domingo, 13 de septiembre de 2009

Juan Almeida Bosque, pertenece al grupo de hombres que no dejó morir a nuestro Apóstol José Martí en el año de su centenario.


Por: José Miguel.


El pueblo todo de Cuba, rinde homenaje póstumo a la figura del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, fallecido como consecuencia de un paro cardio-respiratorio. La ciudad de la Habana y todas las capitales del país viven una inmensa movilización de pueblo en honor al legendario guerrillero, a ese hombre valeroso que horas depués del desembarco del Granma, y acosado por las tropas batistianas, gritó con todo vigor :" Aquí no se rinde nadie ". La histórica frase ha pasado a la historia como uno de los gestos más viriles y valientes de los combatientes revolucionarios y que tiene total vigencia en los tiempos actuales, ante cualquier situación que se nos pueda presentar por difícil que sea.

En Matanzas, ciudad a 98 kilómetros de la Habana y capital de la provincia del mismo nombre, sus hijos, los matanceros, hemos acudido desde bien temprano en la mañana a rendir homenaje a ese hombre todo amor, y coraje.
niños, jóvenes, adultos, combatientes de la Revolución y hasta los ancianos, continuan desfilando desde sus respectivos barrios, frente al salón de entrada del Palacio de Gobierno Provincial, donde se expone su figura a través de una gran retrato, a cuyo pie se depositan miles de flores en señal de respecto.
Y así es en toda Cuba, no podíamos hacer menos ante un hombre de naturaleza humilde identificado con la gente de su pueblo, y lleno de una gran sensibilidad humana, revolucionaria y artística.
Juan Almeida es del grupo de 165 combatientes que fueron escogidos para participar en los asaltos a los Cuarteles Moncada de Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo.
Es de los hombres que después del fracaso de aquél intento revolucionario, marchó hacia las lomas para seguir combatiendo frente a la odiosa tiranía de Batista, después la historia es conocida, fue apresado y condenado junto a Fidel en la Isla de la Juventud, y una vez de su salida de aquella prisión, participa en el histórico desembarco del Granma, y siguiendo su camino de luchas incansable en la Sierra Maestra hasta el triunfo revolucionario en 1959.
La historia tendrá mucho que hablar de Juan Almeida, todo un genuino combatiente de la Revolución, un hombre sencillo, amoroso, firme, inclaudicable.

Juan Almeida Bosque es de esos hombres que jamás morirán, porque su obra dejará huellas indelebles dentro de nuestro pueblo.
! Gloria eterna al guerrillero, al Comandante, al excelente compositor, al querido hombre que dedicó su vida entera a la noble causa de la Revolución!.

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