lunes, 3 de febrero de 2020

Lo que deliberadamente omite la cancioncita de Orishas

Sobre la cancioncita de Orishas. No me gusta. No me gusta y no solo por lo que dice, sino por todo lo que deliberadamente omite.

La única parte bonita y con vuelo es la que le robaron a Silvio, título incluido.

A la letra envenenada de Orishas le falta el bello equilibrio y el brillo de lo auténtico que hizo que muchos, fuera y dentro de Cuba, se reconocieran en sus canciones y voces.

La que utilizaron de Silvio sin permiso (pedir permiso no es lo mismo que recibir permiso) sirve para atraer publicidad y prestarse a la operación bien montada de confundir la Cuba real y compleja con la Cuba de la caricatura (hay mucho dinero corriendo para eso). Atacar a Cuba agredida cuando más duro nos dan es un acto sucio.

Olvidar a todos los médicos y personal de la salud cubanos que a diario trabajan con amor, gratuitamente cuidando y ofreciendo servicios a niños, mujeres, hombres y ancianos, incluyendo a los familiares en Cuba de nuestros emigrados, es una bajeza.

Quienes hemos vivido fuera de Cuba sabemos lo que costaría y cuesta ese médico de familia, esos medicamentos que hoy están en falta por el Bloqueo que hasta el combustible nos arrebata con piratería y maldad, y esas cirugías, análisis, tratamientos para el cáncer, y acceso a ultrasonidos, rayos X, resonancias y otros servicios especializados. ¿Cuánto nos costó formarnos en las universidades y escuelas de arte donde todos los que vivimos dentro o fuera nos educamos con nivel del primer mundo sin pagar un centavo?

Ponerse del lado del abusador, pensando y calculando que esta vez nos va a ganar, para poder recibir aplausos y ofertas de quienes más golpean a este pueblo y sus guardianes poderosos, minoritarios y extremistas, es un acto feo.

Hay medias verdades y problemas reales en su texto, hay valores lastimados y errores costosos, pero todos ellos parecen mentiras fuera del contexto y la proporción, lejos de la belleza desgarradora de las verdades y bajo el mensaje simple que queda luego de todo lo que vulgarmente omiten.

No me gusta la trampa, la bajeza, la ingratitud, la manipulación y el oportunismo.

Me gusta mucho y respeto la obra y el trabajo de Orishas. Los cubanos aquí somos más tolerantes que lo que nos pintan. Juntos y por separados los Orishas son y serán parte de la banda sonora de Cuba. Me duele que se prestaran, ya sea por convicción, manipulación o por conveniencia, para cerrar los ojos y el corazón y alzar la mano contra todo lo que amamos.

“Hoy yo te invito a caminar por mis solares

Pa’ demostrarte de que sirven tus ideales”
.
¿En serio? Si hay algo en este mundo que sirve al ser humano son los ideales, los ejemplos sobran y gracias a ellos todo el que viene a Cuba sigue diciendo que lo mejor del viaje fue este pueblo único. Somos pobres, pero tampoco hay hambre ni miseria en Cuba, lo que tenemos poco o mucho lo compartimos. A pesar de que el Bloqueo nos roba a la fuerza casi 5 000 millones de dólares al año, este país imperfecto y agredido sigue siendo un paradigma de justicia social y desarrollo humano donde la gente ríe.

“60 años trancado el dominó

Bombo y platillo a los 500 de La Habana

Mientras en casa en las cazuelas ya no tienen jama”.

Se les olvidó el detallito de que Cuba es el país sometido al sistema de medidas coercitivas abusivas unilaterales más duro del planeta. ¿Que seríamos sin ese freno brutal a nuestra capacidad de desarrollo?

Sin luz, agua potable y en carretera de fango… ¿Quién les habrá obligado a insertar esta estampa de otras tierras del tercer mundo que a Cuba no nos distingue ni empaña? Cuba es un país electrificado al 100%, tiene casi un 100% de escolaridad, incluyendo escuelas en los lugares más remotos e intrincados, y posee el programa materno infantil y las enfermeras que le caen detrás a los viejitos en su barrio para tomarles la presión y a las mujeres para recordarles que no se han hecho la prueba citología.

“Vuelva mi isla bella la de tabaco y ron

Flores y ofrendas a médicos en hospitales

Para que te libren y te curen de todos los males”.

¿Y este es un verso engañoso de nostalgia para quienes? ¿Regalito a los perseguidores reaccionarios de la Revolución temerosos y de sus más sagrados logros?

Este país puede y quiere ser mejor, mejor para poder resolver entre todos sus problemas internos, mejor para derrotar el bloqueo que Orishas ignora, para seguir adelante en su obra de justicia social y no para volver atrás a una sociedad donde solo unos pocos tienen derechos.

¿Vuelva cuál Cuba, la que tenía un 70 por ciento de sus mejores tierras en manos de Estados Unidos? ¿La de La Habana de los casinos en la que venían los americanos a hacer todo lo que no podían hacer en casa, la de la tiranía de Batista y los niños trabajando sin escuela, sin tierra y sin hogar y con la salud privada?

¿Qué hay de la Cuba de todos, la de más de 300 centros científicos y de biotecnología que salvan vidas e ingresan mil millones a la economía, cuyo sector público es dominante y favorece a los 11 millones y a quien nos visita? ¿Qué pasa con la Cuba que utiliza los dineros e ingresos del turismo para el bienestar de todos? ¿Dónde dejan a los artistas y peloteros castigados por querer vivir en Cuba? ¿Qué ocurre con el sector privado cubano que ha sido duramente afectado por las medidas leoninas contra los viajes? ¿Las familias sin visado? ¿Los viejitos sin vuelos a las provincias?

Me quedo con la Cuba de hoy y sobre todo con la Cuba de mañana que entre todos construimos. En fin, se puede decir mucho más y cada quien tiene derecho a decir lo que quiera, a ocultar lo que quiera y hasta a venderse. Yo les respeto ese derecho, pero también, con respeto se los critico. Creo que esa canción deshonesta no compite además con la obra genuina de Orishas, pues deja fuera esta vez a una gran mayoría de cubanos.
“Los santos no resuelven el deber de los humanos”.

En eso estamos de acuerdo.

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