El
único objetivo del presidente Donald Trump de acá a noviembre es
remontar su campaña política de cara a las elecciones generales a
finales de año. Es así que además de atacar a cualquiera que se cruce o
se haya cruzado en su camino, como China, Irán y Rusia, también esta
buscando a sus aliados como los senadores republicanos y la Corte
Suprema. Aunque por el momento nada de esto parece ser suficiente ya que
en casi todas las encuestas realizadas, el demócrata Joe Biden le
ganaría en los comicios.
La Casa Blanca de Donald Trump arde y toda la
administración está desesperada por encontrar el matafuego que acabe con
este incendio es por eso que ya comenzaron los ataques con China, Irán,
Rusia y los inmigrantes. Sin embargo en su jornada matutina de Twitter,
el presidente continúa asegurando que su porcentaje de aprobación en el
Partido Republicano es alto y que "está haciendo un buen trabajo a la hora de controlar la pandemia", ¿estás seguro de eso Donald? Lo
que se olvidó mencionar es que hasta los mismos republicanos están
desesperados buscando una solución que evite el fracaso electoral del
candidato en las elecciones generales de noviembre.
Además por supuesto el hecho de que cada vez son más las
personas que se suman al grupo que todo candidato político quiere
conquistar: los indecisos, mientras que todas las encuestas publicadas
durante los últimos dos días en el sitio Real Clear Politics dan al candidato demócrata, Joe Biden como ganador si las elecciones fueran hoy, y no solamente en estados demócratas ya que Pennsylvania y Florida,
que en 2016 apoyaron a los republicanos hoy irían por Biden. En estas
condiciones, el escenario que le toca atravesar a Trump no es tan fácil
como el quiere reflejar.
En tanto, la economía no parece tener ánimos de mejorar en el futuro
cercano teniendo en cuenta que muchos expertos aseguran que las
consecuencias de la epidemia del Coronavirus se seguirán sintiendo
durante muchos años ya que se trata de una recesión a nivel global, por
lo menos así lo definieron instituciones globales como el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial. Pero uno de los mayores
peligros para Trump y su campaña es que ya se registraron 26.5 desempleados
en Estados Unidos y gran parte de ellos son quienes están a cargo del
cinturón industrial del país y que en su momento apoyaron a los
republicanos.
Al mismo tiempo se está llevando adelante una iniciativa bi
partidaria en el Congreso, ya aprobada por el Senado y la Cámara de
Representantes, que establece un nuevo paquete de emergencia económica
de US$ 484 mil millones para evitar el colapso económico. Es una de las
primeras veces en mucho tiempo en donde ambas cámaras y la Casa Blanca
actúan en conjunto, cada uno con su propio objetivo pero al fin y al
cabo es uno de los aspectos positivos de la pandemia. Sobretodo
teniendo en cuenta que la división de poderes estuvo muy cuestionada
durante los últimos casi 4 años de presidencia de Trump.
Aunque los valores de la República no están muy definidos todavía o
por lo menos se ven borroneados en momentos donde cualquier salvavidas
le vendría bien al presidente. Es así que la Corte Suprema, que
está plagada de conservadores y amigos del gobierno, decidió apoyar en
esta cruzada al mandatario, como no podía ser de otra forma. En
consecuencia, este jueves 23/04 el mayor órgano judicial decidió
ampliar las bases para deportar inmigrantes legales con antecedentes
penales. Este es el golpe final de Trump hacia los inmigrantes que tengan o no green card (el documento necesario para residir legalmente en USA).
La guerra con los inmigrantes se profundizó a comienzos de esta
semana cuando el presidente estadounidense anunció suspendería
temporalmente el ingreso de migrantes al país: la medida afectará
quienes buscan obtener la residencia permanente y no se aplicará sobre
aquellos que ingresen temporalmente al país Aunque ahora a partir de un
caso particular, la Corte Suprema decidió que por más que seas residente
legal, en caso de tener antecedentes también habría problemas. Esta
movida no es más que otro manotazo de ahogado de la Casa Blanca contra uno de sus puntos de ataque conocido: los inmigrantes, teniendo en cuenta que muchos de sus votantes estarían de acuerdo con esta medida.
Por otro lado, se encuentran las manifestaciones del Partido Republicano, teniendo
en cuenta que los perfiles de votantes dentro del mismo no son iguales.
Por un lado se encuentran los extremismos de derecha: entre ellos los
grupos religiosos, los antivacunas y antiaborto, pero por otro lado se encuentra el norteamericano promedio del centro del país que si bien es conservador y probablemente haya votado a Trump en 2016,
los golpes de la economía actual y la c
De acuerdo a Michael Gerson, columnista de The Washington Post, una derrota de Trump podría ser lo más beneficioso para el Partido Republicano: "abriría un pequeño espacio para la reconsideración ideológica y la renovación",
explica el mismo pero no sin antes aclarar que una segunda victoria del
mandatario podría definir a los republicanos como algo más que una
extrema derecha y "un grupo de blancos enojados".
En consecuencia el presidente ya puso en marcha todos sus planes,
tiene varios frentes abiertos y está a la espera de que alguno de ellos
funcione a su favor ya que lo único que le salió como esperaba en las
últimas semanas fue el hecho de que el Primer Ministro israelí y
aliado, Benjamin Netanyahu consiga más tiempo frente al país para
concretar el Plan de Paz de Medio Oriente y la anexión de Cisjordania. Aunque frente a una pandemia seguramente otros desafíos se presenten antes.
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