LaCubanada la cara visible en la invitación al joven disidente cubano Eliécer Ávila, quien de la mano de la CIA -como otros cabecillas de la contrarrevolución- desarrolló un extenso periplo por Europa y Estados Unidos.

Gira encaminada a reforzar y crearle ante la opinión pública extranjera un perfil de líder opositor al gobierno cubano.

 Maniobra donde LaCubanada fue el trampolín de lanzamiento mediático.
Según afirman sus promotores, LaCubanada cuenta ya con más de 22 mil asociados, potencialmente usuarios de ese servicio que ahora promueven y que tiene como objeto central difundir a través de la red de celulares cubanos, ideas que conduzcan en su momento a acciones contra los poderes en Cuba.

Los fondos de LaCubanada no son públicos, pero por sus vínculos y los antecedentes de sus administradores, el camino del dinero conduce a la USAID o similares agencias de la Unión Europea.

Oculto bajo un aparente servicio de bien público, este nuevo proyecto es una versión edulcorada del ZunZuneo, ajustada a la estrategia de los Estados Unidos para promover un cambio político en Cuba usando a las infocomunicaciones como plataforma de distribución de ideas y movilización ciudadana.


Fuentes: Radio Reloj / Cubadebate.cu

miércoles, 28 de mayo de 2014

Notas sobre el silencio, el debate y la crítica


 
Enrique Ubieta Gómez

Un concepto, al parecer sabio, va ganando adeptos entre colegas y conocidos. Lo he escuchado en diferentes contextos, expuesto –pese a su naturaleza negadora– en tono sentencioso: nadie tiene la verdad. Una amiga, que citaba a otro amigo, lo dijo así: la verdad es un cristal que se deshizo en mil pedazos, en cada persona hay una pequeña parte.

 La sentencia trata de espantar los atrincheramientos dogmáticos y de prevenir a quienes desprecian el diálogo, pero su reiteración pudiera conducir a un equívoco fatal, desmovilizador. Diluir la verdad entre todos –y aquí parecen caber todos, al margen de ideologías o posiciones políticas– es decretar el fin de su búsqueda, el final del viaje. Aunque no es absoluta, la verdad sí existe.

Prefiero decirlo de esta manera: todos tenemos nuestra perspectiva de la verdad, porque la observamos –nos relacionamos, somos parte de ella– desde ángulos diferentes, según nuestra pertenencia a una familia, a una clase social, a un género, a un grupo discriminado o enaltecido, a un país, a una región, a una época. Sin embargo, la Revolución, los revolucionarios, vemos (debemos ver) el mundo con los ojos de los oprimidos.

 El ángulo de los opresores no cuenta. Los consensos colectivos suelen aparecer en la historia como verdades, pero estos se construyen para liberar o para sojuzgar, la mayoría de las veces para lo segundo, y no de forma épica, sino en el goteo incesante, fríamente calculado, de los medios.

Las ideas dominantes, hegemónicas, las coloca y reproduce el sistema dominador, es decir, el capitalismo, y nos hace creer que son nuestras. Si dejamos de debatir, de criticar, de combatir en términos ideológicos, si nos desmovilizamos, nos construirán consensos que parecerán verdades.

Hay que agradecer a Atilio A. Boron su breve nota de disconformidad ante las declaraciones de Leonardo Padura, porque nos obligó al debate. Boron es un intelectual revolucionario que tiene el derecho ganado y el deber de sentirse cubano.

Puede que alguien se pregunte, con razón, ¿por qué ahora?, ¿qué es lo nuevo?, si desde hace años nuestro laureado escritor viene repitiendo más o menos lo mismo. Ese es el punto, nuestra irresponsable pereza –la poca costumbre o práctica– para encarar el debate.

El gesto de Boron rompe el delgado tabique que ampara el silencio. Por eso resulta tan sorprendente que algunos enarbolen el derecho de Padura a la crítica (que nadie discute), condenen los silencios y simultáneamente, pretendan silenciar a los que no comparten los criterios de Padura.

 La crítica y el debate no pueden ser concebidos en una sola dirección. No vi por ninguna parte tropas de asalto a su integridad. Tanto Atilio como Guillermo Rodríguez Rivera son intelectuales que se convocan, cuando lo entienden, a sí mismos.

Padura ha obtenido ya los premios literarios más importantes que otorga Cuba a sus consagrados. Todas sus novelas han sido publicadas en el país.

 Pero tenemos que acostumbrarnos a la sana idea de que lo que decimos en público se debate en público. No podemos “eximir al Estado de su responsabilidad histórica”, como afirma el escritor Juan Antonio García, y tampoco podemos eximirnos de la responsabilidad histórica que nos corresponde como individuos, como revolucionarios cubanos.

Necesitamos el debate permanente, no el que surge de coyunturas y se propaga como un incendio que todos desean sofocar con rapidez; por eso me detendré en algunas ideas que subyacen en los recientes intercambios de criterios.

 Se ha entronizado la peregrina idea de que todas las conductas del pasado (erróneas o no) fueron asumidas o ejecutadas desde el miedo o desde el fanatismo.

 El odio y el miedo, son los protagonistas de la novela El hombre que amaba los perros, y estos describen la conducta de Iván, el personaje cubano. El miedo engendra la doble moral: se hacen o se dicen cosas en las que no se cree.

 Juan Antonio, al hablar de una etapa de nuestra historia que algunos asocian a un quinquenio y otros a un decenio, llega a decir, benevolente: “Se me dirá que la represión estalinista en Cuba entonces era de temer (…) yo no sería capaz de apuntar con un dedo a los que entonces optaron por callar porque es muy fácil enjuiciar a los otros cuando se vive un momento histórico aparentemente más abierto a la tolerancia”. No me detendré ahora en definir hasta dónde era de temer aquella represión, sin dudas real.

 Cuando se descubre que alguien mantenía en su conducta una doble moral, comprendemos que nunca fue revolucionario: la visión del miedo que nos atribuyen como rector de nuestros actos, es la visión y la justificación que tiene de sí la contrarrevolución.

 Por lo general, los que hablan de doble moral se describen a sí mismos. Los revolucionarios no actuamos ni por odio, ni por miedo. Creemos en lo que defendemos.

 Existe y es históricamente legítimo, el odio de clase. El Che hace referencia a él, pero también escribe: “Déjenme decirles, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad”.

Puede que a un funcionario no le importen las palabras, pero los intelectuales sentimos un respeto casi místico por ellas.

 La retórica que incentiva la crítica e impide que se reflexione sobre ella, que exige ser escuchada y a la vez, ataca cualquier disenso, aplica paradójicamente un sutil mecanismo de intimidación: usted puede ser calificado de cobarde (no dice lo que realmente piensa o “sabe”, que en realidad es lo que piensa su contendiente), de oficialista, de dogmático, de extremista o de censor, calificativos todos que degradan la condición del intelectual, y provocan el instintivo alejamiento de los suyos, los que podían haberlo apoyado.

 Persiguen dividir a los revolucionarios, aislar a los que se insertan en el debate. El fantasma de aquella represión (la de los setenta), de aquel silenciamiento, es una y otra vez invocado como pretexto para coartar el debate, para silenciar.

 Pero ni los dirigentes, ni los artistas, tienen una patente de corso para la crítica: pueden, deben criticar, de la misma forma en que pueden y deben ser criticados, ellos y su obra. Otra cosa es que la crítica provoque una medida administrativa.

 No existe censura más ineficaz que la prohibición; ni censura más eficaz que la evidencia pública de la endeblez de un juicio.

Todos sentimos añoranza por aquel “hervidero de polémicas” revolucionarias que fue Cuba en la década de los sesenta. Juan Antonio García dice que entonces era natural que coexistiesen –a veces de forma “nada pacífica”– las vanguardias artísticas y las políticas.

 El término “coexistencia”, sin embargo, me parece errado. No resulta fácil definir en la distancia a los protagonistas de aquellos debates. El intelectual Alfredo Guevara, ¿no era sobre todo un político? ¿Eran políticos o intelectuales Fidel, el Che Guevara, Carlos Rafael, Raúl Roa, Marinello, García Espinosa, Blas Roca, Titón, Mirta Aguirre y los jóvenes redactores de Lunes de Revolución? Más que una coexistencia –como si fuesen cuerpos diferentes– existía, al menos así lo parece hoy, una identidad entre ambas vanguardias, a pesar de (o precisamente sobre) la real diversidad de miradas

. Digámoslo con esa palabra que molesta: todos eran combatientes de la Revolución. Es verdad que la época que vivimos es otra, pero la condición del revolucionario no ha variado desde Martí hasta el más joven de los rebeldes “con causa”: su compromiso con la transformación de la sociedad a favor de los humildes (“con los pobres de la Tierra quiero yo mi suerte echar”), la construcción de una sociedad alternativa más humana. Ser un político revolucionario no es, desde luego, ocupar un cargo o aspirar a él (esa es la interpretación burguesa), ni siquiera militar en un Partido.

