Su
voz llenó el teatro Mella de las esencias de Cuba. Nos recordó a Elena, a la Mora, a Bola de Nieve. Nos
trajo las letras eternas de Marta Valdés, Piloto y Vera, Juan Formell.
Se gastó el lujo de estrenar canciones de
Orlando Vistel, con el maestro en el piano. Envolvió toda la atmósfera de este
fin de año de su melodía, su talento, su gracia cubana natural, su estatura
musical y humana sin artificios ni maquillajes.
¡Cuánta
falta nos hacía una voz que nos trajera hasta hoy a esas y esos grandes que han
hecho rica y memorable a la música cubana!
Gracias
Ivette Cepeda. Tú eres la música que tenemos que cantar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario