Hace
rato esperaba un chance para entrevistar a El Diablo Ilustrado, y
hubiera preferido tejer un cuestionario abordando temas culturales, pero
se me ha dado la oportunidad ahora y el tema Obama está en el ambiente.
Espero, no obstante, una próxima oportunidad, diabluras adentro.
F:
En artículo de corte humorístico -que no circuló mucho-, a raíz del
anuncio de intención de normalizar las relaciones entre Cuba y los
Estados Unidos aquel 17 de diciembre, escribiste que Obama no es bueno
ná. Ahora, tras su visita a Cuba ¿sostienes esa afirmación?
EDI:
Realmente la frase fue el título, y confieso que había cierto toque si
no sensacionalista, con el ánimo de llamar la atención. Creo, no
obstante que es la esencia de lo que decía. Y ahora, mi respuesta es que
el problema no es únicamente que Obama no sea bueno, sino que le es
imposible serlo en tanto que es presidente de los Estados Unidos. Esto
no niega que pueda tener algunas virtudes personales, inteligencia,
buenos modales, ser un hombre de familia, etc. Pero Estados Unidos es un
imperio, y Obama, por tanto, un emperador. A veces envueltos en la
feria de las ilusiones mediáticas nos quedamos en las impresiones
ligeras –que, por demás. son fabricadas.
Vimos
incluso a un Obama intentado ser actor, con lo cual ha logrado otro
record: ser peor que Ronald Reagan, otro presidente de los Estados
Unidos que había sido actor de películas hollywoodenses de vaqueros, los
llamados westerns; y no lo digo yo, en su mandato han llovido
los chistes acerca de su calidad actoral, sustentada además en su tiempo
por la crítica cinematográfica norteamericana. ¿por qué Obama se prestó
para el papelito en el programa de la televisión cubana Vivir del cuento? Pues porque se lo orientó el equipo de asesores que diseña sus pasos y su imagen.
Está
publicada la entrevista a Luis Silva (Pánfilo) en que explica cómo lo
llamaron de la Casa Blanca esos “asesores”, le hicieron la propuesta de
programa y estuvieron trabajando una semana –correo electrónico
mediante- quitando bocadillos, puliendo la dramaturgia para intentar
algo orgánico que diera la imagen que buscaban del presidente. ¿Por qué
ese papel (para los que ven más allá de las apariencias podría decirse
“papelazo”)? Buscando un simple impacto parsa ganarse al público. ¿Te
das cuenta? Estamos hablando de un presidente recurriendo a una
actuación, y ahí está la esencia: se trata de que los presidentes en
Estados Unidos son personajes de una gran maquinaria propagandística,
que esconden las ideas, o la falta de ellas detrás de las apariencias.
Con esta
aparición, en el programa de mayor teleaudiencia, y escogiendo un par de
innings en el beisbol, los asesores le reforzaban una imagen popular en
Cuba, cercana a los gustos de la población; y es que en el fondo la
visita más que cualquier otro objetivo tenía el de romper la imagen de
enemigos; o sea, dejar atrás 50 años de agresiones múltiples, borrar el
pasado con un presidente simpático, casi populachero (incluyendo “qué
bolá”, “echar palante” –cuando Obama es todo un gentleman de
Harvard, que nada tiene que ver con las clases humildes) en el papel de
amigo del pueblo cubano, para hablar de oportunidades económicas, con
cierto toque de Papá Noel – sonriente, familiar, mostrando que el
capitalismo es la solución- preguntaba a los cuentapropistas qué les
hacía falta para prosperar, para que sus negocios fueran en grande.
Estuve esperando que de un momento a otro sacara la varita mágica; sin
embargo… ¿y el embargo? Los temas principales el bloqueo, la base naval,
los dejó en el “estamos trabajando en eso”.
F: ¿Por qué escogen un programa como Vivir del cuento?
EDI: Hasta hemos visto algunas películas y un excelente serial como House of cards
que muestran descarnadamente cómo trabajan esos equipos
multidisciplinarios, especialistas en medios masivos, que hacen
investigaciones, sondeos de opinión… cuando te decía lo de que un
presidente de los Estados Unidos es un actor, no tiene nada de metáfora,
son literalmente personajes desde que optan por una carrera política.
