20 años del concepto de Revolución: “Es evidente que subestimaron a nuestro pueblo”
Por:
Fidel Castro Ruz
Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, en la Tribuna Abierta de la juventud, los estudiantes y los trabajadores por el Día Internacional de los Trabajadores, en la Plaza de la Revolución, el 1ro de mayo del 2000.
- Vea abajo el discurso donde Fidel pronuncia por primera vez el concepto de Revolución 👇🗣️
Estamos
viviendo días de intensa y trascendental lucha. Cinco meses llevamos
batallando sin tregua. Millones de compatriotas, todos casi sin
excepción, han participado en ella. Nuestras armas han sido la
conciencia y las ideas que ha sembrado la Revolución a lo largo de más
de cuatro décadas.
Revolución es sentido del momento histórico;es cambiar todo lo que debe ser cambiado;es igualdad y libertad plenas;es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos;es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos;es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional;es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio;es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo;es luchar con audacia, inteligencia y realismo;es no mentir jamás ni violar principios éticos;es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas.Revolución es unidad, es independencia,es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo,que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.
Es evidente que subestimaron a nuestro pueblo
En términos reales y concretos, nos hemos enfrentado durante 41 años a la más poderosa potencia que jamás haya existido en el mundo, vecina nuestra a sólo 90 millas, que en la actualidad asume carácter unipolar y hegemónico.
Esta vez la lucha adquirió un matiz especialmente agudo. Lo motivó el secuestro de un niño.
¿Ha sido acaso el único? ¡No! Muchos niños cubanos han sido separados
de uno de sus progenitores y conducidos a Estados Unidos de forma ilegal
sin la más remota posibilidad de recuperarlos acudiendo a las
autoridades norteamericanas.
Sólo en los
primeros dos años y medio de la Revolución, 14 000 niños fueron
sustraídos clandestinamente, con la anuencia en este caso del padre, de
la madre o de ambos, víctimas del engaño, al propalarse por los
servicios de inteligencia de Estados Unidos y sus agentes en Cuba el
deliberado y cuidadosamente elaborado rumor, respaldado por una ley
apócrifa, de que los padres serían privados de la patria potestad sobre
sus hijos.
La posterior
supresión abrupta por el gobierno de Estados Unidos de los vuelos
normales a ese país dejó separados a esos padres de sus hijos, muchos de
los cuales vivieron un infierno de sufrimiento, desamparo y desarraigo.
En esta ocasión, un modesto padre se había dirigido al gobierno solicitando ayuda:
su hijo, que no había cumplido todavía 6 años, fue víctima de una gran
tragedia. Sin su conocimiento ni autorización, fue sustraído del país en
un viaje ilegal, irresponsable y aventurero, organizado por un agresivo
y violento delincuente.
Como dijo
Raquel, la abuela materna de Elián al llegar a Nueva York el día 21 de
enero de este año, en gestiones para la liberación de su nieto, su hija
fue arrastrada a la tragedia por la violencia de este sujeto.
La embarcación
naufragó, y el niño vio morir a su madre ahogada. Era una excelente
trabajadora, militante de la Juventud y del Partido, de la cual todos
los que la conocieron guardan una buena opinión. Fue una de las víctimas
entre los once ciudadanos cubanos que perecieron ese día.
Como otros muchos, a lo largo de 34 años, fueron conducidos a la muerte por un monstruoso y sanguinario engendro llamado Ley de Ajuste Cubano,
que promueve las salidas ilegales y el contrabando de emigrantes,
impulsados a viajar a Estados Unidos, como lo hacen millones de personas
procedentes de países pobres de este y otros continentes, atraídos por
la ostentación, el lujo y el derroche de las sociedades de consumo.
En el caso
particular de Cuba, a eso se suman los grandes y exclusivos privilegios
que concede la mencionada ley a los que viajan ilegalmente a Estados
Unidos procedentes de Cuba, y cuatro décadas de bloqueo y guerra
económica no menos monstruosos que esa ley.
Así, a pesar
de los acuerdos migratorios suscritos entre ambos países, por la vía
ilegal se les llena la Florida de delincuentes. Cinco de cada diez que
utilizan ese procedimiento tienen antecedentes penales, como robo con
fuerza y otros delitos similares.
El niño pudo sobrevivir, como se conoce, flotando a la deriva sobre un neumático durante más de 30 horas. La mafia terrorista cubanoamericana, creada a su imagen y semejanza por gobiernos irresponsables de Estados Unidos,
se apoderó del niño como un preciado trofeo publicitario; un personaje
corrupto y siniestro, a título de familiar lejano, que sólo lo había
visto una vez en su vida, recibió su custodia temporal.
Bajo el
control total de la mafia, se negó a devolverlo cuando lo reclamó su
padre apenas salió del hospital. De inmediato nuestro pueblo, con su
tradicional tenacidad, inició la lucha por la devolución del niño a su
padre y a la familia directa y cercana que siempre convivió con él.
Según las
leyes internacionales y las normas jurídicas de Estados Unidos y de
Cuba, lo que correspondía era devolver de inmediato el niño a su país de
origen. Cualquier litigio tendría que ser resuelto en tribunales
cubanos.
