Por: José Miguel Vázquez.
Todos disfrutamos anoche a través de la televisión cubana, la presentación en Cuba del American Ballet Theatre, en la función que realizó en el Teatro Karl Marx, en el marco del Festival Internacional de Ballet de la Habana. Fue un espectáculo como para no olvidar. Un verdadero regalo que recibimos todos los cubanos de una de las agrupaciones danzarias más prestigiosas y famosas del mundo.
La prima ballerina assoluta Alicia Alonso estuvo presente en esta función que no se presentaba desde hace 50 años en nuestro país.
El American Ballet Theatre, nos obsequió con un Programa- Concierto con temas y variaciones, El Corsario, Nancy Free y Siete Sonatas, que hicieron deleitar a los miles de espectadores en el teatro y millones en todo el país.
Hay que decir que esta afamada agrupación norteamericana, guarda una estrecha relación con el Ballet Nacional Cubano y muy especialmente con la propia Alicia, la que recordó su vinculación con ella en décadas pasadas.
Este es un ejemplo de todo lo que con más frecuencia pudieramos disfrutar cubanos y estadounidenses, si se abriera un canal permanente de intercambios culturales, científicos, académicos, deportivos y de otra índole en un marco de relaciones normales como la que todos quisiéramos.
Para ello se necesita que Estados Unidos tenga la voluntad política necesaria para comprender que somos dos pueblos vecinos muy cerca uno del otro, ambos con ricas tradiciones culturales.
Felicitamos al American Ballet Theatre, por su majestuosa presentación y ojala que no tengamos que esperar otros 50 años para volver a apreciar su fino y exquisito arte.
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