Es algo increíble, ¿te das cuenta de lo que estamos hablando? Quien
ocupa la Casa Blanca no es alguien que ha llegado allí por un proyecto,
por unos ideales, por su consecuencia, sino alguien que ha ido asumiendo
ese papel que le dan cual si fuese en una telenovela. El equipo te
escoge vestuario, pelado, si sales con familia o solo, si es conveniente
que vaya contigo un perro, o que cargues a un niño, a dónde ir y a
dónde no, revisan meticulosamente cada presentación en público,
incluyendo los discursos, a algunos se los hacen completos. Estudian
cada lugar al que van, por dónde deben entrar y a quién saludar… y esto
es más que sabido. Lo mejor es que estamos en un mundo tal de
simulaciones que eso se toma por normal.
F: No me has respondido por qué el programa humorístico y esos encuentros con Pánfilo.
EDI: Obvio.
Saben que es uno de los programas –si no el más- popular de la
televisión cubana. Y que es de corte costumbrista que mira a la sociedad
cubana, a nuestra cotidianeidad desde las diversas capas de la
población, y que su personaje central representa a las capas más
humildes. Para el diseño que trajo Obama de gran benefactor del pueblo
cubano, le viene como anillo al dedo. Primero, causa un gran impacto en
la población, como un gran número de circo, y aunque no quieras te deja
la impresión de alguien campechano, que se quita el saco y se sienta a
jugar dominó, preocupado por los desposeídos… en fin, dramaturgia. Si lo
miras con un mínimo de agudeza te das cuenta de que es algo impostado.
F: ¿Crees que, como ser humano, Obama es alguien insensible a lo que padecen los de abajo?
EDI: Eso es
difícil de saber; tiendo a pensar que en su yo más profundo es un ser
que tiene sensibilidad humana y que, a pesar de que no trabaja –ni puede
trabajar- para los de abajo, pues…
F: ¿Por qué no puede trabajar para los de abajo?
EDI:
Volvemos a lo mismo. Obama puede ser, en tanto ser humano, un hombre
hasta bueno; incluso cuando uno lo ve con su familia -aun sabiendo que
eso casi seguro es parte del diseño-, no puede evitar simpatías hacia él
en ese sentido; pero es el presidente de los Estados Unidos, y no se
llega a ese puesto por gracia divina. Allá el que crea en el sistema
democrático norteamericano, pero se sabe -ellos mismos lo han más que
demostrado- que a la Casa Blanca llega el que deciden los grandes
poderes que tienen los hilos económicos de la nación (y más allá de
ella); un selecto grupo de megamagnates que tienen el control de todo el
país, en primer lugar de los medios masivos y el armamentismo, así como
las grandes industrias. Es un poder inimaginable concentrado en un
grupo de personas. Para ser presidente hay que estar más que probado
ante ese grupo de oligarcas para los cuales no existe el ser humano,
solo consumidores. Hay que ser parte de ellos.
La campaña
de Obama de 2008 tuvo un costo de 760 millones de dólares. ¿Quiénes dan
ese dinero? ¿Para qué? Es una puja entre grandes empresarios, buscando
garantizar sus intereses. O sea, que las elecciones en Estados Unidos
son un negocio más, en el que los grandes empresarios invierten en los
candidatos –seleccionados por ellos mismos- a cambio de garantizar que
una vez presidente, ese caballo por el que apostaron les garantice con
sus medidas ventajas para sus negocios. Alguien mínimamente
antisistémico no tiene posibilidad ninguna no solo de llegar a la
presidencia de los Estados Unidos, ni siquiera de ser escuchado en los
grandes medios masivos; esa posibilidad no existe. Allá el que crea
también en esa libertad de expresión, y que allí se puede hablar
libremente. Allí se puede atacar a un presidente, lo que no se puede es
atacar el sistema. Puedes hacerlo, pero imprimir un volante, o en una
radiobase, y sin hacerte muy popular. Los de abajo no tienen voz, ni
pueden tenerla porque los medios masivos son monopolios privados, que
pertenecen ¿a quién? A los multimillonarios, cadenas que no dejan
levantar cabeza a nadie que se oponga a sus intereses ¿y cuáles son sus
intereses? Los de la oligarquía, que ni siquiera es solo estadounidense,
pues de manera que son un imperio, tienen carácter global. En el mundo
se dice, y se repite, lo que a ese grupo de megamagnates le conviene. No
hay verdad sobre la tierra, sino la que fabrican con ese poderío
mediático incalculable.
