Dr. Mario Valdés Navia *
El 6 de Octubre de 1930, la bahía de Matanzas fue testigo de una hazaña tecnológica mundial, al quedar inaugurada, en su costa noroeste, la primera planta termo-marítima del mundo, concebida, construida y puesta en explotación experimental por el científico francés George Claude(1878 - 1961), auxiliado por un grupo de obreros y técnicos matanceros.
El ingeniero Claude había recorrido varios países en busca de un lugar apropiado para instalar su planta experimental y fue en la bahía de Matanzas donde encontró las condiciones idóneas para poner en práctica sus novedosas y arriesgadas ideas.
Esta tecnología novedosa convertía la diferencia de temperaturas entre la superficie cálida y las profundas y frías aguas del fondo de la bahía de Matanzas en energía eléctrica.
La unión del genio del francés con las habilidades profesionales de un grupo de obreros matanceros, realizó el más arriesgado y audaz experimento tecnológico hecho en Cuba antes de la Revolución. Durante tres meses, Mr Claude pudo obtener 338 Kilowatts diarios de electricidad sin consumir absolutamente ningún combustible para mover su planta, solo interrumpidos por un severo temporal que arruinó su industria.
Hoy, de aquella maravilla tecnológica, solo queda hoy la poceta de enfriamiento llamada erróneamente por los matanceros “Piscina de Míster Claude”, cuando realmente debería llamarse “Piscina de Monsieur Claude”, por el origen francés, no norteamericano, de este científico, que se convirtió junto a un grupo de obreros matanceros en héroes tecnológicos del momento y en el ejemplo a seguir por otros en el mundo que en la actualidad utilizan esta barata forma de producir electricidad a orillas de profundos desniveles marinos, como lo hacen en Australia, Estados Unidos y los países escandinavos.
Director de la Biblioteca " Gener y del Monte" de Matanzas *
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