Casi 10 días
tardaron en dar respuesta a la nota diplomática presentada por el
Ministerio de Relaciones Exteriores reclamando la devolución solicitada
por el padre desde los primeros instantes. Ya entonces se habían
producido las primeras protestas públicas en Cuba, que se han prolongado
hasta hoy.
Es evidente que subestimaron a nuestro pueblo, que no ha cesado un solo día de luchar por algo absolutamente justo, y pudo trasmitir al propio pueblo norteamericano y al mundo su mensaje de dolor e indignación ante la injusticia cometida con una humilde familia cubana y el gran crimen que se estaba perpetrando con ese niño.
¡Dante no
habría sido capaz de describir el infierno de casi cinco meses de
tortura mental, presión psíquica y manipulación política que ha sufrido!
¿Hasta cuándo van a seguir creyendo en sus propias mentiras?
Lo sucedido
sensibilizó a decenas de millones de familias norteamericanas que han
tenido hijos, nietos, bisnietos y sobrinos de la edad de Elián. Ellos,
al igual que el resto del mundo, comprendían cada vez más que no podía
haber pretexto político o ideológico para cometer contra un niño y un
padre, cualquiera que fuese su nacionalidad, ese crimen bárbaro y cruel.
La mafia
terrorista de Miami y sus aliados de la extrema derecha de Estados
Unidos nos acusaban de politizar el caso, cuando lo que hacíamos era
luchar contra ese crimen, y lo hemos hecho con medios pacíficos: ni un
solo cristal de la Oficina de Intereses de Estados Unidos ha sido roto,
ni una sola piedra ha sido lanzada contra esa instalación, ningún
funcionario o visitante norteamericano ha sido molestado, ninguna
bandera norteamericana ha sido pisoteada o quemada en las calles.
Me pregunto qué habría hecho el gobierno de ese país si se hubiese producido una situación similar
con un niño norteamericano de apenas 6 años que hubiera sido
secuestrado en Cuba y sometido al atroz tratamiento que sufrió ese niño
en Estados Unidos.
Durante casi
cinco meses, desde que apareció el niño en las costas de la Florida,
sucedieron cosas increíbles y se cometieron todo tipo de arbitrariedades
y errores.
Hasta horas
antes de su rescate, ninguna de las distintas ramas de la
administración, a pesar de conocer lo que estaba sucediendo, parecía
preocuparse por su salud mental, por la escandalosa exhibición pública y
las manipulaciones de que era víctima, y lo que es todavía más
censurable: por los riesgos físicos que estaba corriendo
.
El jefe del
comando que lo rescató acaba de afirmar que la resistencia estaba
perfectamente organizada y había numerosos hombres armados alrededor de
la casa donde estaba secuestrado el niño, lo mismo que el gobierno de
Cuba había advertido al Departamento de Estado y denunciado públicamente
entre el 22 de marzo y el 22 de abril.
La última
propuesta de siete puntos que la Fiscal General hizo llegar al padre del
niño, cerca de las 10 de la noche del viernes 21 de abril, siete horas
aproximadamente antes de las 5 de la mañana en que se liberó a Elián de
los secuestradores, contenía tres puntos que no quise leer en la Tribuna
Abierta de Jagüey Grande, en que se conmemoraba el doloroso episodio de
la invasión mercenaria de Girón, por considerarlos sencillamente
grotescos, y preferí la tregua de 24 horas de la que hablé para
reconocer la decisión que finalmente adoptó la Fiscal, aunque dejó en
nosotros profunda inquietud sobre las cosas que podían ocurrir en el
futuro.
Nada podía ser
más humillante ni podría parecerse más a un tratamiento carcelario o al
secuestro de Juan Miguel con su esposa y sus dos hijos, el inicio de
una nueva etapa de tortura psíquica para toda la familia peor aún que la
que el niño estuvo sufriendo en Miami.
Los que han
visto la histeria de Marisleysis por la televisión y conocen quién es el
siniestro Lázaro, y todos los psiquiatras honestos, comprenden bien qué
habría significado para Elián y su familia aquella absurda e imposible
cohabitación.
Era
precisamente la demanda de la Fundación. Fue tal propuesta la que
determinó la decisión casi suicida de Juan Miguel de marchar de
inmediato con la esposa y el niño a rescatar personalmente a Elián en
Miami.
Tal fue la
estupidez de aquellos cabecillas enloquecidos, que rechazaron esa
propuesta. Era exactamente lo mismo que ellos demandaban, sólo que en
Miami y no en Washington.
El conocido
legislador Bob Menéndez, lobbista y estrecho aliado de la mafia de
Miami, y una Subsecretaria Asistente de Estado, buscaban afanosamente,
el viernes 21, un lugar similar a Airlie House en las proximidades de
Miami.
He utilizado
estos hechos para demostrar hasta qué bochornoso punto la Fiscal General
se esforzó por evitar el uso de la fuerza. Nadie puede en nuestro país
ignorar los riesgos potenciales en el torcido camino que, bajo presiones
de la Fundación, escogieron las autoridades norteamericanas para
resolver un sencillo caso de inmigración si no se tratara de un niño
cubano.