F: ¿No estás absolutizando?
EDI: Bueno, está Telesur,
y nuestros pequeños canales y emisoras públicas, lo cual es nada contra
lo que enfrenta. Mira estos datos: De las 300 primeras firmas de
información y comunicación en el mundo, 144 son norteamericanas, 80 son
de la Unión Europea, 49 son japonesas. ¿Qué le queda al Sur?
Sigo: De las
primeras 75 empresas de prensa, 39 son norteamericanas, 25 son
europeas, 8 son japonesas. De las 88 primeras firmas de informática y
telecomunicaciones, 39 son norteamericanas, 25 son europeas, 8 son
japonesas. ¿Hay libertad de expresión? Claro, para los poderosos, o sea:
los países que dominan al mundo, y dentro de ellos, los grandes
empresarios dueños de esos monopolios. Que cada día son más concentrados
en una persona o una familia, pues compran más medios y los unifican.
Veamos uno solo de esos monopolios, analiza estos datos de la acumulación de una sola firma: Time Warner AOL (Estados Unidos).
Resultado de
la fusión entre la revista Time, la productora cinematográfica Warner
Brothers y el proveedor de servicios de internet América Online. Es
líder mundial en la venta directa de información y entretenimiento. En
el 2001, por ejemplo, obtuvo ingresos por 38 mil 234 millones de
dólares. Es la editora de revistas más grande en EU con 120 millones de
lectores a nivel mundial y posee canales de televisión que abarcan
Europa, Asia y América. En el 2001 produjo y exhibió dos de las
películas más taquilleras: Harry Potter y El Señor de los Anillos.
Maneja la segunda compañía discográfica en el mundo y la segunda
operadora de televisión por cable con 12.8 millones de suscriptores.
Veamos una lista breve, por arribita, de los medios que controla:
Editoriales de libros
(28 en total): Time Life Books, Book-of-the-Month Club (50% AOL Times
Warner y 50% Bertelsmann), Paperback Book Club, Warner Books
Canales de Televisión
(38 en total): Warner Brothers (17% es de AT&T), HBO, Cinemax (25%
de AT&T), Comedy Central (12.5% de AT&T y 50% de Viacom), E! And
Style (tiene el 7.5% y el resto es de Disney, Liberty Media y Comcast),
CNN, Cartoon Network, TNT, Music Choice (con Sony, EMI, AT&T y
otros)
Otros servicios:
Road Runner (modem desarrollado con Media One Group, Microsoft, and
Compaq), Time Warner Communications (servicio telefónico), Time Warner
Security (seguridad residencial y comercial por monitoreo)
Producción y distribución de televisión (15 en total): Warner Bros, Hanna – Barbera, Castle Rock Entertainment
Revistas (79 sin contar los DC comics): Time, Fortune, Life, Sports Illustrated, People, Entertainment Weekly
Música (70 firmas): Warner Bros, Atlantic, Columbia House (50% con Sony)
Internet (además de diversos sitios de internet): America Online, CompuServe, Netscape, ICQ Instant Messenger, Winamp
Mercadotecnia: Productos de la marca Warner Bros y sus tiendas (170 en 30 países), Parques recreativos
Producción Cinematográfica: New Line Cinema· Warner Bros, Fine Line Features
Además de unos cuantos equipos de futbol, ventas por televisión, televisión vía satélite y acciones en Radio Sportsline.
