Secretario de Estado Rex Tillerson,
A propósito de la nueva fuerza operativa (Task Force) de los Estados Unidos en Internet para Cuba.
La creación de un Task Force para
Internet hacia nuestro país, tiene todas las señas de ser un error más
de su administración. El bullying político nunca ha sido una política
exterior saludable o justa contra nadie, mucho menos contra los cubanos.
Cuba no entiende de presiones, no solo como política de Estado sino por
idiosincrasia nacional. Nuestra isla no necesita de Estados Unidos otro
proyecto para la imposición de sus preferencias políticas. Si Estados
Unidos quiere promover el acceso al Internet en Cuba, nuestros países no
necesitan actos unilaterales al margen del derecho internacional, sino
intentos honestos e incondicionales por hacer llegar la tecnología a un
país altamente calificado y subutilizado por la situación de bloqueo en
que su propia política hostil nos ha situado.
Es tiempo de cordura. Los cubanos hemos
visto cómo los logros alcanzados en normalizar las relaciones
bilaterales durante la segunda administración del presidente Barack
Obama, son minados por una política infantil y complaciente con un
sector electoral egoísta que vive en la Florida contraria a los
intereses de los pueblos cubano y estadounidense. Todas las acciones
desde Junio de 2017 carecen de empatía con los cubanos de la isla.
Subordinar la ética, incluso lo que es consenso en el Departamento de
Estado y saben sus propios diplomáticos que es lo correcto hacer, a un
intercambio de favores con Marco Rubio y un grupo de electores, es una
vergüenza histórica.
Exigirle a Cuba que se comporte como una democracia de paz cuando se le somete a un estado de guerra no convencional, es cuanto menos una hipocresía
Con usted ya son 18 Secretarios de
Estado en su país intentando un cambio de régimen en Cuba. No lo logró
una invasión militar apoyada por su oficina, no pudo hacerlo la
Operación Mangosta ni siquiera la asfixia sistemática de la economía
cubana ha generado rebelión tropical alguna. La cultura de resistencia
forma parte de nuestro carácter. Los cambios que hagamos en Cuba, que
deben ser muchos porque hay mucho que queda por ser cambiado, serán en
nuestros términos. Su política de acoso lo único que provoca es el
entorpecimiento de los cambios internos, y la subordinación de esas
transformaciones a la defensa nacional.
Gracias a personas e instituciones que
promueven estas políticas fallidas (como parece ser este Task Force),
los cubanos de nuestra generación solo hemos conocido una vida de
alertas contra el bloqueo y una política imperial. Muy poco margen hemos
tenido para tener una discusión propia, sin sus intervenciones,
innovar, para atrevernos a hacer algo distinto en todos los sentidos,
para cambiar lo que sea necesario. No somos el ombligo del mundo, pero
somos un país que se respeta. Es lamentable que en lugar de tener una
política nacional digna hacia Cuba, su administración se la “regala” a
los grupos de presión del sur de la Florida, que ya son minoría incluso
entre la diáspora cubana.
Los cubanos estamos acostumbrados a luchar por nuestra soberanía lo hemos hecho durante muchas generaciones
Resulta que Estados Unidos no es el
único país que tiene un sentido de patriotismo y orgullo, como
reconociera Barack Obama en su visita a Cuba. Tanta conflictividad es
una imposición. Es por demás, innecesaria, pero hemos tenido que vivir
asi porque nuestro respeto a las preferencias políticas de Estados
Unidos, no es reciprocado hacia nuestro país. Terminamos recordando las
palabras de Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz…”
Eso es válido para los gobiernos, las sociedades y los estados en la
arena internacional. La opinión pública internacional, la historia y los
cubanos en particular, juzgarán sus acciones.
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