Por:
Rosa Miriam Elizalde
Callejón del Muro en Santiago de Cuba. La tarja bajo el sol de
domingo registra que aquí asesinaron a Frank País García el 30 de julio
de 1957 y las palabras del líder: “Cuando quede un solo cubano que crea
en esta Revolución, ese cubano seré yo”.
A las cuatro de la tarde no se escucha el más mínimo ruido, como
aquel día en que Frank y Raúl Pujol avanzan por la calle perpendicular a
esta, San Germán. Les dan el alto, encuentran la pistola que unos de
ellos lleva escondida y en lo que averiguan quiénes son, los empujan
dentro de un jeep. Una muchacha, Madeline Santa Cruz Pacheco, los ve
desde uno de los ventanales del costado de su casa que da para el
Callejón.
El temible Salas Cañizares, esbirro de la dictadura, le grita a los
dos únicos transeúntes. Trae en sus manos una carabina M-2 con la culata
recortada. El traidor Randich se acerca al jeep y mira a Frank, le
quita los espejuelos oscuros: “¡Coronel, este es Frank País!… ¡Este es
Frank País, Coronel!”
Salas Cañizares agarra al muchacho por la camisa, lo saca a empujones
del carro, grita unas palabrotas y con la culata del M-2 lo golpea
brutalmente en el pecho. Frank rebota contra la pared verde. Raúl, dueño
de una ferretería, 38 años, colaborador del Movimiento 26 de Julio y
vecino de San Germán, desafía al esbirro: “¡Cobarde!”.
Los escoltas de Salas arrastran y golpean a Pujol. Con un odio que
atraviesa las paredes, Salas descarga sobre él una larga ráfaga, hace
una pausa y mira al otro lado. Aprieta otra vez el gatillo y dispara los
proyectiles que le quedan contra Frank, que está a unos metros, en el
Callejón del Muro.Sus cuerpos quedan tirados, casi en cruz, de una calle
a la otra.
Mientras coloca otro cargador, Salas ordena a Mano Negra, a
Basol y a los demás asesinos que lo acompañan que le tiren a Frank,
quien yace boca abajo. El jefe de los asesinos regresa sobre sus pasos y
sigue disparando a la espalda del cuerpo inerte. Frank tiene 36 heridas
de bala y 22 años de edad.
Madeline lo ve y lo cuenta todo, y ahora, cada vez que alguien se
detiene aquí, a las cuatro de la tarde, en este lugar se repite la
secuencia macabra.
*Crónica publicada por la autora en su página de Facebook, el
12 de marzo de 2017, tras la visita al histórico lugar, durante las
celebraciones en Santiago de Cuba del Día de la Prensa Cubana.
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