Cuando lees
esa información te surge una pregunta ¿quién tiene la libertad de
expresión? Ese mismo monopolio es uno de los pocos en el mundo; enfrenta
sus intereses y verás. Lo vemos en América Latina, cada vez que hay un
gobierno de izquierda le arman la gran campaña de difamación monopolios
como este y los no menos jugosos monopolios de los principales países.
Por ejemplo, Argentina. Hay quienes no comprenden cómo Macri salió en
las elecciones, siendo un representante de la oligarquía más de derecha y
reaccionaria. Pues la respuesta es sencilla, si miras el poderío
mediático no hace falta razonar.
En Argentina
hay dos grupos que son dueños de casi todos los medios de comunicación,
ellos son Telefónica Argentina S.A. y el Grupo Clarín. ¿Sabes lo que
significa que dos grupos de la oligarquía dominen los medios?
Para que veas de qué estamos hablando veamos uno de ellos, Telefónica Argentina S.A.
Posee
Telefé, Radio Continental, FM Hit, ocho estaciones provinciales, revista
Gente, Para Ti, Billiken, La Chacra y Campo Argentino. Además, cuenta
con Canal 11 de Salta, Canal 8 de Córdoba y Canal 7 de Neuquén, la
compañía de TV del Atlántico (a través del Canal 10 de Mar del Plata),
Patagonik Film (30 %), y el 20% de Torneos y Competencias (eventos
deportivos). Sprayette S.A., Katalyx Argentina S.A., Atento Argentina
S.A. y Emergia Argentina S.A. Es dueña de Advance (proveedor de servicio
de Internet), Telinver S.A. (empresa que publica las guías
telefónicas), Altocity.com S.A.
(un shopping virtual), Telefónica Data Argentina (servicios Web para
empresas), Telefónica Móviles S.A. (telefonía móvil, con su producto
estrella: Unifón), Terra Networks S.A. (grupo global de Internet con
presencia en 43 países – el tipo de gigante comercial que absorbe a la
competencia pequeña.
Si todo ese
poderío se pasa meses expandiendo la imagen de que Macri es bueno, que
Cristina es mala, si a eso le sumas que esos mismos magnates te hacen
una guerra económica pues son los dueños o los aliados de todos los
negocios, ¿por quién vota la mayoría? A veces, excepcionalmente, se da
que el carisma de un líder es tal que llega al casi colmo de romper ese
cerco, pero calcula el bombardeo, cambias de canales en la TV y todos
con ese mensaje, levantando además calumnias pues no hay el menor apego a
la verdad; a veces le basta con amplificar algo que publicaron en un
blog, -o mandaron a publicar en un blog- luego lo rebotan todas las
cadenas con cintillos como “según algunas fuentes de información”… y ya
está regada la campaña, dígase contra Lula o Dilma, Evo, Cristina,
Maduro, Correa, es algo realmente monstruoso y que la gente regularmente
cree. Porque si lo dicen todos los medios –aparentemente distintos-
debe ser verdad. Esto viene acompañado de un sistema ideológico que hace
creer a las “masas” que son voces distintas, que hay diversidad, que
hay libertad de expresión, y que representan los intereses del pueblo, y
lo que hacen en realidad es someter al pueblo a los intereses de los
grandes mercaderes.
F: Pero nos hemos apartado de Obama…
EDI: Para nada. Cuáles fueron las “causas” que vino a defender Obama en Cuba.
1.Internet.
El benefactor del pueblo cubano quiere que estemos bien informados
porque la falta de libertad de expresión nos tiene aislados del mundo.
Ya vemos cuál es la libertad de expresión capitalista, cada vez menor
–si eso fuera posible-pues cada día se concentran más, casi hasta el
absoluto, los monopolios mediáticos. ¿Por qué Obama enfatiza tanto
Internet? Porque la TV, la radio y la prensa en Cuba son estatales y no
pueden penetrarlas para subvertir, como hacen en Venezuela, Argentina, o
Brasil, por poner ejemplos clásicos de estos días. Lo han intentado
financiando medios desde Miami, con un ataque de cientos de horas
diarias de agresión radiotelevisiva, durante más de 50 años, pero no han
logrado el objetivo, de ahí el famoso y tan reiterado “no funcionó” de
Obama, que muestra el cinismo de la filosofía gubernamental
estadounidense. El cambio hacia Cuba no es motivado por la comprensión y
reconocimiento de una acción como el bloqueo que va contra los derechos
humanos, sino porque –con todo el pragmatismo maquiavélico imperial- no
funcionó y hay que buscar otra vía para lo mismo, para destruir el
sistema.
