19 Octubre 2017
Las noticias más recientes provenientes de la Casa Blanca
especulan sobre las relaciones del presidente Donald Trump con su
Secretario de Estado Rex Tillerson, las cuales indican la existencia de
tensiones en el gabinete actual.
Al respecto el licenciado Reinaldo Taladrid Herrero refirió
que son demasiados indicios y filtraciones provenientes de la Casa
Blanca para que no pase algo. En estos momentos los Republicanos
presentan serios problemas que pueden tener consecuencias a mediano y a
largo plazo para los votos y las elecciones.
El periodista de la Mesa Redonda anunció que Steve Bannon,
quien fuera el asesor principal de estrategia política de gobierno de
Donald Trump, se va del gobierno y acaba de declararle la guerra a los
Republicanos tradicionales, los clásicos políticos que envejecen en el
senado, y además ha iniciado una cruzada nacional para buscar dinero de
donantes desencantados con el llamado Establishment político tradicional
alegando que hay tiempo para todo y que estos son tiempos de guerra
declarada contra el Establishment republicano.
Para Taladrid esta situación semeja la segunda temporada
del Tea Party. Steve Bannon está sacándole dinero a ultraconservadores
republicanos que están de acuerdo en que el Establishment está
erosionado. Y recordó que el Establishment que actualmente bombardea y
está en guerra con Trump proviene de la época de George W. Bush, ellos
no son liberales preocupados, no son gente nueva.
Muchos esperaron de Trump que se alejaría del discurso de
la campaña y que durante la presidencia entraría en el saco del
Establishment, algo que no ha sucedido. El periodista Reinaldo Taladrid
recalcó que el libro favorito de Steve Bannon es El arte de la guerra,
el cual contiene como uno de sus principios que siempre hay que estar
desinformando al enemigo, el cual es para ellos la prensa y los
políticos tradicionales. Consideró además que lo que sucede en la
actualidad en Estados Unidos es inédito, al igual de lo que pasó en las
elecciones y no se puede explicar por las reglas clásicas.
Un ejemplo de la falta de comunicación han sido las
opiniones respecto al Acuerdo Nuclear con Irán, un pacto que el
presidente Donald Trump definió como el peor tratado del mundo, y del
cual señaló que desmantelarlo sería su prioridad número uno debido a que
según Trump el tratado es beneficioso para Irán y horrible para Estados
Unidos.
La tirantez y el forcejeo no se da solo contra los
Republicanos, sino también contra los demócratas. Para el doctor Jorge
Hernández Martínez, quien fuera director del Centro de Estudios
Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU), evidentemente Trump está
contra todas las banderas y todos los sectores políticos tradicionales
de los Estados Unidos. Se le ha visto como una figura díscola que rompía
contra todo lo tradicional, pero a Trump hay que analizarlo como un
hombre del sistema.
Para el académico cubano ha Trump hay que entenderlo como
resultado de la crisis que vive la sociedad norteamericana y como una
expresión de pugna política entre las élites de poder en Estados Unidos.
Señaló que las elecciones no son procesos dirigidos a cambiar o a
transformar el sistema, sino a mantenerlo, reproducirlo y consolidarlo.
Por ello no se puede afirmar que Trump actúa en contra de todo el
sistema porque hay sectores políticos, tal vez novedosos, que encuentran
respaldo en la política de Trump.
Según el investigador Estados Unidos no es un actor
nacional unificado, sino un mundo sumamente contradictorio con una
sociedad profundamente dividida. En ese escenario Trump asume la
presidencia heredando todo un pasado y ahora desea marcar distancia con
él e incluso se ha propuesto eliminar el llamado legado de Obama. Todo
ese desmontaje ha significado el desmonte de la reforma sanitaria, o la
desacreditación de todos los intentos en materia de política impositiva.
Algo que no es nuevo pues el presidente Ronald Reagan arremetió contra
toda la cosecha de Jimmy Carter.