Es posible apreciar en las entrevistas a Padura que Guillermo comenta, de 2012 y de 2014, una idea que lo define, en un caso relacionada con los artistas y en el otro con los periodistas (no hay que olvidar que aunque habla en general y pone ejemplos de otros contextos, se refiere a Cuba): “Los artistas comprometidos de manera militante con un partido, filosofía, Estado o poder terminan siendo siempre –o casi– marionetas de ese poder.

No se puede jugar a hacer política desde el arte porque al final los políticos son los que utilizan a los artistas para sus fines políticos” (2012) y ante la pregunta, ¿se puede hacer "periodismo militante"?, ¿en qué medida el militante se traga al periodista?, responde: “Se lo traga completo. El militante obedece al Partido. El Partido decide y manda.

 El periodista entonces desaparece” (2014). ¿Y los artistas que no son militantes y se comportan como marionetas de los que pagan?, ¿hay medios de prensa ajenos a la posición política y a los intereses de sus dueños? El escritor cubano se acoge a una interpretación estrecha de la militancia –ser miembro del Partido–, pero no renuncia a la política.

 Dice que “el compromiso del artista debe ser con la ética ciudadana, con su sentido de la verdad y de la justicia, o cuando menos, con su arte, con la mayor distancia posible de los círculos de decisión política y con la intención de hacer política desde el arte”. Pero lo reconozca o no, Padura hace política desde el arte y desde la prensa, aunque rechace la condición del militante. ¿Es posible tal cosa?

En un comentario breve que publiqué en mi blog, a propósito de esta polémica, apuntaba lo siguiente:

a.    No existe periodismo no militante, solo periodistas ignorantes de su militancia (o cínicos).

b.    Cuba no es paraíso ni infierno –ello supone entonces el ejercicio comprometido de la crítica–, pero hay que tener un ideal de paraíso y una idea clara de infierno: se critica para empujar la realidad hacia el ideal;

c.    El ideal es mucho más que libertad de criticar: la crítica es un medio, no un fin.

d.    Porque mi prioridad es Cuba, soy militante del Partido Comunista (escribo con orgullo su nombre) y no dejo de expresar mis criterios. Todos tenemos historias de incomprensiones, pero no me regodeo en ellas.

 Sé que algunos militantes de mi Partido no merecen pertenecer a sus filas, y que algunos que no llevan el carné son los militantes que yo desearía.

 Pero ser militante del Partido hoy en Cuba no propicia ventajas, menos aún estatus y Cuba necesita en esta nueva etapa, más que nunca, de una vanguardia organizada.

La crítica se convierte en acto narcisista, si el que la enuncia descontextualiza su objeto, si la lupa impide que veamos el entorno o el devenir histórico de lo criticado.

 A veces, como sucede en las entrevistas de Padura, no existen propiamente críticas, sino opiniones, y en las palabras del entrevistador que el entrevistado acepta, o en las de este último, definiciones descalificadoras de más largo alcance político.

 Me refiero a términos y a expresiones que supuestamente definen a la sociedad cubana: “con su experiencia de vida en el estalinismo” o en “el totalitarismo”, se dice, y en algunos pasajes se iguala de forma tácita o explícita capitalismo y socialismo, lo que solo deja la opción vergonzante de un regreso al primero.

Pero si Padura o cualquier otro artista hace política desde el arte y en su actividad ciudadana –lo cual me parece legítimo–, debe esperar, al margen de una crítica artística de su obra, una apreciación y una eventual crítica políticas.

La creación artística se nutre de todos los sentimientos; la calidad de una obra la determina el talento de su creador, no los sentimientos que la inspiran. Para fundar la Patria –concepto más hondo que el de Nación, porque supone un proyecto colectivo de vida–, José Martí necesitaba de la arcilla de todos los poetas: en sus textos recuperaba a los desencantados y a los militantes, a los intimistas y a los épicos, a los aplaudidos en tertulias eruditas, y a los que escribían bajo el cielo de la manigua.

 Martí sabía que el espíritu de la Patria no se agotaba en Heredia, en Casal, o en Manzano. En política, sin embargo, las reglas son otras: el desaliento es, para un revolucionario, el breve instante que precede a la recomposición del aliento.

 Los desencantados del 68 se convirtieron en autonomistas. Los del socialismo europeo en neoliberales. Martí, el más grande escritor cubano (estuve tentado a escribir, hispano) de la segunda mitad del siglo XIX, era un militante de la Revolución.

 Escribió frases muy duras, como estas: “¡La justicia primero, el arte después! (…) ¡Todo al fuego, hasta el arte, para alimentar la hoguera!”. La identidad entre lasvanguardias político-revolucionaria y artística fue resuelta en Cuba en el siglo XIX, en la vida y en la obra de José Martí.

 Hace algunos meses, sin embargo, sentí en el Congreso de los Jóvenes Escritores y Artistas cubanos que se refundaba una nueva identidad. Bienvenida sea.

Sinceramente, no veo en lo sucedido la intención de fabricar un “caso Padura”. No hay que inventar etiquetas, ni construir falsos apostolados. Que fluya el debate revolucionario. No podemos dejar que nos construyan consensos en la acumulación de ideas no debatidas.


 
http://la-isla-desconocida.blogspot.com/2014/05/notas-sobre-el-silencio-el-debate-y-la.html


martes, 27 de mayo de 2014

¿Quienes son los que se oponen a la normalización de relaciones Cuba-Estados Unidos ?

Por: José Miguel Vázquez.

Sigo de cerca todo lo que se habla y dice sobre la creciente corriente en favor de que Estados Unidos mejore o normalice sus relaciones con Cuba.
Tanto es así, que hasta el retrógrado y anticubano Nuevo Herald de Miami, ha tenido que reconocerlo aunque claro está haciendo énfasis en los personeros que se "oponen" a esa posible normalización.

En la lista aparece nada más que Berta Soler, la "líder" del grupo Damas de Blanco, un engendro creado a imagen y semejanza de la Oficina de Interes de Washington en la Habana, para hacer propaganda contra Cuba y justificar los dólares que reciben..

Carlos Alberto Montaner, un terrorista con ínfulas de ·escritor·, cuya trayectoria contrarrevolucionaria es bien conocida, el senador Marco Rubio que sueña y tiene terribles pesadillas con eso de ser Presidente de Estados Unidos, y algunos más que son fieles exponentes de lo más selecto de la gusanera contrarrevolucionaria asentada en la Florida.

Pero a pesar de esos "pataleos", lo cierto es que Obama recibe por estos días peticiones de distintas personalidades de esa sociedad que le piden revise sus relaciones con Cuba.

Los recalcitrantes e intolerantes, solo se aferran a que ese mejoramiento "traerá una inyección de refuerzo financiero a Castro", pero no la ansiada "libertad" que quiere el pueblo cubano. Entiéndase por libertad que el Capitalismo regrese a Cuba y con él, los dueños y señores de las grandes empresas , las drogas, la delincuencia política y la prostitución generalizada.y todos los males que padecimos antes del 1 de enero de 1959.

Sin embargo los políticos , empresarios y  agricultores  realistas norteamericanos ven las cosas de otro modo, piensan que entre los dos países puede haber  relaciones económicas de mutuo beneficio para ambas partes, y quedar abiertos los canales de comunicación culturales, educacionales, científicas, deportivas y de otra índole que mucho beneficiarían a ambos pueblos vecinos y cercanos geográficamente.

Han pasado más de 50 años de obsoleto bloqueo contra nuestra Revolución, y Cuba sigue aqui, firme y resistente ante cualquier intento para destruirla.

Es cierto que el levantamiento del bloqueo, el establecimiento de relaciones significará oara nuestro pueblo un reto., pues siempre quedará en ciernes el intento de penetración ideológica y de subversión solapada,, pero ese reto estamos dispuestos a asumirlo, pues para ello ya nos hemos venido preparando. En .Estados Unidos se argumenta que Cuba se escuda en el bloqueo como pretexto para justificar sus deficiencias e insuficiencias en la economía, pues bien entonces "quiten el pretexto", y veremos que sucede después.

Asi pues " La mesa está servida", le corresponde ahora al actual presidente Obama, decidir a quien le hace caso, si a los que sinceramente desean una normalización de relaciones entre ambos pueblos y gobiernos, o a los que llenos de veneno y odio tratan de mantener el actual estado de cosas, en su mayor parte para su beneficio personal.y seguir haciendo del bloqueo y la política anticubana un jugoso negocio..

lunes, 26 de mayo de 2014

Los verdaderos objetivos de Estados Unidos hacia Cuba



Roberta Jacobson, Secretaria Adjunta de Estados Unidos le confesó al presidente de Uruguay José Mujica, de visita oficial en Estados Unidos, que “es muy importante que se pueda cambiar la perspectiva de los cubanos sobre los americanos y viceversa”.

Agregó la funcionaria que “los cubanos deben tener la oportunidad de conocer a ciudadanos americanos, para lo cual el Departamento de Estado ha realizado algunas modificaciones, a fin de que más estadounidenses pueden visitar la isla con licencias para misiones humanitarias, educativas, culturales, ya que esos viajes tienen una misión especial”.