F: Entonces… ¿consideras negativo el Internet que nos ofrece?
EDI: Por el
contrario, toda tecnología para los cubanos son beneficiosas; porque,
amén de todos los problemas y retrocesos, incluso educacionales, hay una
espesura cultural, espiritual, ética, ideológica de dimensiones que no
pueden calcular ni los especialistas que han tejido el plan con rostro
Obama hacia Cuba. Ya sabemos de la ideología mediática American way,
que se ha expandido por el mundo, y claro que es un nuevo reto, pero
también Internet es un paso gigante para cualquier investigación,
trabajo, intercambio de cultura que no está en los primeros planos de
las redes globales que proponen la desinformación y el aparataje
seudo-informativo, ese entretenimiento insustancial con el que tratan de
despoetizarnos, desmovilizarnos, encerrarnos en la burbuja que nos
rebaja del status de persona al de consumidor. Y si ellos quieren
contribuir al desarrollo tecnológico pensando que con eso nos tumban,
bienvenida la contribución. Aunque Cuba está en ese camino sin tener que
acudir a la tecnología norteamericana, (a fuerza de tantas trabas que
nos han puesto). Ahora los “benefactores” insisten generosos en
“desarrollarnos” a los inditos, claro que desde el sector privado; pues
se trata de sembrar las bases del capitalismo.
F: Dabas a Internet como punto 1 ¿cuáles son los otros?
EDI:
Precisamente el punto 2 es la fábrica de grandes empresarios. El propio
Obama en su discurso ante los cuentapropistas, se lo plantea como de
mediano a largo plazo. No es que abogue por la propiedad privada, o los
negocios particulares, que sabe que ya los hay en Cuba, puso énfasis
especial en los grandes negocios, o sea, sembrando la ambición con el
slogan de ser emprendedores y hasta puso el ejemplo de los cubanos
negociantes de Miami. Por supuesto, no hizo alusión de ese
“emprendimiento” que parte de los esbirros de alta jerarquía que
saquearon los fondos de la nación cuando se fueron con las maletas
repletas en 1959, y que desde entonces con el privilegio, y
financiamiento politiquero, del propio gobierno norteamericano desde
entonces, han creado una casta ultraderechista con gran poder económico.
El objetivo
es tener a la vuela de unos años una oligarquía de grandes magnates, que
lógicamente, tendrán intereses de clase, capitalistas, y como tales
actuaran contra todo proyecto socialista y en unión de otras oligarquías
del continente. Todas, curiosamente, tienen a Miami como capital ¿será
que allí es donde “se corta el bacalao”?
F:
En síntesis lo que propone es que hagamos paulatinamente el capitalismo,
porque la economía socialista es ineficiente; hasta aludió a las
bondades de la economía de mercado.
EDI: Si
realmente Obama quiere ayudar a los pobres de la tierra sería bueno que
desplegara allí, en sus Estados Unidos, el mismo entusiasmo y carisma
que mostró en el gran Teatro de la Habana incitando a los
cuentapropistas cubanos a convertirse en grandes empresarios. A ver si
logra impregnar de ese espíritu emprendedor a los 46,7 millones de
pobres que tiene en su país, el que él gobierna, o al menos a los 20,8
millones de norteamericanos que viven en lo que se valora como “pobreza
severa”. Si hay tantas oportunidades en el paraíso de la propiedad
privada cómo se entiende que el país más rico del mundo, tenga una tasa
de desempleo de 4.9 por ciento es decir unos 7.8 millones sin trabajo
alguno. Más de 500.000 personas en Estados Unidos viven en las calles,
en sus coches, en albergues u hogares subsidiados por el Estado por la
falta de hogares asequibles, aproximadamente un cuarto de los “sin
techo” son menores de 18 años.
