Por: José Miguel.
El sabio cubano Alvaro Francisco Reynoso Valdés fue recordado en esta fecha al cumplirse el 178 aniversario de su natalicio en un acto que tuvo lugar en el Instituto Politécnico que lleva su nombre en esta ciudad de Matanzas.
La jornada de homenaje, auspiciada por la Cátedra Honorífica Alvaro Reynoso de la Universidad " Camilo Cienfuegos", incluyó la celebración de un taller relacionado con la vida y obra del destacado investigador cubano según nos informó el Master en Ciencias Edmundo González Quindelan Presidente de la citada cátedra.
En este evento fueron presentados tres trabajos relacionados con la temática de la caña de azúcar e industria, y otro sobre la vida de este científico.
Además de los ponentes estuvieron presentes en la conmemoración miembros de la Cátedra Honorifica, estudiantes de la carrera de agronomía y directivos y alumnos del Politécnico Alvaro Reynoso.
Del destacado periodista Juan Varela Pérez, especialista en temas relacionados con la industria azucarera traemos algunos apuntes sobre Alvaro Reynoso.
Los principios agronómicos del eminente científico cubano Álvaro Reynoso solo lograron plena vigencia con el triunfo de la Revolución en 1959. Hasta entonces su Ensayo sobre el cultivo de la caña de azúcar era más conocido y estudiado en otros países, donde se hizo imprescindible la aplicación del "sistema Reynoso".
Un día como hoy, en 1829, nació en Alquízar, provincia de La Habana, el llamado "padre de la agricultura cubana", hombre que por la integralidad de sus conocimientos, investigaciones y resultados prácticos, se adelantó a su tiempo.
Cuando solo tenía 20 años de edad (1849) publicó un trabajo de gran interés: Nuevo procedimiento para el conocimiento del yodo y del bromo. Cinco años después envía a la Academia de Ciencias de París otro sobre Presencia de sangre en la orina de personas sometidas a la inhalación de medicamentos anestésicos, el que recibe Premio en el Concurso de Medicina y Cirugía. Escribió y aportó elementos sobre los cultivos de arroz, tabaco, maíz, plátano, yuca, papa y boniato, que deben ser divulgados.
Sería interminable enumerar la prolífera obra, las altas funciones que desempeñó y las honrosas distinciones recibidas por este sabio que a los 27 años de edad era reconocido como genio en toda Europa.
En 1862, en plena madurez creativa, publica el Ensayo sobre el cultivo de caña de azúcar, su obra cumbre de 500 páginas, traducida a varios idiomas, ignorada en Cuba.
Imposible que la obra de Reynoso fuera viable en la república neocolonial, en la que nuestro país se convirtió en un apéndice económico y político de los EE.UU., subdesarrollado, con una estructura caracterizada por el latifundio, el analfabetismo y el bajo nivel cultural de las grandes masas.
Sus estudios constituyeron, en última instancia, una severa crítica a las condiciones de un país colonizado y a su lucha por tratar de superar esas condiciones.
Coinciden investigadores que el desarrollo científico y tecnológico experimentado en el siglo XIX fue deliberadamente frustrado por los intereses monopolistas del imperio estadounidense.
Reynoso fue uno de los precursores de la diversificación agroindustrial y del cuidado del medio ambiente; habló del uso de los subproductos de la caña y el cultivo intensivo de esta planta como una forma de garantizar buenas tierras para otras siembras económicamente viables
Los principios agronómicos del eminente científico cubano Álvaro Reynoso solo lograron plena vigencia con el triunfo de la Revolución en 1959. Hasta entonces su Ensayo sobre el cultivo de la caña de azúcar era más conocido y estudiado en otros países, donde se hizo imprescindible la aplicación del "sistema Reynoso".
Un día como hoy, en 1829, nació en Alquízar, provincia de La Habana, el llamado "padre de la agricultura cubana", hombre que por la integralidad de sus conocimientos, investigaciones y resultados prácticos, se adelantó a su tiempo.
Cuando solo tenía 20 años de edad (1849) publicó un trabajo de gran interés: Nuevo procedimiento para el conocimiento del yodo y del bromo. Cinco años después envía a la Academia de Ciencias de París otro sobre Presencia de sangre en la orina de personas sometidas a la inhalación de medicamentos anestésicos, el que recibe Premio en el Concurso de Medicina y Cirugía. Escribió y aportó elementos sobre los cultivos de arroz, tabaco, maíz, plátano, yuca, papa y boniato, que deben ser divulgados.
Sería interminable enumerar la prolífera obra, las altas funciones que desempeñó y las honrosas distinciones recibidas por este sabio que a los 27 años de edad era reconocido como genio en toda Europa.
En 1862, en plena madurez creativa, publica el Ensayo sobre el cultivo de caña de azúcar, su obra cumbre de 500 páginas, traducida a varios idiomas, ignorada en Cuba.
Imposible que la obra de Reynoso fuera viable en la república neocolonial, en la que nuestro país se convirtió en un apéndice económico y político de los EE.UU., subdesarrollado, con una estructura caracterizada por el latifundio, el analfabetismo y el bajo nivel cultural de las grandes masas.
Sus estudios constituyeron, en última instancia, una severa crítica a las condiciones de un país colonizado y a su lucha por tratar de superar esas condiciones.
Coinciden investigadores que el desarrollo científico y tecnológico experimentado en el siglo XIX fue deliberadamente frustrado por los intereses monopolistas del imperio estadounidense.
Reynoso fue uno de los precursores de la diversificación agroindustrial y del cuidado del medio ambiente; habló del uso de los subproductos de la caña y el cultivo intensivo de esta planta como una forma de garantizar buenas tierras para otras siembras económicamente viables
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