Por: José Miguel Vázquez.
Al régimen que ha desplazado del poder a Manuel Zelaya mediante un golpe de estado en Honduras, le queda solamente tres días para que la institucionalidad vuelva a ese país centroamericano.
La OEA ha dado un plazo hasta el sábado para que se normalicen los canales democráticos y se permita el regreso de Mel, legítimo presidente elegido por el pueblo o de lo contrario ese gobierno será suspendido de esta organización.
Mientras tanto, continúan los enfrentamientos entre la población y las fuerzas militares, que hacen caso omiso del llamado que se les hace para que se pongan al lado de la legalidad, criminalmente cercenada allí.
El cerco internacional se va cerrando sobre ese gobierno, se cierran sus fronteras, y las organizaciones internacionales acometen acciones, mientras otros países retiran sus embajadores.
A pesar del pronunciamiento de Obama de que el golpe militar en Honduras es ilegal, mantiene allí a su embajador, y que sepamos no ha tomado medidas concretas para que el gobierno reaccionario allí instalado vuelva a la legalidad.
Hemos conocido que miles de hondureños se desplazan por todos los caminos que los conducen a Tegucigalpa.
Se hace un llamado para que los altos oficiales del ejército se rebelen contra los que comandan a las tropas que avasallan a la población.
Las organizaciones sociales y campesinas de honduras están en pié de lucha, y mantienen sus marchas y vigilias para que se permita a Zelaya ocupar nuevamente la presidencia.
Mientras, el gobierno espurio que ha tomado las riendas de Honduras trata de realizar maniobras para hacer ver la legalidad de su movimiento golpista.
Videos que han sido vistos en noticieros de televisión muestran a soldados abusando y golpeando a mujeres que pacíficamente han salido a protestar por este golpe.
La situación allí es prácticamente insostenible, las próximas horas serán decisivas para uno de los países más empobrecidos de América.
Al régimen que ha desplazado del poder a Manuel Zelaya mediante un golpe de estado en Honduras, le queda solamente tres días para que la institucionalidad vuelva a ese país centroamericano.
La OEA ha dado un plazo hasta el sábado para que se normalicen los canales democráticos y se permita el regreso de Mel, legítimo presidente elegido por el pueblo o de lo contrario ese gobierno será suspendido de esta organización.
Mientras tanto, continúan los enfrentamientos entre la población y las fuerzas militares, que hacen caso omiso del llamado que se les hace para que se pongan al lado de la legalidad, criminalmente cercenada allí.
El cerco internacional se va cerrando sobre ese gobierno, se cierran sus fronteras, y las organizaciones internacionales acometen acciones, mientras otros países retiran sus embajadores.
A pesar del pronunciamiento de Obama de que el golpe militar en Honduras es ilegal, mantiene allí a su embajador, y que sepamos no ha tomado medidas concretas para que el gobierno reaccionario allí instalado vuelva a la legalidad.
Hemos conocido que miles de hondureños se desplazan por todos los caminos que los conducen a Tegucigalpa.
Se hace un llamado para que los altos oficiales del ejército se rebelen contra los que comandan a las tropas que avasallan a la población.
Las organizaciones sociales y campesinas de honduras están en pié de lucha, y mantienen sus marchas y vigilias para que se permita a Zelaya ocupar nuevamente la presidencia.
Mientras, el gobierno espurio que ha tomado las riendas de Honduras trata de realizar maniobras para hacer ver la legalidad de su movimiento golpista.
Videos que han sido vistos en noticieros de televisión muestran a soldados abusando y golpeando a mujeres que pacíficamente han salido a protestar por este golpe.
La situación allí es prácticamente insostenible, las próximas horas serán decisivas para uno de los países más empobrecidos de América.
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