***
¿Dónde está
la
ética de los líderes políticos de ese país? ¿Cómo es posible que
ignoren en tan alto grado las realidades de Cuba? ¿Por qué tanto
desprecio? ¿Hasta cuándo van a seguir creyendo en sus propias mentiras?
Surgen
repentinamente el día 27 restricciones y obstáculos de todo tipo para el
movimiento de los funcionarios cubanos que atendían a Juan Miguel, su
esposa y sus dos hijos, ya ubicados a 70 millas de distancia; se
conceden sólo cuatro visas para los niños que debían viajar para ayudar
en la recuperación de Elián, limitándolas a 15 días; se establece la
absurda fórmula de rotarlos cada dos semanas, y no se concede
autorización para viajar a ninguno de los especialistas indispensables
solicitados por la familia.
Era evidente el propósito de aislar a Juan Miguel, su compañera y los dos niños en la lejana Wye Plantation de Maryland.
Coincidente
con las declaraciones de Bush y de Hillary, la señora Albright,
Secretaria de Estado, dijo a la cadena Fox, en una entrevista
televisada: "Tenemos algunos problemas muy serios con Cuba y vamos a
continuar manteniendo la ley del embargo" —así llama ella al bloqueo y
la guerra económica— "y la Ley para la Democracia Cubana" —así se
refiere a la genocida Ley Helms-Burton.
No culpamos al pueblo norteamericano, culpamos a los responsables de las mentiras
Lo curioso es
que nadie en Cuba había solicitado perdón al gobierno de Estados Unidos;
nadie le solicitó tampoco el cese de ese bloqueo que es cada vez más
insostenible e inexorablemente se derrumba por anacrónico y por ser cada
vez más costoso política y moralmente para Estados Unidos.
Los padres que
iniciaron la heroica tradición de nuestra patria frente a los sueños
anexionistas con relación a Cuba concebidos en Estados Unidos hace 200
años nos enseñaron que los derechos se exigen, no se mendigan.
Nada será fácil respecto a Cuba en el futuro. Cuarenta años de resistencia contra agresiones e injusticias de todo tipo y la batalla de ideas que hemos librado sin tregua durante cinco largos meses nos han hecho mucho más fuertes.
Lucharemos sin
descanso contra la asesina Ley de Ajuste Cubano, contra la cruel Ley
Helms-Burton, cuyos autores son acreedores —conforme a los tratados
firmados en 1948 y 1949, suscritos tanto por Cuba como por Estados
Unidos— a comparecer ante un tribunal por delito de genocidio;
lucharemos contra la ley cuyo autor, Robert Torricelli, es aliado de la
mafia terrorista de Miami; lucharemos contra el
bloqueo y la guerra económica que nuestro pueblo ha sabido resistir
durante casi medio siglo; lucharemos contra las actividades subversivas
que se llevan a cabo desde Estados Unidos, incluido el terrorismo, para
desestabilizarnos, y lucharemos para que se devuelva finalmente a
nuestra patria el territorio ilegalmente ocupado en nuestro país.
Cumpliremos todo lo que juramos en Baraguá ante la memoria imborrable e inmortal del Titán de Bronce.
No culpamos al
pueblo norteamericano; culpamos a los responsables de las mentiras con
que lo han engañado mucho más tiempo que el que imaginaba Lincoln.
Por el
contrario, rendimos tributo al pueblo que, a pesar de las mentiras, de
forma ampliamente mayoritaria fue capaz de rechazar el repugnante crimen
que se estaba cometiendo contra un niño cubano.
Sería sabio
que los actuales y futuros gobernantes de Estados Unidos comprendieran
que David ha crecido. Se ha ido convirtiendo en un gigante moral que no
lanza piedras con su honda sino ejemplos, mensajes e ideas frente a las
cuales el gran Goliath de las finanzas, las riquezas colosales, las
armas nucleares, la más sofisticada tecnología y un poder político
mundial que se sustenta en el egoísmo, la demagogia, la hipocresía y la
mentira, está indefenso.
Para que no se
hagan demasiadas ilusiones con su ridícula y pírrica victoria en la
Comisión de Derechos Humanos, frente a la infame resolución de Ginebra,
basada en la calumnia e impuesta por el gobierno de Estados Unidos
mediante presiones humillantes y el apoyo de sus aliados de la OTAN,
Cuba en ese mismo período de sesiones promovió seis resoluciones en
favor de los países del Tercer Mundo, que fueron todas aprobadas por aplastante mayoría,
siempre con el voto en contra de Estados Unidos, que por lo general
contó con el único apoyo o la abstención del grupito de sus ricos
aliados europeos.
Los pueblos de un mundo ingobernable, que sufren la pobreza y la miseria, al que explotan y saquean cada vez más, serán nuestros mejores compañeros de lucha. Para cooperar con ellos no disponemos de recursos financieros. Contamos en cambio con un extraordinario y abnegado capital humano, del que no disponen ni dispondrán jamás los países ricos.
¡Viva el patriotismo!
¡Viva el socialismo!
¡Viva el internacionalismo!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
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