Cuba niega que haya intentado interferir en las elecciones de EE.UU. como señala un informe y dice que tal acusación es parte de “la guerra sucia” contra la isla.
El director general de Estados Unidos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba (Minrex), Carlos Fernández de Cossío, ha refutado este miércoles un informe de 15 páginas elaborado por todas las agencias de inteligencia estadounidense.
El documento norteamericano sostiene que La Habana habría tratado de minar las perspectivas electorales del expresidente Donald Trump, con “narrativas antirepublicanas y prodemócratas entre la comunidad latinoamericana”.
El diplomático cubano ha destacado en su cuenta de Twitter la falsedad de dicha acusación y ha puesto de relieve que el propio gobierno de Washington confirma la falta de evidencia para tales calumnias, divulgadas con propósitos de propaganda y difamación.
En noviembre, mientras el recuento no favorecía a Trump, la abogada Sidney Powell, vinculada a la campaña electoral de los republicanos, enfatizó que el “dinero comunista” había sido empleado para influir en los comicios, aludiendo a los Gobiernos de Venezuela, Cuba y China.
Esto a pesar de que el director de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA, por su sigla en inglés), Chris Krebs, en un informe, publicado el 13 de noviembre, afirmó que “no hay evidencia de que algún sistema de votación haya eliminado o perdido votos, haya cambiado votos o haya de cualquier forma estado comprometida”.
Ante esa denuncia, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, rechazó las “calumnias” del equipo electoral del entonces presidente Trump, sobre que la isla había influido en su derrota en las elecciones.
Incluso, antes de las elecciones estadounidenses, Rodríguez había alertado del “oportunismo electoral” del inquilino republicano de la Casa Blanca por reunirse con un grupo de la oposición cubana en Miami, un estado pendular clave para los comicios de noviembre próximo.
No obstante, todos los movimientos del magnate republicano fueron en vano pues perdió ante Biden, que a pesar de haber criticado la dura política de Trump hacia Cuba, no tomado ninguna decisión a favor de la isla.
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