Maryland y Nueva York, los estados más afectados.
Todo empezó el 8 de noviembre de 2016, cuando Donald Trump
fue elegido presidente de EEUU. Casi cuatro años después, en una rueda
de prensa sobre la mayor pandemia del último siglo, el inquilino de la
Casa Blanca recomendaba inyectarse desinfectante y usar luz ultravioleta
para acabar con el coronavirus, dejando estupefactos a sus consejeros científicos.
Horas más tarde, según informa la cadena ABC, los centros de emergencias de estados como Maryland se llenaban de llamadas preguntando por el uso de desinfectante para luchar contra el coronavirus.
Según esta cadena, más de cien en apenas unas horas, lo que ha obligado a las autoridades de este estado a emitir una alerta advirtiendo de lo obvio: que nadie siga los consejos del presidente de Estados Unidos.
La cosa ha sido peor en Nueva York, donde se han registrado una
treintena de llamadas relacionadas con la exposición a lejía, el
desinfectante Lysol y otros productos de limpieza poco después de las
declaraciones de Trump.
El departamento gestionó por teléfono nueve casos por exposición al Lysol, diez relacionados con la lejía y once con otros productos de limpieza del hogar en un período de 18 horas antes de las tres de la tarde de este viernes.
El Centro de Control de Envenenamientos no especifica qué tipo de exposición hubo en estos casos, si fue por contacto con la piel o ingeridos, pero sí informa que ninguno requirió de admisión a un hospital ni desembocó en ningún fallecimiento.
Los datos del Centro muestran un importante aumento con respecto a los que se manejaron en el mismo periodo de 18 horas en 2019, en el que se atendieron dos casos relacionados con la lejía y trece relacionados con productos de limpieza del hogar.
Tras el revuelo generado, el presidente de Estados Unidos reaccionó como mejor sabe: echando balones fuera. Aseguró que todo era un comentario sarcástico que pretendía poner a prueba a la prensa.
Horas más tarde, según informa la cadena ABC, los centros de emergencias de estados como Maryland se llenaban de llamadas preguntando por el uso de desinfectante para luchar contra el coronavirus.
Según esta cadena, más de cien en apenas unas horas, lo que ha obligado a las autoridades de este estado a emitir una alerta advirtiendo de lo obvio: que nadie siga los consejos del presidente de Estados Unidos.
El departamento gestionó por teléfono nueve casos por exposición al Lysol, diez relacionados con la lejía y once con otros productos de limpieza del hogar en un período de 18 horas antes de las tres de la tarde de este viernes.
El Centro de Control de Envenenamientos no especifica qué tipo de exposición hubo en estos casos, si fue por contacto con la piel o ingeridos, pero sí informa que ninguno requirió de admisión a un hospital ni desembocó en ningún fallecimiento.
Los datos del Centro muestran un importante aumento con respecto a los que se manejaron en el mismo periodo de 18 horas en 2019, en el que se atendieron dos casos relacionados con la lejía y trece relacionados con productos de limpieza del hogar.
Tras el revuelo generado, el presidente de Estados Unidos reaccionó como mejor sabe: echando balones fuera. Aseguró que todo era un comentario sarcástico que pretendía poner a prueba a la prensa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario