47 Serie Nacional de Béisbol 2007-2008 Noticias
Por: Sigfredo Barros .
Por: Sigfredo Barros .
Tomado de Granma
Dos lanzadores, los derechos Ismel Jiménez y Yuliet López, demostraron una vez más que en el béisbol cuando hay pitchers no hay bateadores y le dieron a sus respectivos equipos, Gallos espirituanos y Azucareros villaclareños al triunfo que les dio el pase a las semifinales de la XLVII Serie Nacional.
Ismel Jiménez fue un coloso en el box.
Ismel se plantó en el box del atestado José Antonio Huelga y dejó en solo dos indiscutibles a la ofensiva de los Vaqueros habanistas, apoyado en la recta tirada por arriba y tres cuartos y el cambio de velocidad. El diestro espirituano fue subiendo en su labor y cerró el octavo capítulo con un impresionante escón de ponches. En total, lanzó dos juegos en este play off, 15 innings y dos tercios con una carrera permitida, para liderar a su equipo, capaz de dejar fuera de la semifinal a uno de los seleccionados más ganadores de la temporada.
Su rival, el olímpico Jonder Martínez, no estaba en su mejor noche, tolerando una en el primero por el elevado de sacrificio de Eriel Sánchez con Adonis Zamora en la antesala, base a la cual llegó por robo cuando el derecho habanista se descuidó.
Con esa hubiera bastado. Pero los discípulos de Juan Castro querían más y marcaron una más en el cuarto, por dobletes de Monteagudo e Ixis Valle. La puntilla llegó en el inning de la suerte, cuando luego del tubey de Yunieski Gourriel, Ixis volvió a responder con cañonazo al left, batazo sobre el cual cometió error Rafael Orta. En el noveno, Ismel llegó a retirar al primer bateador, antes de abandonar el box después de realizados 125 lanzamientos.
Dos lanzadores, los derechos Ismel Jiménez y Yuliet López, demostraron una vez más que en el béisbol cuando hay pitchers no hay bateadores y le dieron a sus respectivos equipos, Gallos espirituanos y Azucareros villaclareños al triunfo que les dio el pase a las semifinales de la XLVII Serie Nacional.
Ismel Jiménez fue un coloso en el box.
Ismel se plantó en el box del atestado José Antonio Huelga y dejó en solo dos indiscutibles a la ofensiva de los Vaqueros habanistas, apoyado en la recta tirada por arriba y tres cuartos y el cambio de velocidad. El diestro espirituano fue subiendo en su labor y cerró el octavo capítulo con un impresionante escón de ponches. En total, lanzó dos juegos en este play off, 15 innings y dos tercios con una carrera permitida, para liderar a su equipo, capaz de dejar fuera de la semifinal a uno de los seleccionados más ganadores de la temporada.
Su rival, el olímpico Jonder Martínez, no estaba en su mejor noche, tolerando una en el primero por el elevado de sacrificio de Eriel Sánchez con Adonis Zamora en la antesala, base a la cual llegó por robo cuando el derecho habanista se descuidó.
Con esa hubiera bastado. Pero los discípulos de Juan Castro querían más y marcaron una más en el cuarto, por dobletes de Monteagudo e Ixis Valle. La puntilla llegó en el inning de la suerte, cuando luego del tubey de Yunieski Gourriel, Ixis volvió a responder con cañonazo al left, batazo sobre el cual cometió error Rafael Orta. En el noveno, Ismel llegó a retirar al primer bateador, antes de abandonar el box después de realizados 125 lanzamientos.
Viciedo sacó de juego a los Tigres con sus dos jonrones.
Algo similar realizó Yuliet López en el box del también repleto Sandino. Durante ocho entradas amarró corto a los Tigres avileños permitiendo seis imparables (la mitad salidos del bate del designado Yaibel Tamayo) con 10 ponches propinados, la mayoría a base de rectas en la esquina interior. En el noveno el primer bateador, Adonis García, le botó la pelota, y Víctor lo reemplazo por Alex Suárez, quien retiró de uno –dos –tres la entrada, los dos primeros por ponche.
Los dueños de casa le fueron arriba al abridor avileño Yander Guevara en el mismo primer inning y le fabricaron dos carreras cuando Andy Zamora le golpeó con fuerza una curva y sacó la pelota más allá de los límites por el bosque izquierdo. El mentor Roger Machado lo sustituyó por el Ciclón de Morón, Vladimir García, un lanzador de 96 millas en la recta.
Pero la velocidad no lo es todo y una de esos envíos supersónicos fue rechazado con violencia por Dayán Viciedo para conectar un cuadrangular que puso el marcador 4-0, preludio de la victoria, que el propio Viciedo se encargó de asegurar con su segundo bambinazo de la noche.
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