Esa es la
exitosa economía de libre mercado que nos trajo sonriente, el apuesto
Obama. Claro que no es él, el problema es sistémico. El llamado libre
mercado no es más que la rapiña de unos seres contra otros para escalar
en una sociedad diseñada para medir a la gente por lo que tiene y no por
lo que es, es la competencia impía del que araña para hacer crecer los
negocios sin piedad con nadie y solo pensando en amasar fortuna sea como
sea, en un proceso imparable en el que no importa el prójimo ni la
sociedad. De ahí que el capitalismo sea el enemigo de los pueblos, y en
la etapa presente más todavía porque cada día la riqueza se acumula en
menos manos, por lo que las “oportunidades” son para menos, y los más,
que crecen, pasan a una miseria mayor. En esa rapiña consumista, se
saquean los recursos naturales, y se contamina el ambiente hasta niveles
ya insostenibles y ¿por qué es tan difícil cambiar algo que ya
visiblemente está destruyendo el planeta? Porque son los intereses de
los grandes magnates y no están dispuestos a disminuir un ápice sus
ganancias para salvar nada, ni a nadie.
Obama, por
ejemplo, ha intentado limitar la tenencia de armas de fuego, a ver si
disminuye un poco la escandalosa violencia en su país, alrededor de 13
mil personas son asesinadas cada año en Estados Unidos; pero los grandes
magnates, los que colocan a los presidentes en la Casa Blanca con sus
millones, están detrás de la sociedad del rifle y la industria
armamentista, que son de los más fabulosos negocios a nivel mundial. De
ahí que Estados Unidos no puede dejar de hacer guerras, fabricarlas, en
todos los rincones del planeta y de ahí que hayan inventado el cartel de
gendarmes mundiales, como los policías que velan por la democracia
universal. Lo cual no es más que la justificación para tener tropas y
armar guerras en cualquier “oscuro rincón del planeta” como diría Bush
.
F:
Por qué ese cambio de política de Estados Unidos con respecto a Cuba
mientras con el resto de los países de gobiernos de izquierda mantienen
la guerra abierta.
EDI: Ya casi
te contesté, se han visto obligados a cambiarla y el mismo Obama lo
declaró porque el método tradicional no ha funcionado. América Latina se
estaba escapando del poder imperial y han rediseñado su política; han
recrudecido las campañas mediáticas y la desestabilización económica
contra Venezuela, Argentina, Brasil, Bolivia… arman campañas
difamatorias en los medios contra los líderes, caotizan la economía, si
eso no alcanza arman manifestaciones llegando a la violencia, en la
medida en que se acercan las elecciones, en fin una guerra sin cuartel
para lo que cuentan con los monopolios mediáticos y los poderes
económicos, todos en manos de las oligarquías. ¿Por qué hay que cambiar
con Cuba? Porque aquí la economía es fundamentalmente estatal y los
medios también, o sea que no tienen esas armas. Han insistido por
métodos diversos durante medio siglo, desde bombardeos, ataques
costeros, infiltraciones de bandas armadas, invasión, sabotajes, plagas,
intentos de magnicidio, manipulación de la emigración, pagando
disidencias y otros derroches de imaginación malévola y no lo han
conseguido. Hasta que sacaron las cuentas. Y han decidido entonces pasar
de la fuerza a la tentación. Por otra parte, este cambio de política
tiene un valor añadido para ellos: dando la imagen de que no somos tan
enemigos creen que podrían restar a la integración latinoamericana ese
papel de líder moral que tiene Cuba; contando con que de alguna manera
bajemos un poco el tono de la voz antimperialista.
F: ¿Entonces te parece bien o mal la visita de Obama a Cuba?
EDI:
Buenísima, aunque no lo hizo muy explícito Obama mediante, ha reconocido
Goliat que Davisito ganó ese combate, y que tienen que cambiar el tipo
de guerra. No es que sea fácil, pero ahora tienen que medir más los
pasos. Ya, por ejemplo, no pueden ponernos de nuevo en una lista de
países terroristas; algo inconcebible, cuando hemos sido los agredidos.
Estuvimos hasta hace unos meses en esa lista, y de pronto no solo Obama
viene sino que trae a su familia (la mujer, las hijas y hasta la
suegra) –algo en lo que también creo que es innovador, no recuerdo otro
presidente del mundo haciendo una visita oficial con suegra (esto habla
bien de él, y de ella). ¿Te imaginas a alguien arrastrando a su familia a
un país terrorista?
También
reconoció los logros en salud y educación; algo subrayado ya por la
humanidad entera, pero que lo haga un presidente de los Estados Unidos
es un gran paso. Quedaron sobre la mesa varios campos de colaboración.
Está planteado el mayor intercambio académico, de proyectos y de
visitantes, lo cual va a reservar más sorpresas para los norteamericanos
que visiten la isla que a la inversa, pues ya los medios nos muestran
sobradamente la cara hermosa del Norte.
Esta visita
cambia radicalmente no solo la mirada hacia Cuba en los Estados Unidos,
también en el resto del mundo donde se replica la visión del infierno
caribeño que ofrecen los grandes circuitos mediáticos. Aunque seguirán
las campañas y hasta acrecentadas, tienen que tener otro matiz a partir
de ahora.
En cuanto a
Obama personalmente, ha tenido que enfrentar, por supuesto, los ataques
de la ultraderecha y desafiar todo ello merece ser reconocido; por otra
parte, dentro del papel de un presidente de los Estados Unidos fue
bastante respetuoso, si bien no dejó de exponer su política, obviamente
contra el sistema socialista. Me parece maravilloso pasar de enemigos a
muerte y a punta de pistola, a contrarios que colaboren en los puntos en
que les permitan esas abismales diferencias. Ojalá se tomen en serio lo
de tumbarnos por la vía de la relación económica y se limiten algo en
cuanto al financiamiento de la subversión directa pero solo tres días
después de salir Obama de Cuba el Departamento de Estado anunció hoy un
programa de orientación de prácticas comunitarias por $ 753.989 para
“jóvenes líderes emergentes de la sociedad civil cubana.”
F: ¿Quién será el próximo presidente de los Estados Unidos?
EDI:
Sospecho –y ojalá me equivoque- que será alguien de mano dura. Ya tienen
redimensionada la política en el continente y está surtiendo efecto,
las izquierdas pasan por un momento difícil y les conviene alguien que
apriete ahora esas tuercas. La mujer la reservarán por si, como Bush,
llega una etapa de descredito global. Precisamente con el artículo
“Obama no es bueno ná” trataba de explicar, medio en broma, que habían
colocado en la presidencia de los Estados Unidos a un negro como un
efecto de impacto, de distracción, que cambiara radicalmente la imagen
del país. Les urgía a esos grandes poderes del imperio, algo que
enterrara informativamente la imagen troglodita de Bush; y de pronto la
carta Obama sabrían que sería de un efecto descomunal. Creo que
esperarán a otro bache similar, para echar mano al recurso de una mujer
en el gobierno. Ojalá sean solo especulaciones mías.
T: ¿Qué pasaría con Cuba si gana la derecha las elecciones en los Estados Unidos?
EDI: No creo
que cambie mucho, va a seguir este mismo curso, pues quienes trazan
esas políticas son los poderes económicos, el grupo élite de la
oligarquía imperial. Puede haber alguna puja entre los más interesados y
los menos, en entrar en negocios con Cuba, o los compromisos con unos u
otros, del que logre el sillón presidencial, pero en el fondo es el
mismo juego. Fíjate que desde que comenzó todo este viraje, los grandes
periódicos que hasta ese momento decían horrores de Cuba comenzaron a
cambiar el lenguaje y a reconocer algunos logros de esta “dictadura” a
la que siempre apellidan castrista. Un presidente puede influir algo,
pero la política en los Estados Unidos la mueven los intereses de los
monopolios económicos.