Como es conocido mundialmente, el actual presidente de Google, Eric Schmidt, visitó Cuba junto con otros directivos como Jared Cohen, así como otro par de funcionarios de esta compañía, con el supuesto propósito de “promover las virtudes de una internet libre y abierta”.
Luego de dos días de visita, los empresarios tuvieron contactos oficiales, visitaron algunos centros de interés como la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) y, como era de esperarse, se encontraron con la bloguera contrarrevolucionaria Yoani Sánchez.
Apenas culminaron las visitas, Schmidt realizó varias declaraciones que expresaron su visión emanada de una corta visita, tales como:
● El bloqueo no tiene sentido para los intereses norteamericanos.
● Evidente atraso tecnológico cubano.
● Necesidad de tomar acciones para evitar que se fomente el empleo en Cuba de la tecnología asiática.
● Fomentar la libertad de expresión y promover un mayor acceso a Internet en la población.
● Su oposición a que se mantenga a Cuba por parte de EE UU en la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
● Criticó las restricciones de los norteamericanos para viajar a Cuba. En este sentido, declaró: “Estas políticas desafían la razón: hay docenas de países que llamamos nuestros aliados, y a los cuales somos libres de viajar, que representan mucho peores amenazas y preocupaciones para Estados Unidos que Cuba”.
● Sugirió una apertura económica para Cuba, así como reclamó el desmonte del “embargo” norteamericano.
¿Quién es realmente Eric Schmidt?
Se ha podido comprobar que el señor Schmidt se encuentra además vinculado a una de las
organizaciones involucradas en la guerra ideológica anticubana, la New America Foundation, de la cual es Chairman de la Junta de Administradores.
Esta fundación, creada en 1999, es dirigida actualmente por Anne-Marie Masacre y la misma está integrada por un grupo de dirigentes relacionados con los servicios de inteligencia norteamericanos. Es por ello, que no resulta extraño que la New America Foundation (NAF) sea el principal socio de la USAID para la promoción injerencista de programas subversivos contra Cuba. Sus programas, dirigidos hacia una supuesta “democratización” en la Isla, le han permitido a NAF recibir millonarias sumas de dinero para estos propósitos desestabilizadores. Para nadie es un secreto que cuenta con un presupuesto público –sin contar otras partidas secretas o enmascaradas-, de cerca de 4,3 millones de USD para el período que media entre septiembre de 2012 hasta septiembre de 2015.
La New America Foundation goza de una privilegiada asignación de fondos de diversas fuentes, entre las que se destacan la USAID, el Departamento de Estado y otras, que la colocan por encima de la Fundación de Derechos Humanos en Cuba (FDHC) –dependencia de la FNCA-, la cual recibe 3,4 millones de USD y por encima Grupo de Apoyo a la Democracia, el cual recibe 3 millones de USD.
La New America Foundation también supera en disponibilidad de fondos para su gestión subversiva, para el período desde septiembre de 2011 a septiembre de 2014, a organizaciones como la Fundación Panamericana para el Desarrollo (3,9 millones de USD), la International Relief and Development (3,5 millones de USD) y al Instituto Nacional Demócrata (2,3 millones de USD; así como otras subvenciones a organizaciones que abarca el período desde septiembre 2012 a septiembre 2015, como los es el Instituto Republicano Internacional (3 millones de USD).
También se ha hecho público el vínculo de Schmidt y su New America Foundation en programas ya implementados contra Cuba por la USAID. Uno de estos programas subversivos se desnudó al implicar al Open Technology Institute (OTI), en el 2012, quien se subordina a la New America Foundation, en un intento de aplicar el software Commotion, ya probado en Túnez, en la guerra sicológica contra la Isla.
Según The New York Times, el engendro de esta red se probó en el 2011 como herramienta mediática para lograr el derrocamiento del presidente Zine al-Abidin Ben Ali.
Por otra parte, Radio Free Asia, una ONG financiada por EE UU, a su vez financista de America Foundation, también se ha vinculado al acelerado proceso de implementación de herramientas de subversión online en naciones “enemigas” de la política norteamericana.
Estos proyectos, a cargo del Departamento de Estado y la USAID, con parte del financiamiento otorgado a la Fundación Nueva América –con vistas de implementarlo en Cuba-, tienen grupos de trabajo integrados por especialistas en informática, hackers y grupos opositores en diversos países como Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Vietnam, Corea del Norte, Siria. Irán, China, entre otros. La idea básica es lograr establecer campañas sicológicas, propagación de rumores e incitaciones, mediante el empleo de redes alternativas no controladas por los gobiernos.
