La política de EEUU contra Cuba deja en evidencia, una vez más, la doble moral de la compañía del pulgar azul.
Las
nuevas plataformas digitales favorecen la aparición de grupos de
individuos organizados como una claque dispuesta a aplaudir de manera
incondicional al que paga. Cualquiera que no esté en un país bloqueado
como Cuba puede crear contenidos, invertir para que los vean grupos
específicos y hasta alquilar o comprar aplaudidores virtuales para
generar “me gusta” en Facebook o “seguidores” en Twitter.
Es el modelo de negocio de estas plataformas tecnológicas, gracias al cual, por ejemplo, en el primer trimestre de 2018 Facebook facturó 11 790 millones de dólares,
casi cuatro mil millones más (un 49 por ciento) que hace un año. De ese
total, cerca del 98,5 por ciento proviene de la publicidad.
People are spending less time on Facebook - and CEO Mark Zuckerberg claims that's by design. Zuckerberg said that…www.recode.net
Tal
cosa ocurre todos los días y es difícil generar percepción de
popularidad en las redes sin cientos de miles de seguidores. Estos se
suelen conseguir a partir de registrar identidades artificiales que
promocionen mensajes de apoyo, y el favor no es gratis. Hay cientos de
empresas que ofrecen este servicio sin ningún tipo de complejos. Basta
con introducir “comprar seguidores” en cualquier buscador para dar con
ellas. Y no es caro: el precio de 1 000 seguidores se sitúa entre los 15
y los 20 dólares. Conseguir que nos sigan 10 000 personas más cuesta
menos de 120 dólares.
Las
“granjas de trolls” -redactores encargados de propagar información
falsa en la red- las han utilizado políticos, estrellas de la farándula,
espías estadounidenses, el equipo de campaña de Donald Trump, el de
Macri, militares británicos, las organizaciones de propaganda israelíes y
otros muchos que han hecho posible esas ganancias descomunales de la
plataforma fundada por Mark Zuckerberg y que esta se ubique entre las
diez mayores empresas del mundo, según su valor en la bolsa.
Los números impresionan y no solo por las ganancias: un estudio publicado en marzo de 2017 por las universidades de Carolina del Sur e Indiana
estimó que, dentro de Twitter, la proporción de “granjas de trolls” que
utilizan a su vez robots o aplicaciones automatizadas para replicar
mensajes (conocidos como bots) era entre el 9% y el 15% del total de sus
usuarios. La cifra de perfiles falsos controlados de forma automática se ubica entre los 30 millones y los 48 millones.
No
por compulsión moral, sino para ponerse a tono con el discurso
anti-ruso y anti-iraní de Washington, Facebook se ha dispuesto a cerrar
algunas “granjas de trolls” y zafarse aunque sea momentáneamente de la
oleada de críticas que le ha caído encima por la compra y venta de datos
sin el consentimiento de sus más de 2,4 mil millones de usuarios. Así
ha decido eliminar este martes cientos de cuentas con un “comportamiento
no auténtico” (“inauthentic behavior”), según un comunicado:
Eliminamos 652 páginas, grupos y cuentas por “comportamiento no auténtico” coordinado que se originaron en Irán y estaban dirigidas a personas a través de múltiples servicios de Internet en el Medio Oriente, América Latina, el Reino Unido y Estados Unidos.
De
común acuerdo obviamente, Twitter anunció también el martes que ha
identificado y eliminado otras 284 cuentas, muchas de las cuales están
vinculadas a Irán, por “manipulación coordinada”. La compañía dijo que
está trabajando con las fuerzas del orden público y otras empresas de
tecnología.
El
mes pasado Facebook bloqueó más de 30 páginas que, según dijo, formaban
parte de una campaña para publicar información “engañosa”. La red
social informó entonces al Congreso de EEUU que sospechaba que un grupo
ruso estaba detrás de las cuentas involucradas en la organización de
eventos políticos en Estados Unidos.
Pero
mientras Facebook elimina cuentas falsas generadas en el extranjero,
presuntamente de origen ruso o iraní, tolera sin ninguna crisis de
conciencia las “granjas de trolls” del gobierno de Estados Unidos. Antes
de que cualquiera de nosotros hubiéramos oído hablar de esta maquinaria
de cuentas falsas, de los “fake news” y de Cambridge Analytica -la
empresa londinense que intervino en más de 200 elecciones manipulando a
los usuarios de Facebook-, el Pentágono ya se jactaba públicamente de
que utilizaba a la red del pulgar azul como cebo propagandístico de sus
operaciones.
La revista especializada Defense One
publicó en noviembre de 2016 que Michael Lumpkin, ex director del
Global Engagement Center (GEC, departamento de propaganda del
Pentágono), describió cómo el Centro usaba los datos de Facebook para maximizar la efectividad de sus operaciones:
“Utilizando los anuncios de Facebook puedo obtener una audiencia, elegir el País X, un grupo de edad específico entre los 13 a 34 años, filtrar a personas que les guste Abu Bakr Al Baghdadi o cualquier otro grupo… y puedo disparar y golpearlos directamente con mensajes”, dijo Lumpkin. Hizo hincapié en que con los datos correctos, la orientación efectiva de los mensajes puede ejecutarse solo con centavos por un clic.”
Facebook Just Blocked This Cambridge Analytica Affiliate. Why Does It Still Have a State Department…
Technology Editor Read bio Technology Editor Read bio Strategic Communications Laboratories worked with Cambridge…www.defenseone.com
Ayer el semanario Miami New Times, de la Florida,
presentó el documento que prueba que una organización de radiodifusión
financiada por el gobierno de EEUU está creando cuentas de Facebook
falsas en operaciones de desinformación. Estas van dirigidas contra un
país, Cuba, que no le ha hecho el más mínimo daño a Estados Unidos y que
no puede acceder al administrador de anuncios de Facebook, por las
leyes del bloqueo estadounidense. La Junta de Gobernadores de
Radiodifusión (BBG, por sus siglas en inglés) gastará en el año fiscal
2019 más de 23 millones de dólares en su Oficina de Transmisiones hacia
Cuba (OCB), que controla Radio y TV Martí, y entre sus proyectos está,
ni más ni menos, una “granja de trolls”.
Según el presupuesto solicitado al Congreso para el 2019,
la OCB empleará el dinero en cuentas falsas en Facebook del tipo que
clasifica perfectamente como “comportamiento no auténtico” para promover
el cambio de régimen en la Isla.
Teniendo
en cuenta el desastre de ineficacia, despilfarro y corrupción que ha
acompañado a Radio y TV Martí en 33 años de existencia a un costo de más
de 800 millones de dólares a cargo del contribuyente estadounidense, la
ex jefa de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana,
Vicki Huddleston, se hizo eco en Twitter de la noticia del proyecto de
propaganda digital contra la Isla, a la que le añadió por su parte una
frase de desprecio: “Same-old-same-old!!!” (Lo mismo con lo mismo!!!).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario