domingo, 9 de julio de 2017

Vamos a darle la palabra a los humildes.

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Por: Ileana González.

No existe arma más potente que la convicción profunda y la idea clara de lo que debe hacerse. De ese tipo de armas que no requiere de fabulosas sumas de dinero, sino sólo de la capacidad de crear y transmitir ideas justas y valores, estará cada vez más armado nuestro pueblo.
Fidel.

Alarmado el centrismo ha reaccionado ante el incremento de la denuncia de su doblez político, y la solidez de los argumentos que se están utilizando por parte de las fuerzas revolucionarias para quitarles sus disfraces.

Acostumbrados a campear por su respeto en las redes y a decir todo tipo de mentiras y tergiversar la realidad a su antojo, se han visto sorprendidos por la contundencia de la ofensiva revolucionaria.
Particular molestia les ha causado, la publicación en la versión impresa del periódico Granma  de la entrevista realizada por el periodista José Raúl Concepción, al reconocido intelectual Enrique Ubieta Gómez, la cual titula ¿Es posible unir lo mejor del capitalismo y el socialismo?, en ella mediante un certero análisis Ubieta Gómez desmonta la falacia del centrismo y pone al descubierto las aviesas intenciones de sus profesantes.

Dicho texto ha sobresaltado a la comunidad centrista y sus aliados, pues los expone ante el pueblo, al ser publicado en la versión impresa de un medio de alcance nacional, saben que aquellos a los que, sin consultarlos, los dicen en su bando, no comulgaran con sus traicioneras propuestas, basta ver cómo reaccionó en defensa de su Revolución ante el dislate ofensivo de Trump, quien, dicho sea de paso, de carambola, hizo un aporte al aislamiento de los del centro.

Ya el debate no está solo en las redes, donde las capas más humildes de la población tienen aún limitadas posibilidades de acceder, se está trasladando al escenario físico y eso los aterra, porque saben que ya no podrán mentir como antes, amparados en la impersonalidad de los contactos y las publicaciones virtuales, ahora tendrán que enfrentar al pueblo, ese al que temen porque saben en lo más profundo de sus negras almas, que los aborrecerá cuando conozca la verdad sobre sus viles posturas.

Para evitar tergiversaciones y lloriqueos victimescos, aclaró que nadie está hablando de ningún tipo de violencia física, de lo que se trata es de confrontación de ideas ante el soberano.
¿Querían debate?, ya lo tienen, ¿”Querían” que el pueblo se enterara y opinara?, ya empieza a conocerlos y a opinar, ¿Querían diversidad de criterios?, ya se están vertiendo de todo tipo, entonces, ¿Cuál es la perreta?.

He usado la palabra perreta, porque me parece que es la que más se ajusta a la conducta que se está adoptando por parte del centrismo y sus aliados para expresarse, por momentos agresivos, con alardes de valor y hasta una que otra amenaza, denotando orfandad de argumentos, miedo y desesperación.
Aunque los rechazo y censuro, los comprendo, desprovistos de ideas propias, habituados a que les soplen en el oído lo que deben decir, andan como hormigas locas, correteando de un lado a otro buscando orientación y apoyo, aunque hay que reconocer que los aliados están más alborotados que los propios centristas, algunos juegan a los Superabuelos, otros a los Sherlock Holmes, otros a Jack el Destripador y así satisfacen sus egos y honran sus compromisos.

Si los pocos que hoy levantan su voz por el centrismo, un día fueron revolucionarios, en la actualidad, no pueden reclamar esa condición, les faltan muchas cosas para serlo, sobre todo algo que resulta evidente, no tienen sentido del momento histórico.

Afuera, y en los de afuera que están dentro, también existe inquietud, las preguntas que se hacen y hacen, ¿Cuál es el alcance de esta ofensiva revolucionaria?, ¿Quiénes la dirigen?, ¿Qué piensa el pueblo?, en eso andan, preocupados por sus ahijados.

Continuar publicando artículos sobre el centrismo en nuestros medios de prensa impresos, para que el pueblo conozca y se pronuncie, sería muy provechoso para acabar de arrancarles las máscaras.
Vamos a darle la palabra a los humildes, de ellos, más que de nadie es esta Revolución, para que le den, el jaque mate político a esta traicionera tendencia.

Parafraseemos a Fidel para decirles, ¡Aquí tienes a tus enemigos, lucha ahora contra ellos con todas tus fuerzas, para que sigan siendo tuyas la libertad y la felicidad!” 

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