El fin que persigue el gobierno yanqui es trasladar los valores de la sociedad norteamericana para lograr la “transición pacifica” hacia el capitalismo en Cuba, algo nada nuevo en la política imperialista.

En la década del 50 del pasado siglo, el ex director de la CIA Allen Dulles, afirmaba que:“Sembrando el caos en la Unión Soviética, sin que sea percibido, sustituiremos sus valores por otros falsos y les obligaremos a creer en ellos”. “…Gracias a su diversificado sistema propagandístico, Estados Unidos debe imponerle su visión, estilo de vida e intereses particulares al resto del mundo…”

Así hicieron en la URSS, lograron el derrumbe sin un solo disparo de cañón y lo pretenden hacer con Cuba.

En 1999 analistas políticos del Council and Foreign Relation, CFR, propusieron lo mismo, para alcanzar un cambio de política hacia Cuba.

Entre los objetivos de dichas propuestas están:

•    Promover en Cuba los intereses y valores estadounidenses, con el fin de acelerar el día en que una Cuba plenamente democrática, pueda asumir una relación normal y amistosa con Estados Unidos.

•    Medios que deben utilizarse para tratar de lograrlo y por tanto se propongan apoyar, alimentar y reforzar la sociedad civil que comienza a surgir en la Cuba de hoy (1999), de forma lenta, tentativa, pero persistente, bajo la concha del comunismo.

•    Promover la Transición. La oposición de Estados Unidos a la Revolución cubana y el apoyo a la democracia y al desarrollo en este hemisferio, lograron frustrar las ambiciones cubanas de expandir su modelo económico e influencia política.

O sea, el mismo perro pero con diferente collar, los sueños de la Casa Blanca de apropiarse de Cuba, singuen en pie desde el siglo XIX.

Estados Unidos persiste en que la isla tiene que hacer cambios políticos de su agrado y mientras no se perciban, la Guerra Económica se mantendrá atada al cuello del pueblo cubano, hasta lograr el desencanto y el desaliento, el hambre y la desesperación.

La subsecretaria Jacobson le afirmó al presidente Mujica sin el menor sonrojo que: “el embargo a Cuba no es un asunto regional y no afecta a Latinoamérica por ser un tema solamente bilateral, ya que el resto de los países del continente mantiene relaciones comerciales con la isla”.

¿Pensará la funcionaria que Mujica es anormal o ella no se ha leído los documentos que publica el Departamento de Estado?

Si hojeara esas publicaciones podrá conocer que el Proyecto Cuba o Plan Mangosta de 1962, dice textualmente:

“La sublevación en Cuba necesita un movimiento de acción política fuertemente motivado y arraigado, capaz de generar la rebelión, dirigirla hacia el objetivo perseguido y aprovecharse de su momento clímax. La acción política será apoyada por una guerra económica que induzca al régimen comunista a fracasar en su esfuerzo por satisfacer las necesidades del país, con las operaciones psicológicasque acrecentarán el resentimiento de la población contra el régimen”.


Se reflejan en dicho documento varias tares para presionar a terceros países para que sumen a esa Guerra, entre ellas:

Tarea 12: El Departamento de Estado planificará, con el de Comercio y otras agencias estadounidenses, sobre cómo interrumpir la diversión de artículos vitales en el comercio cubano. Fecha límite el 15 de febrero 1962.

Se explorará por el Departamento de Estado la colaboración con otras naciones de la OEA, particularmente Canadá y México.
       
Tarea 20. El Departamento de Estado informará el 15 de febrero 1962 sobre las posibilidades de obtener una cooperación discreta de la Cámara de Comercio de EE.UU. y la Asociación Nacional de Fabricantes, con la finalidad de influir en las corporaciones con subsidiarias fuera del país para que se sumen al espíritu de las sanciones económicas estadounidenses.

Tarea 22.El Departamento de Estado informará el 15 de febrero sobre al situación de los planes para ganar la cooperación de los aliados de la OTAN (bilateralmente o en el foro de la OTAN, como sea más apropiado).


 El objetivo es convencer a esas naciones a dar los pasos para aislar a Cuba de Occidente.

Tarea 23: El Departamento de Estado informará el 15 de febrero sobre el cumplimiento de las acciones adoptadas con Japón, quien tiene un comercio comparativamente importante con Cuba, las cuales son similares a las seguidas con las naciones de la OTAN.

Si la Sra. Jacobson desea conocer un poco más, debe buscar las últimas sancionas impuestas por su Gobierno a compañías argentinas y canadienses para que compruebe lo que le hacen a otros por comerciar con Cuba.
               
El propósito no ha cambiado en nada, pues como dice el primer Programa Acciones Encubierta de la CIA
:
“El objetivo es provocar la sustitución del régimen de Castro por uno que … sea más aceptable para Estados Unidos”.

Para ampliar sus conocimientos, Roberta Jacobson, puede buscar en el FRUS, Foreign Relation, Volumen X, 1961-63, Cuba, páginas 691-695, para que después que no diga lo contrario.

sábado, 24 de mayo de 2014

No solo es Zunzuneo


 Nuestra población y la opinión pública norteamericana e internacional han recibido en las últimas semanas abundante información sobre las revelaciones que la agencia de prensa estadounidense Associated Press (AP) realizó el pasado 3 de abril acerca de “Zunzuneo”, proyecto ilegal diseñado, financiado e implementado por el Gobierno de Estados Unidos para subvertir el orden interno en Cuba

Autor: Oscar Sánchez Serra | oscar@granma.cu

23 de mayo de 2014 23:05:20


Nuestra población y la opinión pública norteamericana e internacional han recibido en las últimas semanas abundante información sobre las revelaciones que la agencia de prensa estadounidense Associated Press (AP) realizó el pasado 3 de abril acerca de “Zunzuneo”, proyecto ilegal diseñado, financiado e implementado por el Gobierno de Estados Unidos para subvertir el orden interno en Cuba.

El artículo de AP titulado “Estados Unidos creó secretamente un ‘Twitter cubano’ para provocar inestabilidad”, permitió confirmar la implicación directa del Gobierno de Estados Unidos, a través de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), en la planeación, financiamiento y ejecución de este proyecto clandestino, consistente en la creación de una plataforma especial de servicios de telecomunicaciones ilícitos hacia Cuba desde el exterior, con el objetivo de enviar a usuarios cubanos mensajes de contenido político para influir en sus posiciones y alentarlos a actuar en contra del gobierno.

El carácter secreto de este proyecto quedó en evidencia al conocerse que fue ejecutado a través del empleo de una extensa  red de contratistas privados, empresas fachada, servidores informáticos y cuentas bancarias en varios países, con el propósito deliberado de ocultar la participación activa de agencias gubernamentales norteamericanas en su consecución.

No hay dudas de que estamos en presencia de una operación encubierta que, según la definición contenida en la legislación norteamericana, en particular en la Ley de Autorización de Gastos de Inteligencia de 1991, significa cualquier actividad del Gobierno de EE.UU., para influir en las condiciones políticas, económicas o militares en el exterior, que se realice de manera tal que el papel de ese gobierno no sea evidente o se reconozca públicamente.

Al respecto, llama la atención que este proyecto viola la letra de la legislación norteamericana sobre las operaciones encubiertas, que establece que el Presidente debe aprobar previamente por escrito este tipo de actividades y que las agencias involucradas deben informar íntegramente al Congreso sobre su implementación, algo que no ocurrió en este caso.

La concepción y puesta en práctica de este proyecto, que ha tenido una gran repercusión en Estados Unidos y otros países, sobre todo en aquellos cuyos territorios fueron usados sin su anuencia para esta afrenta contra Cuba, constituye una violación flagrante de la soberanía de nuestro país.

Infringe, además, las regulaciones internacionales referidas al uso de mensajes Spam y a la privacidad de la información y las comunicaciones personales, al apoyarse en la obtención ilegal de datos de usuarios cubanos y en el envío de mensajes SMS a sus celulares, sin su conocimiento y consentimiento previo.

 El Reglamento de Telecomunicaciones Internacionales, adoptado en diciembre del 2012, en el marco de la Conferencia Mundial de Telecomunicaciones Internacionales, establece en su artículo 5B que los estados miembros deben procurar tomar las medidas necesarias para evitar la propagación de comunicaciones electrónicas masivas no solicitadas y minimizar sus efectos en los servicios internacionales de telecomunicaciones y los alienta a cooperar en este sentido.
Vale señalar que el Gobierno de EE.UU., nunca permitiría la ejecución de un proyecto como “Zunzuneo” en su territorio, sin autorización expresa.

 Hacer algo así violaría las leyes anti-Spam, que protegen a los usuarios de telefonía móvil de la recepción de mensajes no deseados, así como las que prohíben de manera absoluta la realización de actividades políticas, incluyendo la promoción de material informativo de corte político en función de los intereses de un Estado o institución extranjera, si la persona o entidad que pretende realizarlas no se registra ante el Departamento de Justicia como agente extranjero.

Las informaciones expuestas por la agencia AP sobre “Zunzuneo” confirman las reiteradas denuncias del gobierno cubano y demuestran, una vez más, que el Gobierno de Estados Unidos no ha renunciado a sus planes subversivos contra Cuba, que tienen como objetivo crear situaciones de desestabilización en el país para provocar cambios en su ordenamiento político, económico y social, y a los cuales continúa destinando presupuestos multimillonarios cada año, que desde que fueran oficialmente instituidos, en virtud de la sección 109 de la Ley Helms-Burton de 1996, superan la cifra de los 260 millones de dólares, de los cuales, más de 95 millones  han sido aprobados durante el mandato del presidente Barack Obama.

Pero “Zunzuneo” no es el único programa de esta naturaleza que se ha diseñado por el Gobierno de EE.UU., contra Cuba en fecha reciente.

Los fondos millonarios del Programa Cuba de la USAID han sido destinados para iniciativas similares como “Conmotion”, herramienta desarrollada por el Instituto de Tecnología Abierta (OTI) de la New America Foundation, con sede en Washington, originalmente para uso militar, y que consiste en la creación de redes inalámbricas independientes en forma de “malla” para enlazarse con el exterior, fuera de cualquier control gubernamental, lo cual permite desinformar a los usuarios sobre la situación en su país y convocarlos a manifestaciones.

Otras entidades del Gobierno de EE.UU., como la Oficina de Transmisiones a Cuba, implementan proyectos ilegales como “Piramideo”, que es también una plataforma de comunicación que promueve el envío de mensajes masivos a usuarios en nuestro país.

A este tipo de iniciativas y a las emisoras Radio y TV “Martí”, le han sido asignados bajo el gobierno de Obama 142 millones de dólares del presupuesto federal, y más de 770 millones de dólares desde la fecha de su creación.

El Gobierno de EE.UU., brinda igualmente pleno respaldo al proyecto de la bloguera contrarrevolucionaria Yoani Sánchez, de crear un medio de prensa digital, el cual es financiado totalmente con dinero proveniente del exterior y tiene como propósito fundamental alimentar las campañas de desinformación y difamación contra Cuba.

Para justificar la ejecución y promoción de proyectos de esta naturaleza contra Cuba, el Gobierno de EE.UU., argumenta, entre otras razones, su interés en facilitar “el libre flujo de información al pueblo cubano”, cuando es el propio gobierno y el Congreso de ese país los que a lo largo de los años han promulgado leyes, regulaciones y políticas, que impiden precisamente el libre acceso a la información del pueblo de Cuba.

Entre las múltiples restricciones que EE.UU., impone al “libre flujo de la información”, se encuentran las siguientes:

• La política de bloqueo económico, comercial y financiero prohíbe las exportaciones de tecnología y equipamiento de telecomunicaciones.

• La Ley Torricelli de 1992 y la Ley Helms-Burton de 1996 prohíben cualquier tipo de inversión por parte de entidades estadounidenses en los servicios nacionales de telecomunicaciones de Cuba.

• El bloqueo también prohíbe a Cuba la adquisición de licencias de productos de software y niega el acceso de entidades y ciudadanos cubanos a sitios y a servicios en Internet, incluyendo sitios de información y herramientas técnicas como PC Tools y Netbeans; y otras aplicaciones.


 Nombres reconocidos mundialmente como Microsoft, Mozilla, Adobe, Sourceforge y Google, instrumentan desde la Red de redes las prohibiciones del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba.

 En el caso de Google, los cubanos no pueden acceder a herramientas como Google Analytic, Google Earth, Google Decktop Search y Google Toolbar.

 Estas restricciones se hacen extensivas al uso de software libres y de su navegador más popular Sourceforge por parte de Cuba, lo cual viola las premisas de la Open Source Initiative, organización dedicada a la promoción del software libre: la no discriminación contra personas o grupos y la no discriminación contra esferas de actividad.

Incluso, se impide el acceso desde Cuba a aplicaciones que son ofrecidas gratuitamente por sus autores en Internet, como son los casos de mathwork.com, ti.com, digikey.com, microchip.com y wmware.com.

• Cuba no puede conectarse a las decenas de cables submarinos de fibra óptica que circundan la isla, lo cual obliga al país a buscar alternativas más costosas para incrementar la conectividad a Internet.

 Paradójicamente, el Gobierno de EE.UU., ha anunciado sus planes de llevar un cable submarino hasta el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo, en franca violación de la soberanía de Cuba.

• En virtud de la política de bloqueo, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro aplica sanciones a empresas de telecomunicaciones estadounidenses y extranjeras por prestar servicios a Cuba, como son los casos de las compañías LD Telecommunications Inc., de Florida, multada en el 2010 por 21 671 dólares; y Ericsson Panamá, sancionada en el 2012 por 1 750 000 dólares.

• El Gobierno de EE.UU., ha permitido que ETECSA, como sucesora de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, EMTELCUBA, haya sido despojada de fondos depositados en bancos estadounidenses, resultantes de servicios prestados entre ambos países, los cuales fueron ilegalmente congelados como parte de la política de bloqueo.

• El Gobierno de EE.UU., es el único en el mundo que prohíbe a sus ciudadanos visitar Cuba libremente, con lo cual impide los contactos, los intercambios, la comunicación y “el libre flujo de información” entre ambos pueblos.

• La Ley Helms-Burton de 1996, en su sección 109, prohíbe todo tipo de asistencia a Cuba, salvo aquella que tenga como propósito promover la subversión interna.

El Gobierno de EE.UU., debe cesar sus acciones subversivas, injerencistas, ilegales y encubiertas contra Cuba, que atentan contra la estabilidad y el orden constitucional cubano, y respetar la soberanía cubana, el Derecho Internacional y los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

Cuba no tolerará ningún tipo de actividad subversiva ni de intromisión en sus asuntos internos y, como país soberano, continuará defendiéndose y denunciando la naturaleza injerencista de estos programas.

viernes, 23 de mayo de 2014

Una caricatura que habla por sí sola.

Por: José Miguel Vázquez.

Les traigo hoy esta caricatura, está relacionada con las peticiones que está recibiendo por estos dias Barak Obama, para que Estados Unidos normalice sus relaciones con Cuba

.El asunto no es fácil, Obama es blanco de multiples presiones para que no dé ese paso, toda vez que hay muchas fuerzas oscuras que desean continué el bloqueo y la tirantez con nuestro país.
 En fin que ¿ creen ustedes ?. ¿ Consideran que estos son tiempos para que mejoren estas relaciones ?. Yo realmente lo dudo mucho, aunque quisiera sí, que dos países como Cuba y Estados Unidos por demás vecinos vivieran civilizadamente. Tiempo al tiempo.



jueves, 22 de mayo de 2014

La inocencia de Gerardo


Por: Ricardo Alarcón de Quesada

La reunión en Londres de la Comisión Investigadora del caso de los Cinco examinó a fondo la situación específica de Gerardo Hernández Nordelo y la acusación infame (el Cargo 3 “conspiración para cometer asesinato”) presentada sólo contra él y que fundamenta su condena a morir dos veces en prisión.

 Se le atribuye, calumniosamente, haber participado en el derribo el 24 de febrero de 1996 de dos aeronaves del grupo terrorista autotitulado “Hermanos al Rescate”.

Desde el punto de vista legal para que un Tribunal de Estados Unidos pudiera actuar, el hecho en cuestión tenía que haber sucedido en el espacio aéreo internacional, fuera de la jurisdicción cubana. Caso contrario ninguna Corte norteamericana habría podido abordarlo.

Por eso en el juicio de Miami se discutió bastante la cuestión de la ubicación exacta del incidente, repitiendo lo que antes pasó en el Consejo de Seguridad de la ONU y en la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI).

 En esas discusiones surgieron siempre las contradicciones entre los radares cubanos y los de Estados Unidos.

Sobre los datos norteamericanos, por cierto, habría mucho que escribir, por ejemplo, la demora en entregarlos, varios meses, que obligó a dilatar el trabajo de la OACI y la sospechosa destrucción de algunos registros, todo lo cual consta en el informe de la OACI.

Para tratar de resolver la discrepancia en lo que mostraban los radares, la OACI pidió a Estados Unidos que entregase las imágenes tomadas por sus satélites espaciales, petición que fue rechazada en 1996.

 Tampoco Washington permitió que las viera el Tribunal de Miami y lleva mucho tiempo oponiéndose a las repetidas solicitudes del Centro para el Derecho Constitucional y los Derechos Humanos de California y litiga ante las Cortes de ese Estado en su afán de mantener ocultas las imágenes. Pronto se cumplirán veinte años de obstinada censura.

Sólo Estados Unidos ha podido examinar lo que filmaron sus satélites, pero no permite que lo haga nadie más. Ni el Consejo de Seguridad de la ONU, ni la OACI, ni los tribunales norteamericanos. ¿Por qué?

Sólo puede haber una respuesta.

