viernes, 17 de marzo de 2017

325 años después La conspiración de Matanzas

Puente de Bacunayagua. fotos: Cortesía del Periódico Girón Foto: Cortesía del Periódico Girón
MATANZAS.–Desde hace bastante tiempo las personas no cesan de atribuir una imagen en nada agradable a la ciudad de Matanzas, villa con gran vigor paisajístico y bañada por las aguas de la bahía y de varios ríos navegables.

Los motivos para esas opiniones son múltiples. El paso del tiempo ha dejado  en ruinas a algunos edificios, los cuales siendo patrimonio no han podido ser rescatados. Por otro lado, no son suficientes las plazas para la recreación y aún es baja la calidad en la prestación de servicios, sobre todo en el centro histórico.

El primer pretexto que viene a mano es el de la fatalidad geográfica, estar entre La Habana y Varadero.

Tierra de poetas al fin y al cabo, uno escucha a menudo que la pequeña urbe necesita de muchos corazones sensibles y también de manos amigas para detener el quebranto de su patrimonio y mostrarla algo más bonita.

EL ACICATE DE LOS 325

Por fortuna, en el horizonte apareció un incentivo de fuerza para la reanimación que tanto demandó el pueblo: el aniversario 325 de la ciudad, fecha que se conmemora en octubre del 2018.
Este año debe concluir la reparación capital del teatro Sauto. Foto: Cortesía del Periódico Girón
Leonel Pérez Orozco, al frente de la Oficina del Conservador, coincide en que por mucho tiempo hubo descuido, faltó orden y sobre todo financiamiento para encarar la restauración, pero no achaca a un tercero la responsabilidad. Más que un impedimento, como creen algunos, situarse entre La Habana y Varadero es una ventaja, solo que a nosotros los matanceros nos toca aquilatar la riqueza cultural e histórica forjada en más de tres siglos, reflexiona.

En ese sentido ayudó la constitución de la Oficina del Conservador, empeño del gobierno que marcó el inicio de la gestión bajo la égida de un plan maestro, el cual espera todavía por la aprobación a nivel central.

Acepta Pérez Orozco que dicho sistema «es el eje central de nuestra labor y permite gestar y ordenar el desarrollo de la ciudad de forma científica, pues entre otros designios rige dónde y cómo va cada cosa».

Entre las primeras acciones vale destacar el trazado de la llamada Zona Priorizada para la Conservación (ZPC), donde se aprobó en principio la ejecución de un grupo de obras con un presupuesto superior a los nueve millones de pesos en moneda total.

Explica que en esta arrancada tienen prioridad la Plaza de la Vigía, sitio fundacional de la ciudad, y también aparece la céntrica calle Medio, ya cerrada a la circulación vehicular y donde iniciarán labores constructivas en los próximos días con el fin de convertirla en un paseo peatonal y comercial.
Se incluye además la calle Narváez, el edificio sede de la Oficina del Conservador, la escuela de oficios, la rehabilitación del parque de La Libertad, el rescate de varios hoteles de ciudad y la culminación definitiva de la reparación capital del teatro Sauto.

Comentó que el remate de los trabajos en el coliseo yumurino, considerados de gran prestancia, está condicionado por la llegada al país de un sistema de climatización diseñado especialmente para él y valorado en más de 700 000 dólares.

Según expertos, se trata de la puesta en valor más importante realizada en Iberoamérica en un teatro del siglo XIX.

VISTA HACE FE

Aunque ya la ciudad muestra algunos cambios, la verdadera transformación inicia en las próximas horas, un boom constructivo que reúne la fuerza de muchos y tiene a su favor la voluntad de las autoridades del territorio. Reclama, eso sí, del apoyo y comprensión de los pobladores.
Y es que no todo se va a resolver con cemento, acero y pintura, pues la ciudad es en primer lugar parte del alimento espiritual de la gente y resultado de su propia conducta, según la opinión de expertos.

Pero eso sí, más allá del deseo de hacer, la gente necesita pruebas, empezar a constatar los anhelos, notar los hechos, por aquello de que vista hace fe.

El también historiador, geógrafo y arqueólogo insiste en que revertir la situación no será nada fácil, pero para una fecha tan temprana como el cumpleaños 325, la ciudad lucirá distinta y los cambios serán palpables.

Anima saber que adoquinarán la Plaza de la Vigía, repararán los edificios que la circundan y cerrarán ese espacio a la circulación vehicular. Se trata de uno de los lugares de mayor valor patrimonial.
Como uno de los elementos curiosos llama la atención el saneamiento ornitológico que se efectuará en el parque de La Libertad, y el reacomodo de la calle Narváez como corredor marítimo.

El episodio constructivo más visible a partir de ahora estará vinculado al reordenamiento de la calle Medio, que incluye la supresión de la feria de servicios ambulantes y la presencia de kioscos que producen una imagen desfavorable a ese punto neurálgico de la urbe.

De forma paralela continuarán las acciones por incrementar las opciones culturales y recreativas.  Un ejemplo en esa dirección es el programa recreativo y gastronómico Sábado en La Atenas, intento por transformar el panorama algo adormilado exhibido por la ciudad.

La ilusión de que Matanzas cambie, que sea otra, acapara la atención de todo el equipo de la Oficina del Conservador y de los consejos de la administración provincial y municipal junto a los matanceros. Es una noticia que anima inclusive a muchas personas fuera del territorio que manifiestan deseos de cooperar.

Todos ven con buenos ojos esta especie de conspiración por enaltecer la ciudad de cara a su aniversario 325 y conquistar las simpatías de antaño, algo que pasa por ampliar y potenciar sus atractivos turísticos.

Un desafío que se abre a la inteligencia y sentido de pertenencia de los yumurinos, y que de lograrse, como aspiran con denuedo, se convertiría en un lindo homenaje al danzón, a la rumba, a sus insignes poetas y a esa cultura que inflamó el ambiente cubano del siglo XIX, glosa Pérez Orozco

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