sábado, 27 de septiembre de 2008

Estados Unidos: La Guerra de las encuestas.



Por: José Miguel Vázquez.


Resulta "interesante", la situación actual de Estados Unidos. Por un lado la actual crisis financiera que ha obligado al gobierno del presidente Bush a solicitar 700 mil millones de dólares a fin de inyectar el aparato finaciero norteamericano, que expresa su gravedad en la bancarrota de importantes bancos en ese país, y una agudización de la economía como resultado de la torpe política del actual gobierno republicano.

Claro está, al final de los finales, al Congreso no le quedará más remedio que " aprobar" el pedido de Bush, pues ante todo " hay que salvar el sistema".

Asi las cosas se desarrolla la campaña presidencial en Estados Unidos, que ayer tuvo su primer match televisivo entre los candidatos MacCain y Obama.

Y es ahora cuando justo comienza lo que siempre sucede, el inicio de " la guerra de las encuestas", hasta el propio minuto en que se produce la elección presidencial.

Buscando en distintas publicaciones, los medios de prensa en ese país dan ganador a uno y otro contrincante, mientras que otras tomando como base las propias opiniones de los ciudadanos norteamericanos, hasta las primeras horas del primer debate, inclinan su balanza por Obama, a quien ven como "algo que hasta cierto punto puede cambiar algunas cosas".

Algunos órganos de prensa atribuyen a MacCain, más esxperiencia en política exterior, por el aquello que fue soldado, y ha estado en apariencia más al tanto de lo que debe hacerse en un momento dado en las relaciones de Estados Unidos con Irán, Corea, Cuba y otros.

Pero ! Cuidado!, MacCain es el doble de Bush, representa lo más rancio de la política belicista yanqui, y ve por los propios ojos del actual presidente y claro está apoya su política actual.

Obama, por su parte por NO tomar parte en las decisiones tomadas por el gobierno, tiene sus propias teorías de cómo debe manejarse tal o más cual conflicto, algo que tendría que demostrar si es elegido el inquilino de la Casa Blanca.

Lo cierto es que de ahora en adelante seguirán las encuestas...que como un cachumbamé, subirán y bajarán a favor y en contra de cada uno de los aspìrantes a la silla presidencial.

Queda pues a la elección del propio ciudadano norteamericano en el momento de la verdad, elegir cual debe ser a su juicio su nuevo presidente, pero solo alerto ante los fraudes y triquiñuelas de quienes especialmente en la Florida, están acostumbrados al golpe bajo como ya lo hicieron en el 2000 cuando le dieron la mala a Gore.

Entonces sigamos de espectadores ante este oscuro panorama yanqui, y despues como dice nuestro amigo Taladrid, saquemos nuestras propias conclusiones.

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