Washington sabe que el incidente ocurrió dentro del mar territorial cubano, muy cerca del litoral habanero y en consecuencia, jurídicamente, nunca tuvo jurisdicción alguna sobre él.

 Porque las imágenes satelitales son prueba irrefutable de la mentira yanqui nadie más que las autoridades estadounidenses podrá verlas nunca.

Pero no se trata de que las imágenes exculpen a Gerardo.

No eran necesarias porque para condenarlo la Fiscalía tenía que demostrar que él, personalmente, había participado en el incidente, algo totalmente absurdo, imposible de sostener, independientemente del lugar donde hubiera ocurrido el derribo de las aeronaves invasoras. El problema era y es para Washington.

Porque las imágenes prueban que Estados Unidos, sus autoridades y sus tribunales no tenían derecho alguno para juzgar un acontecimiento ocurrido más allá de su jurisdicción territorial.

 Debe destacarse que, según los radares norteamericanos, los aviones volaban, siempre juntos, rumbo sur y uno de ellos, al menos, conforme a su propia versión, había penetrado el territorio cubano.

Incluso, si se aceptase la teoría estadounidense sobre la ubicación de los aviones, estos se hallaban en las inmediaciones de la capital cubana, muy cerca de su parte central y más poblada y en pocos minutos la habrían sobrevolado y hubieran podido atravesar la isla hasta la costa meridional.

No fue algo acontecido en la cercanía del espacio norteamericano, sino mucho más abajo del paralelo 24 que marca la separación entre las zonas de supervisión aérea de ambos países.

 Fue ahí, dentro del área bajo control cubano, que transcurrió buena parte del vuelo, siempre rumbo sur, hacia La Habana y desoyendo las indicaciones y advertencias emitidas por el centro de control de tráfico aéreo de nuestro país.

Pero, en todo caso, Gerardo no tuvo absolutamente nada que ver con el hecho, en cualquier lugar en que este ocurriese.

 Y eso lo sabían perfectamente las autoridades norteamericanas.
Según el Acta Acusatoria de septiembre de 1998, el FBI había identificado a Gerardo, conocía la misión que desempeñaba y revisaba sus comunicaciones con Cuba desde 1994, más de dos años antes de aquel suceso que agravó sensiblemente la situación entre ambos países.

 Las turbas de la mafia batistiano-terrorista llamaban entonces a la guerra en las calles de Miami, mientras, según escribió el Presidente Clinton en sus Memorias, en la Casa Blanca discutían un posible bombardeo a Cuba y él optó por promulgar la Ley Helms-Burton acompañada de amenazas belicosas.

¿Puede alguien imaginar que no habrían hecho nada contra Gerardo si él hubiese sido culpable? Nada hicieron, precisamente, porque les constaba su inocencia.

Por eso tampoco lo inculparon cuando fue detenido, junto a sus compañeros en septiembre de 1998. En la acusación inicial no se dice una palabra sobre lo ocurrido el 24 de febrero del 96, ni se habla de derribo de aeronaves o algo parecido. No lo hicieron porque el FBI, que poseía y había leído los mensajes entre Gerardo y La Habana, sabía que era inocente.

El Cargo 3 (“conspiración para cometer asesinato”) fue formulado, sólo contra Gerardo, más de siete meses después del arresto de los Cinco cuando ellos permanecían en confinamiento solitario –el infame “Hueco”- aislados del mundo, imposibilitados de defenderse.

 Para hacerlo la Fiscalía presentó una Segunda Acta Acusatoria que, y así lo registró la prensa de Miami, fue elaborada en reuniones que abiertamente celebraron el FBI, la Fiscalía y jefes de grupos terroristas.

Era una acusación arbitraria, fabricada de pies a cabeza, con el único propósito de complacer a los criminales, inflamar el odio contra Gerardo y sus compañeros y garantizar de antemano las peores, ilegales y más irracionales condenas.

 El Cargo 3 fue el centro de la desaforada y vulgar campaña mediática promovida y financiada por el Gobierno Federal, con su presupuesto, que cayó como un tsunami de mentiras, sobre una comunidad inerme y paralizada por el terror –cinco artículos por día en los periódicos impresos, incesantes comentarios, día y noche, en la radio y la televisión locales –conformando lo que justamente el panel de jueces de la Corte de Apelaciones, en 2005, calificó como una “tormenta perfecta” de odio, prejuicios y hostilidad.

Gran parte del juicio giró alrededor del Cargo 3. Dentro y fuera de la sala del tribunal, individuos vinculados a “Hermanos al Rescate” alborotaban y hacían declaraciones estridentes que amplificaban los medios locales.

Ellos y los “periodistas” pagados por el Gobierno perseguían y asediaban a los miembros del jurado quienes se quejaron a la jueza y ella, por su parte, varias veces también se quejó al Gobierno, por supuesto, sin resultado alguno.

En la sala del Tribunal, pese a todo, el infundio de la Fiscalía fue derrotado. Los acusadores, tan eficaces insuflando odio y prejuicios contra él, no pudieron presentar una sola prueba para vincular a Gerardo con los sucesos del 24 de febrero. Nada.

Tan contundente y obvia fue la derrota que el Gobierno hizo algo totalmente inusitado. Al final de las discusiones, cuando la jueza iba a dictar las instrucciones para guiar al jurado a la hora de emitir su veredicto, los fiscales se opusieron sorpresivamente al texto que, ajustado palabra por palabra al Acta Acusatoria, ella había preparado.

 Propusieron cambiarlo radicalmente. La Magistrada, con buenas razones, no aceptó la petición alegando que habían empleado siete meses discutiendo esa acusación fiscal y era ya demasiado tarde para modificarla.

 Ese mismo día la Fiscalía se precipitó a hacer algo aun más insólito: en una acción que reconoció “carecía de precedentes” recurrió ante la Corte de Apelaciones con una “moción de emergencia” buscando paralizar la decisión del tribunal inferior e incluso la posposición del proceso.

En el extraño documento la Fiscalía sostuvo que “a la luz de las evidencias presentadas en el juicio las instrucciones presentadas por la jueza constituyen un obstáculo insuperable para esta Fiscalía y pueden conducir al fracaso de la acusación en este Cargo”.

Debe subrayarse que, según un principio universal de Derecho, toda persona es inocente salvo que se demuestre lo contrario y que es obligación del acusador presentar las pruebas o evidencias necesarias para demostrar la culpabilidad del acusado.

 La Fiscalía encaraba ciertamente “un obstáculo insuperable” por la sencilla razón de que no podía mostrar prueba alguna contra Gerardo, simplemente porque estas no existen, ni pueden existir.

 Carecían de cualquier prueba contra él y peor aún, sabían, pues poseían todos sus intercambios con La Habana desde hacía varios años –incluso años antes del incidente de las avionetas-, que él no había tenido relación alguna con ese hecho. En otras palabras, cuando presentó su Segunda Acta Acusatoria la Fiscalía conocía cabalmente que estaba acusando a un inocente y en consecuencia, prevaricaba imperdonable y groseramente.

El Cargo 3 fue una grave violación a la Constitución y las leyes y también a la obligación legal y hasta profesional de los fiscales.

 Actuaron, mano a mano con el FBI de Miami, como agentes y cómplices de una mafia terrorista que ellos debían combatir y en realidad la sirvieron con docilidad escandalosa.

La Corte de Apelaciones tampoco aceptó la tardía solicitud fiscal y a partir de ahí se produjeron acontecimientos que serían sorprendentes si no se tratase de un caso que, de principio a fin, ha sido y es un escarnio mayúsculo a la justicia.

Rápidamente, sin expresar duda alguna, sin hacer preguntas, en unas pocas horas, el Jurado declaró culpables a los Cinco de todos y cada uno de los Cargos formulados contra ellos, incluyendo el Cargo 3, sin importarle a nadie que respecto al mismo la Fiscalía había admitido su fracaso y se había empeñado por retirarlo.

Al concluir el juicio, en la primera semana de junio de 2001, la jueza anunció que dictaría las sentencias a mediados de septiembre.

El abominable acto terrorista del día 11 de ese mismo mes y año al parecer la hizo cambiar de opinión. Ni ella ni el Gobierno se sentirían cómodos penalizando brutalmente a unos héroes antiterroristas mientras W. Bush se lanzaba, gozoso y con gran fanfarria, a hacerle la “guerra al terrorismo” a todo lo largo y ancho del planeta. Esperaron tres meses más.

Finalmente, el 14 de diciembre de 2001, Gerardo fue sentenciado a dos cadenas perpetuas más 15 años.

Todos, en la sala del Tribunal, sabían que castigaban a un inocente.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Para leer entre comillas y subrayado.

Nota de José Miguel: Lo que van a leer a continuación es la "óptica" que prima en algunos de  quienes abogan ahora por un cambio de la política hacia Cuba por parte del gobierno de Estados Unidos.

Cronología de los Presidentes hacia Cuba

Un grupo de 44 ex altos funcionarios, diplomáticos, militares y empresarios estadounidenses instó al presidente Barack Obama a aflojar el bloqueo económico de más de medio siglo y abrir más las relaciones con Cuba, mientras, por separado, el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos viajará próximamente a la isla para evaluar la posibilidad de hacer negocio.