Baste decir que el 4 de octubre de 2013 la New America Foundation recibió de la USAID cerca de 4,3 millones de USD para financiar Commotion, para implementar su aplicación en Cuba y Corea del Norte.
Dentro de estas estrategias se encuentra Piramideo.es, basada en el envío múltiple de SMS desde los teléfonos celulares.
Schmidt no es totalmente ajeno a la implementación de Zunzuneo, denunciado por la agencia AP en abril pasado.
Los compadres de Eric Schmidt en la New America Foundation
La New America Foundation es un nido de especialistas en la elaboración de herramientas tecnológicas para subvertir el orden institucional en otras naciones, así como en la implementación de planes desestabilizadores debidamente estructurados. Prueba de ellos es que varios de los miembros de su directiva han estado vinculados directamente a las estructuras de poder en EE UU. La actual presidente de la misma, Anne-Marie Masacre, se desempeñó entre 2009-2011 como Directora de Planificación de Políticas del Departamento de Estado de los Estados Unidos, recibiendo premios diversos por su gestión, incluyendo el de Servicios Meritorios de la USAID y el del Comandante Supremo Aliado para Europa.
Por su parte, Sharon Burke, actual asesor de la Fundación New America, especializada en seguridad internacional, sirvió en la Subsecretaría de Defensa en el gobierno de Obama, así como ocupó altos cargos en el gobierno de George W. Bush.
Otro de los compañeros de Schmidt, Tim Maurer, se dedica a asuntos relacionados con la ciberguerra, así como proyectos de promoción de la libertad de Internet. Maurer trabajó en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Otra de las especialistas vinculadas a Schmidt es Emily Schneider quien funge como investigador asociado en el Programa de Seguridad Nacional en la New America Foundation y trabajó en el Instituto para la Seguridad Nacional y Contraterrorismo, un centro de investigación conjunta a Maxwell de la Universidad de Syracuse School y Facultad de Derecho, con fuertes vínculos con la CIA, el NHS y la CIA.
Otro de los personajes de la New America Foundation, James Willis, quien goza de amplia experiencia en asuntos financieros, ha trabajado en la gestión de programas, la supervisión de los proyectos de desarrollo de la salud financiados por USAID en Europa central y oriental y como voluntario del Cuerpo de Paz en Lituania.
¿Quiénes financian esta fundación?
Además del financiamiento que ofrece la USAID, Schmidt y sus cómplices de la NAF reciben financiamiento público de diversas fuentes, aunque existe la evidencia de que muchos de esos donantes son tapaderas de los servicios norteamericanos. A grandes rasgos, estos donantes son:
Con más de un millón de dólares:
Departamento de Estado de EE.UU., Fundación Bill y Melinda Gates, Fundación Lumina y Eric y Wendy Schmidt.
Desde 250,000 USD hasta 990,000:
Fundación Ford, Fundación Annie E. Casey, Universidad del Estado de Arizona, Corporación Carnegie, Fundación Citi, La Fundación Nathan Cummings, Fundación Ford, Fundación para el Desarrollo del Niño, Fundación para la Promoción de la Sociedad Abierta, Google, Inc., Fundación Joyce, Carolyn y Jeffrey Leonard, Fundación MacArthur, Fundación Charles Stewart Mott, Iniciativa de Pritzer Niños, Radio Free Asia, Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y Proyecto 11th Hour.
Otros financistas de interés:
Jennifer y Jonathan Allan (Fundación Soros), Facebook, Microsoft Corporation, Fundación Open Society Institute de Budapest, Fuente de la Fundación Esperanza, Rockefeller Brothers Fund, Inc., La Fundación Rockefeller, El Grupo del Banco Mundial, entre otros.
Conclusiones
El nuevo encuentro de la mercenaria Yoani Sánchez con los directivos de Google –recuérdese que hubo otro anterior durante la visita de la misma a Silicon Valley, en noviembre del 2013-, parece ser un espaldarazo de este monopolio de Internet a la actividad subversiva contra Cuba, así como de sus vínculos con los programas subversivos patrocinados por la USAID.
La propia bloguera mercenaria Yoani Sánchez comentó que los altos ejecutivos de Google y Twitter le habían prometido la creación de herramientas tecnológicas para desarrollar su actividad provocadora dentro de Cuba.
La visita de Schmidt tuvo otra agenda oculta, bien pensada y definida, fuera de curiosear sobre la realidad cubana actual, y fue la de tratar de ver sobre el terreno las posibilidades reales de implementar nuevos programas subversivos contra Cuba.
Blog Descubriendo Verdades
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