Por: José Miguel Vázquez.
Cual poderosa carga explosiva accionada por un reloj, el Cambio Climático que se experimenta en el planeta, amenaza con hacer explosión cuyos efectos dejará minimizados todos los impactos mortíferos que haya podido causar cualquier explosión atómica.
No, no estoy exagerando, ni siquiera lo digo yo, lo aseguran los científicos sabedores de todas las características de este fenómeno.
Por ello, el próximo diciembre será una oportunidad, quizá la última para que la humanidad tome alguna iniciativa para revertir este potencial peligro que amenaza a la humanidad.
Estoy hablando de la llamada Conferencia Climática de Copenhague, que deberá trazar un nuevo tratado que sustituya al de Kyoto.
Ya se sabe de las resistencias que los países más desarrollados, encabezados por Estados Unidos están poniendo para reducir sus cargas contaminantes a la atmósfera terrestre. Sus intereses económicos van mucho más allá que cualquier consideración lógica.
Su egoísmo irracional no les permite avizorar que cuando haga explosión esta terrible carga, ni ellos se salvarán de sus consecuencias. Para cuando pretendan revertir la situación, entonces ya no habrá tiempo.
Es por eso que hago un llamado a la racionalidad, a la cordura, a la buena voluntad de políticos e instituciones que pueden influir positivamente en que los peligros del cambio climático, puedan ser atajados a tiempo.
Lo primero que hay que pensar es que este es un problema que nos atañe a todos, pues como ya se ha dicho, nadie escapará a sus efectos.
Los síntomas están a la vista: Se derriten los hielos, grandes sequías en una parte del mundo, y lluvias incontrolables en otras, aumento de la temperatura, y elevación del nivel de los océanos.
Entonces a que más esperar?
Entonces, ahora es la oportunidad de tomar las iniciativas, ¡ Hay que salvar al Planeta! La gran casa donde vivimos todos, este es el momento, no podemos esperar más.
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