 Todo parte de un creciente coro tanto en las cúpulas como en sectores sociales aquí en favor de un cambio en las relaciones de Washington con La Habana
.
En carta abierta a Obama, el ex director de inteligencia nacional (y ex embajador en México) "John Negroponte", el ex jefe del Comando Sur de Estados Unidos (y más recientemente Comandante Supremo de la OTAN) almirante James Stavridis, el ex subsecretario de Estado Strobe Talbott y el empresario cubanoestadunidense Andrés Fanjul, junto con otros 40 ex funcionarios, empresarios y académicos, afirmaron que Estados Unidos se encuentra cada vez más aislado internacionalmente en su política hacia Cuba, e indicaron que el presidente tiene una oportunidad sin precedente para instar avances significativos si recurre a su autoridad ejecutiva en un momento en que la opinión pública sobre la política hacia Cuba ha girado hacia una mayor interrelación con el pueblo cubano mientras mantiene la presión sobre los derechos humanos.

"Los firmantes" solicitaron que el presidente use su autoridad ejecutiva para permitir mayor comercio entre los sectores privados de ambos países, amplíe el número de agrupaciones autorizadas para facilitar viajes de expertos para prestar asesoramiento técnico a empresarios cubanos, mayor flexibilidad en el flujo de dinero con fines empresariales e impulsar la expansión de las telecomunicaciones en Cuba al permitir la venta de equipo e infraestructura.

"Hoy más que nunca Estados Unidos puede ayudar al pueblo cubano a determinar su propio destino al construir sobre reformas de política estadounidense que ya se han iniciado, escribieron. Los cambios que proponen, añaden, ayudarán a otorgar mayor libertad a organizaciones e individuos privados de servir directa e indirectamente de catalizadores de cambio significativo en Cuba."

 Entre los firmantes también se encuentra el empresario Gustavo Cisneros, los ex secretarios asistentes de Estado Jeffrey Davidow, y Arturo Valenzuela, los ex legisladores Byron Dorgan y Lee Hamilton y David Rockefeller.

Por otro lado, el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Thomas Donohue, anunció que realizará su primera visita a Cuba en 15 años. Afirmó que este viaje ofrecerá un vistazo de primera mano a los cambios en las políticas económicas y si están afectando o no la capacidad de hacer negocios ahí, reportó Ap.

Aunque Obama modificó algunas de las restricciones impuestas por su antecesor George W. Bush y legisladores cubanoestadunidenses, incluso el aflojar límites sobre viajes, mayor intercambio a nivel universitario y el envío de remesas, no ha cumplido con sus promesas iniciales de buscar un cambio mayor en la relación bilateral.

 Esta, a la vez, se ha complicado por el asunto de los cinco cubanos antiterroristas encarcelados en Estados Unidos y el encarcelamiento del contratista estadounidense de la USAID Alan Gross en Cuba.

La relación se enturbió más con las recientes revelaciones de la agencia Associated Press de que la USAID impulsó un proyecto clandestino (la agencia y la Casa Blanca insisten en que no fue secreto, sino discreto) para establecer una red social digital apodada Twitter cubano con fines de propaganda estadounidense. Y en los últimos días, Cuba arrestó a cuatro cubanos residentes en Miami y los acusó de conspirar para llevar a cabo actos terroristas en la isla, algo por lo que, curiosamente, Washington no ha protestado.

Sin embargo, continúa creciendo un coro influyente y cada vez más amplio en Estados Unidos para modificar la política de Washington hacia la isla. Encuestas recientes continúan registrando el giro en la opinión pública estadounidense mencionada en la carta abierta. Un sondeo del Atlantic Council a principios de este año registró que 56 por ciento de los estadounidenses favorece un cambio de política hacia Cuba, y aún más sorprendente, que 63 por ciento de los ciudadanos de Florida favorecía un cambio.

Hace un par de semanas cuatro legisladores federales estadounidenses, todos demócratas, visitaron Cuba y señalaron que las condiciones ya están presentes para promover negociaciones directas entre Washington y La Habana hacia la normalización de relaciones, reportó Prensa Latina. Y el candidato demócrata a gobernador de Florida –y ex gobernador republicano de ese mismo estado se atrevió hace poco a declarar que había llegado la hora de deshacerse del bloqueo contra Cuba y que estaba considerando viajar a la isla este verano.

Por otro lado, y sin mucho ruido, los gobiernos de ambos países han mantenido un diálogo limitado pero activo sobre, oficialmente, temas como migración y servicio postal, pero se especula que también se abordan otros asuntos. La semana pasada, la secretaria asistente de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, se reunió con la directora de la División de América del Norte de la cancillería cubana Josefina Vidal, reportó Afp, algo más inusitado por ser un contacto de un nivel más alto que las reuniones rutinarias.

“El secretario de Estado John Kerry comentó a principios de este mes, ante el foro anual del Consejo de las Américas, que la política de Obama desde 2009 ha estado enfocada en aflojar la dependencia de los cubanos sobre el Estado y fortalecer una sociedad civil independiente, y agregó que hay un encaje importante entre la política estadounidense y el sector emergente de micro-empresas en Cuba. Subrayó que" la herramienta más efectiva para promover la meta de dar poder a los cubanos para determinar su propio futuro es la profundización de los vínculos entre los pueblos cubano y estadounidense". Señaló, aparentemente ya enterado de que se emitiría la carta abierta de hoy, que las propuestas impulsadas para apoyar a los empresarios cubanos están siendo evaluadas por el gobierno de Obama”

martes, 20 de mayo de 2014

¿Un nuevo momento en los nexos Cuba-USA?




Por Manuel E. Yepe

 -Martianos-Hermes-Cubainformación.- ¿No será éste el momento adecuado para normalizar los nexos de Estados Unidos con Cuba?, preguntaba Tom Hayden, influyente escritor y politólogo, cercano a la cúpula del partido demócrata de Estados Unidos, en un artículo que publicó el diario The Nation de Nueva York el 16 de abril último.

 Hasta la semana pasada –dice Hayden- el senador demócrata por Nueva Jersey, Robert Menendez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado era un casi intocable en las filas demócratas, tenía virtual derecho de veto sobre la política de Estados Unidos hacia Cuba además de actuar como halcón en las políticas de su país con Siria, Irán y Venezuela. Pero ya no es así.

 Ahora, el poder de Menendez se ha debilitado como resultado de revelaciones de que su cercano amigo, el oftalmólogo de Miami Salomon Melgen, ha estado profundamente involucrado en delitos millonarios de corrupción y fraudes al Medicare.

Está por verse, inquiere Hayden, si el líder demócrata en el senado, Harry Reid, ordenará una exhaustiva investigación de las graves violaciones éticas implicadas en el asunto, socavando con ello la posición de Menendez, o simplemente moverá las fichas arriesgando al partido a las graves consecuencias que le traería asociarse con el escándalo.

 Menendez está aún siendo investigado por el Departamento de Justicia a raíz de varias acusaciones de corrupción y recientemente fue obligado a reembolsar unos 60 mil dólares por haber viajado en un jet privado varias veces, entre 2009 y 2011, con cargo al Senado, a la República Dominicana para alojarse en la lujosa finca del oculista.

 Las investigaciones federales, que han incluido incursiones judiciales en clínicas del doctor Melgen, revelaron que Menendez intercedió con funcionarios de Medicare en favor de su corrupto amigo. Hayden destaca la importancia especial que el caso pudiera tener en la política de Estados Unidos con Cuba. Recuerda que Menéndez, nacido en Cuba, ha sido de por vida un adversario feroz de cualquier flexibilización de tensiones con La Habana.

 Como gran recaudador de fondos para su partido en contiendas electorales y presidente demócrata de la Comisión de relaciones exteriores del Senado en la actualidad, él es un obstáculo clave para Obama y los “liberales” del Senado en una serie de políticas de seguridad nacional. Menendez se pronuncia por el cambio de régimen por medios militares o secretos en Siria, Irán y Venezuela y, por supuesto, en Cuba.

 Tiene poder para proponer leyes, convocar audiencias, y aprobar o denegar nombramientos administrativos. Califica hoy como el principal obstáculo interno para la normalización de las relaciones con Cuba. Incluso en prioridades administrativas como reformas migratorias, Menendez (y el Senador Marco Rubio) suelen comprometer sus votos a condición de que se observe la línea dura de sus posiciones respecto a Cuba.

Ahora que el control sobre el poder de Menendez se debilita, solo cabe preguntar, ¿cuánto se debilita? Hace unos pocos años Menendez, que presidía el Comité de Campaña del partido demócrata en el Senado, puso el grito en el cielo al saber que uno de los máximos recaudadores de dinero del partido, Andy Spahn, de Hollywood, California, recaudaba fondos para las campañas de candidatos favorables a un cambio de política hacia Cuba.