Reinaldo Taladrid agregó algunos datos de interés: es el
imperio más grande de la historia de la humanidad, pues ningún otro ha
tenido siete flotas nucleares. Por lo tanto, piensan como imperio. A su
interior los Demócratas aparentar estar unificados, pero tienen que
cambiar su programa o se convierten en el anti Trump, lo cual les puede
hacer daño. Después tienen al dividido Partido Republicano. También hay
un tercer sector que aparentemente es independiente es el que rechaza a
los políticos tradicionales y es al que aspira Trump. Hay consenso en
que Rusia es el malo e Irán es el villano
Se escucha a la gente en la calle decir que Trump está
loco, lo definen en las redes sociales como un elefante asustado dentro
de una cristalería. Pero, ¿será un presidente tan improvisado?
Al respecto el periodista Reinaldo Taladrid evocó que en
los Estados Unidos existe un dictado auto impuesto sobre la evaluación
de figuras públicas: La Regla de Goldwater de 1973 de la Asociación de
Psiquiatría Americana, la cual impide hacer evaluaciones siquiátricas
públicas de figuras de la vida política pública para evitar el uso
político de esos análisis. Pero en estos momentos existe un boom
alrededor del libro The Dangerous Case of Donald Trump en el que se
compilan 27 ensayos sobre el estado sicológico del presidente Donald
Trump. Las doctoras que se encargaron de la compilación aclaran en el
prólogo del libro que ellas lo hacen no para analizar la personalidad de
Trump, sino respecto a su comportamiento en su oficina de la Casa
Blanca, desde la que actúa solipsistamente, lo que para Taladrid quiere
decir que es creerse cosas que el mismo Trump dice. No analizan al
hombre como persona para no caer en adjetivos o calificativos, sino
analizar su comportamiento como presidente y cómo ese comportamiento
puede tener consecuencias para Estados Unidos y para el mundo.
También se ha hablado de Trump como expresión de la
división de la élite y del Establishment.
Según el investigador del
CEHSEU, Jorge Hernández Martínez, el fenómeno del divisionismo es de
vieja data en la sociedad norteamericana, pero tiene una reactivación
importante con Trump.
Añadió que Obama rompe con los esquemas en 2008 al ganar la
presidencia, fecha en la que se puede ubicar el despegue de la espiral
racista, de odio y xenófoba porque Obama causó mucha molestia a los
sectores supremacistas blancos, a los nativistas que llegaron a exigir
que el presidente mostrara que era auténticamente norteamericano, una
campaña que dirigió Trump a nivel nacional. Se dice que la victoria de
Trump se debe a que logró captar el resentimiento de las clases medias,
de los sectores de cuellos azules, de trabajadores que perdieron empleo.
Por ello mencionó que es muy difícil que Trump o alguien
más vuelva a barrer en las elecciones pues no había tanta segmentación
en los sectores políticos. Hoy en día existe una atomización de
posiciones dentro de las filas conservadoras a nivel ideológico dentro
del propio Partido Republicano y en los Demócratas que en estos momentos
está desorientado y sin agenda.
Respecto al conflicto entre Trump y los medios de
comunicación Reinaldo Taladrid considera que Trump les está sacando
partido para su base, pero aclara que él tiene que ganar lo que no es su
base. Desde la campaña los grandes medios de Estados unidos
editorializaron contra Trump, por tanto, el equipo de Trump los declaró
el enemigo y utilizaron el término de fake news para acusarlos y
atacarlos. Los enemigos de Trump dicen que hay que salvar al sistema,
ellos no están contra el sistema, sino contra alguien que está alterando
los fundamentos de cómo funciona el sistema. Los enemigos de Trump
hablan de las cosas de las que Trump habla, sino él no las toca, nadie
se mete en ello.
Jorge Hernández sumó que, si Trump tiene tantos rasgos de
egolatría, la política norteamericana, la estrategia imperialista sigue
discutiendo y sobre ello no se llama mucho la atención. La prensa
confunde a las personas que creen que Trump es el enemigo, pero el
verdadero enemigo es el sistema.
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