Ileana Ros-Lehtinen, archirreaccionaria de extrema derecha, aliada de terroristas y criminales.
JEAN-GUY ALLARD .
JEAN-GUY ALLARD .
Ileana Ros-Lehtinen, la representante de la mafia anticubana al Congreso norteamericano, asistió a una reunión pública convocada por una organización terrorista de Miami vinculada a la CIA, donde estuvo presente Luis Posada Carriles, el conocido asesino y torturador reclamado por Venezuela por la destrucción en pleno vuelo de un avión de pasajeros cubano.
La politiquera que Bush puso de máxima representante de su política exterior en la Cámara Baja, participó en la actividad convocada por el llamado Presidio Político Cubano, una organización creada en agosto del 2002 que reúne a contrarrevolucionarios con pasado de violencia, bajo la dirección del connotado terrorista Sixto Reynaldo "El Chino" Aquit.
Este miamense, a inicios de 1999, se radicó en Caracas para preparar —por cuenta de Posada Carriles— un atentado al Presidente Fidel Castro en ocasión de su asistencia a la toma de posesión de Hugo Chávez Frías. El plan criminal tenía apoyo financiero de la Fundación Nacional Cubano Americana.
Carriles, acompañado de su acostumbrada escolta vinculada a Alpha 66, hizo una ruidosa aparición entre los participantes de la reunión, que congregó a partidarios de la violencia contra Cuba y los procesos progresistas en América Latina.
Hace unos meses, El Nuevo Herald, de Miami, daba a conocer la participación de Aquit entre los fundadores de un Comité de apoyo a Luis Posada Carriles, junto a los connotados delincuentes Nelis Rojas, Pedro Remón y Dionisio Suárez.
Los archivos revelan, entre otras cosas, cómo Nelis Rojas participó activamente desde Venezuela, donde residió, en un fracasado plan de atentado concebido por Posada contra Fidel en el momento de la VII Cumbre Iberoamericana en la Isla Margarita, Venezuela, en 1997.
Hecho elocuente: varios activistas antibolivarianos conocidos por su propensión a predicar la violencia o dedicados a encubrir las actividades de la inteligencia norteamericana, tales como Patricia Andrade, ex empleada de la OEA reclutada por la CIA, estaban presentes en la pequeña asamblea.
El 13 de diciembre del 2005, en Caracas, diputados venezolanos encabezados por Cilia Flores y Nicolás Maduro, presentaron grabaciones de conversaciones de Andrade que demostraban la participación de EE.UU. en un plan terrorista de la CIA para desestabilizar a Venezuela.
Su presencia, con Ros-Lehtinen, en esta reunión de Miami, corresponde a los planes de la CIA de aglutinar a conspiradores cubanos y venezolanos en un mismo dispositivo de desestabilización, al cual pertenece la periodista Patricia Poleo, asociada al asesinato del fiscal Danilo Anderson, encargado de investigar a los participantes de la asonada golpista de abril del 2002.
El denominado Presidio Político Cubano, que convocó la cita de Miami, siempre sirvió de reserva a los servicios especiales norteamericanos para reclutar a mercenarios.
Entre otros casos, la organización se usó de cobertura, hace unos años, en un complot para destruir con explosivos el Memorial al Che Guevara en Santa Clara, operación frustrada por un agente de la seguridad del Estado infiltrado en el grupo de conspiradores.
Ros-Lehtinen, hija de un individuo asociado a la sangrienta dictadura de Fulgencio Batista, ha manifestado públicamente en múltiples oportunidades su apoyo a protagonistas del terrorismo contra Cuba.
La politiquera que Bush puso de máxima representante de su política exterior en la Cámara Baja, participó en la actividad convocada por el llamado Presidio Político Cubano, una organización creada en agosto del 2002 que reúne a contrarrevolucionarios con pasado de violencia, bajo la dirección del connotado terrorista Sixto Reynaldo "El Chino" Aquit.
Este miamense, a inicios de 1999, se radicó en Caracas para preparar —por cuenta de Posada Carriles— un atentado al Presidente Fidel Castro en ocasión de su asistencia a la toma de posesión de Hugo Chávez Frías. El plan criminal tenía apoyo financiero de la Fundación Nacional Cubano Americana.
Carriles, acompañado de su acostumbrada escolta vinculada a Alpha 66, hizo una ruidosa aparición entre los participantes de la reunión, que congregó a partidarios de la violencia contra Cuba y los procesos progresistas en América Latina.
Hace unos meses, El Nuevo Herald, de Miami, daba a conocer la participación de Aquit entre los fundadores de un Comité de apoyo a Luis Posada Carriles, junto a los connotados delincuentes Nelis Rojas, Pedro Remón y Dionisio Suárez.
Los archivos revelan, entre otras cosas, cómo Nelis Rojas participó activamente desde Venezuela, donde residió, en un fracasado plan de atentado concebido por Posada contra Fidel en el momento de la VII Cumbre Iberoamericana en la Isla Margarita, Venezuela, en 1997.
Hecho elocuente: varios activistas antibolivarianos conocidos por su propensión a predicar la violencia o dedicados a encubrir las actividades de la inteligencia norteamericana, tales como Patricia Andrade, ex empleada de la OEA reclutada por la CIA, estaban presentes en la pequeña asamblea.
El 13 de diciembre del 2005, en Caracas, diputados venezolanos encabezados por Cilia Flores y Nicolás Maduro, presentaron grabaciones de conversaciones de Andrade que demostraban la participación de EE.UU. en un plan terrorista de la CIA para desestabilizar a Venezuela.
Su presencia, con Ros-Lehtinen, en esta reunión de Miami, corresponde a los planes de la CIA de aglutinar a conspiradores cubanos y venezolanos en un mismo dispositivo de desestabilización, al cual pertenece la periodista Patricia Poleo, asociada al asesinato del fiscal Danilo Anderson, encargado de investigar a los participantes de la asonada golpista de abril del 2002.
El denominado Presidio Político Cubano, que convocó la cita de Miami, siempre sirvió de reserva a los servicios especiales norteamericanos para reclutar a mercenarios.
Entre otros casos, la organización se usó de cobertura, hace unos años, en un complot para destruir con explosivos el Memorial al Che Guevara en Santa Clara, operación frustrada por un agente de la seguridad del Estado infiltrado en el grupo de conspiradores.
Ros-Lehtinen, hija de un individuo asociado a la sangrienta dictadura de Fulgencio Batista, ha manifestado públicamente en múltiples oportunidades su apoyo a protagonistas del terrorismo contra Cuba.
Fuente Periódico Granma
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