 Apunta Hayden que Spahn, al igual que Steven Spielberg, el productor cinematográfico, fueron demonizados y acallados por Menendez. Pero Spahn, sigue siendo hoy uno de los mayores recaudadores de fondos de Obama, y continúa apoyando el levantamiento del bloqueo a Cuba.

Este año, una división mayor aún en las filas demócratas se produjo en el Senado entre Menendez y el Patrick Leahy, quien ha dado alta prioridad al logro de una nueva política hacia Cuba. Leahy, participante en discretos diálogos con autoridades cubanas, obtuvo la firma de 68 senadores en diciembre de 2013 en una carta a Obama llamándole a negociar con La Habana un acuerdo para la excarcelación del ciudadano estadounidense Alan Gross, quien cumple una pena de 15 años por delitos de subversión contra Cuba.

 Una carta exigiendo a Obama que actúe en favor de la liberación de Gross pero por otras vías distintas a la negociación, fue promovida por los senadores Menendez y Rubio, pero solo reunió 14 firmas, lo que constituyó otra embarazosa derrota del senador Menendez.

 “En la oscura cultura de Washington la carta de Leahy y el fracaso de Menendez se interpretan como una cobertura política suficiente para que Obama pueda negociar la excarcelación de Gross”-comenta Hayden. Súmense a ello las recientes revelaciones acerca del programa secreto de twitter creado por la USAID para promover la subversión en Cuba, que Menendez ha defendido vigorosamente y Leahy calificó como “estúpido, estúpido, estúpido”.







 *Manuel E. Yepe, periodista cubano especializado en política internacional, profesor Asociado del Instituto de Relaciones Internacionales Raúl Roa de La Habana, miembro del Secretariado del Movimiento Cubano por la Paz. Enviado por el autor a: Martianos-Hermes-Cubainformación  

lunes, 19 de mayo de 2014

Se cumple hoy el Aniversario 119 de de la caída en combate de nuestro Apóstol José Martí

Por: José Miguel Vázquez.

Datos tomados de ECURED

Dos Ríos, lugar donde cayó combatiendo José Martí y donde hoy se levanta un obelisco en recordación a este hecho histórico.

Es domingo 19 de mayo de 1895. Gómez se dirige hacia el campamento de Vuelta Grande, donde ya conoce que le espera su subordinado y apreciado amigo, el general Bartolomé Masó, junto al Delegado del Partido Revolucionario Cubano[6].

 Al mediodía el campamento rebosa de alegría y optimismo luego de escuchar las emotivas palabras que los tres queridos jefes han pronunciado ante la tropa.

Poco después, la columna que dirige el Coronel español José Ximénez de Sandoval, compuesta por más de 600 efectivos, logra interceptar al campesino Carlos Chacón, quien proveniente del territorio mambí, había sido enviado en busca de artículos y comestibles para los hombres del Ejército Libertador.

 El soldado se acobarda y traiciona a los revolucionarios cubanos, e informa al jefe español de la presencia de Gómez, Martí y Masó. La columna continúa su avance hacia Las Bijas, en los potreros de Boca de Dos Ríos, donde el enemigo hace un alto para descansar desplegando estratégicamente a los hombres para defenderse ante un posible ataque mambí.

En el campamento una patrulla avisa de la presencia en los alrededores de una fuerte tropa enemiga. A la orden de Gómez, Masó al mando de trescientos jinetes sigue a la tropa del General. Martí marcha junto a los dos experimentados guerreros.

Al aproximarse al lugar, Gómez ordena enérgicamente a Martí que se quede atrás para salvaguardarlo del fuego enemigo. La vanguardia española es sorprendida por el primer ataque de Gómez y resulta abatida, situación esta que alerta al resto de la columna que responde con fuerza al nuevo ataque mambí, obligando a Gómez a tocar retirada.

Martí ya separado del grueso de las tropas, le ordena al joven Ángel de la Guardia marchar al frente y realizan un movimiento que los acerca a una sección de la columna española que oculta en la maleza espera a las tropas mambisas.

 Al percatarse de la presencia de dos únicos combatientes en el lugar, abren fuego. El bisoño teniente es derribado al ser impactado su caballo, mientras José Martí cae mortalmente herido.

El enemigo rápidamente se percata que ha ocasionado una importante baja a las tropas insurrectas a juzgar por las ropas que viste, (saco oscuro y pantalón claro, sombrero negro de fieltro tipo castor, calzado de borceguíes negros, al cuello el cordón de su revólver de cabo de nácar) sus documentos y la cantidad de dinero que lleva consigo.

 Se apoderan del cadáver y a pesar del esfuerzo que ponen las fuerzas de la tropa de Gómez, les resulta imposible rescatarlo.

Identificado el cadáver es atado a un caballo y conducido a Remanganaguas. Ximénez de Sandoval informa a su jefe inmediato en Santiago de Cuba el resultado de las acciones y con desprecio al cadáver del héroe caído, lo hace enterrar sin ataúd y semidesnudo, en una fosa abierta en la tierra.

 Con parte del dinero sustraído de sus bolsillos la soldadesca compra tabaco y aguardiente para celebrar la hazaña.

Ante tan terrible pérdida Gómez envía al ayudante, el alférez Ramón Garriga a entrevistarse con el jefe enemigo del que desconoce su nombre y grado militar y al que envía una carta personal para que le responda si Martí se encuentra prisionero, herido o de estar muerto, el lugar donde se encuentran sus restos.

 El valeroso mensajero es detenido pero logra escapar a una muerte segura. Aquella solicitud jamás fue
contestada.

(...) Ha sido muerto el titulado presidente de la República Cubana, don José Martí, cuyo cadáver ha sido recogido e identificado, a pesar del empeño que en retirarlo mostraba el enemigo (...)

El mando español no quiere correr riesgos de confirmar una falsa noticia y de inmediato ordena al médico militar Pablo A. de Valencia se dirija a Remanganaguas para exhumar el cadáver, identificarlo y prepararlo para su traslado a Santiago de Cuba.

El 23 de mayo se realiza la exhumación y colocado sus restos en un tosco ataúd. Tres disparos han alcanzado su cuerpo.

Uno de ellos ha penetrado por el cuello con orificio de entrada debajo de la barba, del maxilar inferior, lado derecho, con salida por encima del maxilar superior, lado izquierdo cuyo labio se hallaba destrozado; el disparo que resulta mortal le penetra por la parte anterior del pecho, al nivel del puño del esternón, el cual resulta fracturado y un tercero en el tercio inferior del muslo derecho y hacia su parte inferior, según aparece en la autopsia que le realiza el Dr. Pablo Valencia días más tarde.

Al conocer las tropas mambisas del plan español, preparan diferentes emboscadas en el camino para intentar nuevamente recuperar el cadáver del Delegado, sin alcanzar resultado alguno.

Entierros

El 27 de mayo en horas de la mañana se procede al entierro de José Martí en el nicho 134 de la galería sur del Cementerio de Santa Ifigenia, cuyas palabras póstumas son pronunciadas por el Coronel Sandoval.

El 24 de febrero de 1907 sus restos son extraídos en ceremonia solemne y ahora depositados en una urna de metal en el propio nicho 134 ahora convertido en un pequeño panteón que sería conocido por el Templete, lugar donde reposarán hasta Septiembre de 1947 que son llevados al Retablo de los Héroes hasta que en Junio de 1951 son inhumados para ser depositados sus restos de manera definitiva en el nuevo mausoleo construido en el mismo lugar en este mismo cementerio.

Su caída en combate, frente al colonialismo español, de cara al sol, representó una irreparable pérdida para el desarrollo de la guerra pero su doctrina se convirtió para siempre en una fuente inagotable del pensamiento revolucionario de cubanos y latinoamericanos.

domingo, 18 de mayo de 2014

¿Si Charlie Christ es elegido Gobernador de Florida será el fin del bloqueo a Cuba?


Cubainformación TV – Basado en un texto de Iroel Sánchez – Blog “La pupila insomne” / CubAhora.-

 Charlie Christ ha sido casi todo lo que se puede ser en la política de EEUU: fue gobernador en el estado de la Florida por el Partido Republicano; después candidato independiente al Senado; y ahora es candidato por el Partido Demócrata al mismo cargo de gobernador... de Florida.

Si algo caracteriza a Charlie Christ es su olfato político para atraer electores. Por eso ha anunciado su intención de viajar a Cuba el próximo verano. También ha afirmado que el bloqueo de EEUU a la Isla “no ha servido de nada durante medio siglo”, y que es partidario de “normalizar las relaciones” entre ambos países.

Encuestas muy recientes indican que hasta el 63 % de la población del estado de la Florida se opone a la política agresiva contra Cuba. Por eso no es de extrañar la mutación de Charlie Christ –siempre en busca del voto- en torno al “tema Cuba”.

 Recordemos que en 2006, siendo candidato a gobernador, Christ criticó a su opositor del Partido Demócrata porque este había visitado la Isla.

Por supuesto, la ultraderecha mafiosa de Miami se ha puesto en pie de guerra contra Christ. Su oponente por el Partido Republicano y actual gobernador de la Florida, Rick Scott, calificó la postura de su antiguo compañero de filas como un “insulto” a la comunidad cubana de la Florida.

Y es que la realidad sociológica lleva años moviéndose en este estado norteamericano. Y lo hace en sentido contrario a los deseos e intereses de este sector poderoso y con gran presencia mediática, pero minoritario dentro de la emigración cubana de la Florida.

 Ahí está la prueba: Charlie Christ, el candidato que aboga por poner fin al bloqueo, lleva un 10% de ventaja en las encuestas

sábado, 17 de mayo de 2014

DECLARACIONES DE ALBITA RODRIGUEZ Y SU CORRESPONDIENTE COLETILLA,.

Por: José Miguel Vázquez.

Lo que sigue debajo son declaraciones realizadas por Albita Rodríguez, una cantante de orígen cubano que prefirió dejar a un lado el cariño, la admiración y la popularidad que gozaba en Cuba por sus lindas canciones, para irse a vivir en lo que ella llama "El paraiso de la libertad y la democracia".

NUEVA YORK -- Lleva dos décadas sin poder volver a su tierra, pero Albita Rodríguez sueña con regresar algún día a su isla “sin pedir permiso”, y mientras no se den las condiciones solo le pide a Dios “seguir cantando para unir a los cubanos”.

Coletilla: Dice que mientras no se den las condiciones no vendrá a Cuba. ¿Cuáles? ¿ Que se caiga la Revolución ?. Entonces me parece que no podrás venir nunca .Otra sería que se normalizaran las relaciones con EEUU, para eso tendrías que pedir permiso, porque de lo contrario ni aún así podrías venir.

“No he vuelto a Cuba. Sueño con volver, claro que quiero volver, pero no puedo porque tengo que pedir permiso y yo no pido permiso a nadie para entrar en mi país”, dijo la artista en Nueva York antes de presentarse en Town Hall junto a la peruana Eva Ayllón.

Coletilla: Entonces • Te quedarás soñando otros 20  años más en venir y envejecerás con ese sueño no realizado.Además cuando te fuiste no le pediste permiso a nadie, es y fue tu derecho y tu decisión, ahh pero para regresar...son otros 20 pesos mi amiga.

Criada al calor de la revolución en el seno de una familia de músicos tradicionales, Albita triunfó durante años en Cuba, donde llegó a ser una de las cantantes favoritas de Fidel Castro, antes de abandonar su país en 1993 para instalarse en Miami.

Coletilla: Es cierto que fue una muy popular cantante aquí en Cuba, porque cultivó excelentemente el género campesino, pero eso de que era favorita de Fidel, no me consta, pero si así hubiese sido, Fidel también sabe apreciar el talento de los artistas independientemente de su ideología.

“Yo era revolucionaria y recuerdo un día que un tío me dijo: 'Albita, cualquier proyecto social, filosófico o religioso que divida a las familias no puede ser bueno'. Y a mi eso se me quedó marcado”, cuenta la ganadora de un Grammy y un Emmy.

Coletilla: ¿Revolucionaria dices tú?, Vamos Albita a quien pretendes engatusar con ese cuento, si lo hubieras sido de verdad, te hubieras quedado aquí en tu país, cantándole a tu pueblo que mucho que te admiraba y te quería en ese entonces, como se han quedado otros que jamás traicionarían a su Revolución, y a su pueblo quieres un ejemplo: Ahí está Juan Formell que también ganó un Grammy, que vivió aquí rodeado del cariño y admiración de su pueblo y  prefirió morir en su patria antes de traicionarla, lo que sucede es que los dólares te halaron más..Además no fue Cuba la que dividió las familias como dices tú, fue la política de agresiones contra nuestra Revolución, la que creó las condiciones para que las familias se separaran. El gobierno de Estados Unidos rompió sus relaciones con Cuba, no le daban visa a nadie para viajar a EEUU, pero los estimulaban para que se fueran en lancha para hacer su correspondiente campaña contra la revolución y el comunismo etc etc. .Ahora mismo si Cuba y Estados Unidos normalizaran sus relaciones, podrían venir todas las veces que quisieran los que están en Miami y de aquí ir otros tantos allá.


Para la intérprete cubana, fue “un grave error” que después del triunfo de la revolución muchos músicos se vincularan tanto a la política en vez de estar “siempre a favor de los pueblos y de la libre expresión”.

Coletilla: ¿Grave error por qué?, Esos artistas que son parte de este mismo pueblo   decidieron defender un proceso social justo y equitativo, nacido de los humildes y para los humildes, pero tu preferiste coger el avión y desentenderte de la realidad de la tierra que te vio nacer.Libre expresión dices tú, de veras que los estereotipos que  te han enseñado allá te calaron hondo.

“Yo creo que ha quedado claro que la música y la política no deberían mezclarse, que el pueblo es pueblo y todos los artistas que de una manera u otra se vincularon tanto a la política, ahora la historia les está pasando las cuentas”, añade.

Coletilla no sé a quien te refieres con eso de la historia. Y fíjate no es cuestión de mezclar la política con la música, sino de que cada artista piensa con su propia cabeza,porque el artista es un ser social, piensa y reflexiona y decide obrar de acuerdo a su modo de ver las cosas y así actuar en consecuencia, tu en cambio pensaste con la tuya y te fuiste, abandonaste hace 20 años a tu tierra, a tu pueblo, esa fue y es tu forma de pensar..Además aqui en Cuba nadie te obligó nunca a que cantaras cosas políticas, y si alguna vez cantaste alguna fue porque en ese momento te nació hacerlo.


La cantante habanera tiene claro lo que hace falta en Cuba: “que haya elecciones libres de una vez por todas”, porque donde algunos ven signos de apertura, para ella se trata de “puro maquillaje”, de cambios “cosméticos” que no le complacen

Coletilla: Me das risa, Elecciones libres dices tú, como las que había en Cuba antes del triunfo de la Revolución donde hasta los muertos votaban, y el empleado público tenía que votar de si o si por el candidato del partido .tal o mas cual porque si no quedaban cesantes? O Donde los candidatos y sus sargentos políticos acumulaban las cédulas electorales de los ciudadanos para garantizar el voto a su conveniencia ?. Esas son para ti, las elecciones libres que tu dices y a las que desearías algún día volver? Para que lo sepas con el triunfo de la Revolución si ha habido  muchas elecciones verdaderamente libres donde el pueblo vota por sus candidatos salidos del propio barrio donde viven y trabajan, y no políticos demagogos y fraudulentos que lo único que hacían era turnarse en el poder para ver quien robaba mas. ¿ Esas son las elecciones libres que tu dices ?. Pues aquí no las tendrás nunca
. Ahh y de cambios cosméticos que alegas se hacen aqui, estas muy lejos de la realidad, los cambios que se experimentan en nuestra patria son consecuencia de un proceso evolutivo lógico con el objetivo de perfeccionar la vida institucional del país.

“Puede que sea una minoría la que sufre la censura, pero mientras haya una persona que no pueda pensar libremente hay que luchar”, responde la artista, que siendo niña “jugaba con bongós, claves y güiros en vez de con muñecas”.

Coletilla;: Y tú te consideras parte de esa minoría ? ¡Pobrecita ¡Pero te digo más aqui en Cuba ahora mismo hay muchas personas y artistas que piensan libremente, pero eso no los lleva a traicionar a su patria.

Por eso asegura que aunque ahora tenga pasaporte estadounidense, un país al que está “muy agradecida” porque le ha dado “patria y libertad”, Cuba sigue “impregnada” en su piel y en su alma. “No lo puedo evitar”.

Coletilla: “¿Así que  Patria y Libertad? Bueno entonces hazte ciudadana norteamericana (si es que no lo has hecho ya), y entonces olvídate del país que te dio la vida, y que te posibilitó te convirtieras en una artista muy talentosa, popular y querida  para luego virarle las espaldas ,y sigue viviendo en tu paraiso.

“Mientras no se den las condiciones para volver, seguiré llevando a Cuba allá donde vaya y con mucho orgullo. Y lo único que le pido a Dios es que me permita seguir cantando para unir a los cubanos a través de la música”, concluye.

Coletilla: Me gustaría fueras más específica y aclararas cuáles son esas condiciones para que puedas volver, porque si es sobre la base de que caiga la Revolución, creo que te vas a quedar en esa. ¿Acaso te has olvidado que ya llevamos 53 años y seguimos?

Y para terminar te digo: Sabemos, estamos muy concientes que no vivimos en una sociedad perfecta, pero es la nuestra y luchamos cada día para perfeccionarla más, pero seguro seguro que es más perfecta y justa que en la que tu vives. Así que si te sientes bien en tu Miami o Nueva York, pues ¡ Adelante que te vaya bien ¡ Nos conforta también que aquí tenemos verdaderos y talentosos artistas que viven y cantan para su pueblo..Ahi tienes a Alexander Abreu que quizá ni conozcas, pero mira te invito a que escuches la canción : !Me dicen Cuba ! Y ya verás que si te queda alguna fibra cubana como tu dices, de seguro vas a llorar.