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)
Por
Fidel Díaz
Hace rato
esperaba un chance para entrevistar a El Diablo Ilustrado, y hubiera preferido
tejer un cuestionario abordando temas culturales, pero se me ha dado la
oportunidad ahora y el tema Obama está en el ambiente. Espero, no obstante, una
próxima oportunidad, diabluras adentro.
F: En
artículo de corte humorístico -que no circuló mucho-, a raíz del anuncio de
intención de normalizar las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos aquel 17
de diciembre, escribiste que Obama no es bueno ná. Ahora, tras su visita a Cuba
¿sostienes esa afirmación?
EDI:
Realmente la frase fue el título, y confieso que había cierto toque si no
sensacionalista, con el ánimo de llamar la atención. Creo, no obstante que es
la esencia de lo que quería decir. Y ahora, mi respuesta es que el problema no
es únicamente que Obama no sea bueno, sino que le es imposible serlo, en tanto
que es presidente de los Estados Unidos. Esto no niega que pueda tener virtudes
personales, inteligencia, buenos modales, ser un hombre de familia, etc. Pero
Estados Unidos es un imperio, y Obama, por tanto, un emperador. A veces
envueltos en la feria de las ilusiones mediáticas nos quedamos en las impresiones
ligeras –que, por demás, son fabricadas. Mi afirmación no va con respecto a la
persona, si no, a que el presidente de un imperio no puede ser bueno; le toca
por “categorización de cargo”: invadir, hacer guerras, apoyar las fuerzas
reaccionarias, destruir países, economías, en función de la suya, aumentar la
pobreza global –que es la consecuencia directa de sustentar el capitalismo;
todos esos males destructivos son sintetizados y disfrazados con frases
acuñadas como “velar por la democracia universal”, “garantizar la libertad de
expresión de los pueblos”, y la “libertad económica” (o sea, la economía de mercado)
grandes mentiras globales, que pueden leerse realmente como: arrogarse en
derecho de invadir cualquier país en el mundo, asegurar que se diga solo lo que
al imperio le interesa (más del 90 por ciento de todos los medios masivos están
en manos de monopolios privados –o sea de magnates oligárquicos- encadenados
por intereses comunes y supeditados directamente al imperio (que es quien
domina todo el panorama informativo global), y que toda la economía del planeta confluya hacia la suya. Este control
del mundo no es porque alguna persona sea buena o mala, es esencia del sistema;
son mecanismos imprescindibles para sostener el imperio. No es que tenga opción
de ser de una manera u otra, y jamás defenderá a pueblo alguno –ni siquiera el
suyo- por un problema sistémico, de funcionamiento, el imperio sobrevive de
alimentarse de los demás pueblos, y todas esas “libertades” son para que las
clases altas de la sociedad exploten a las bajas, son las libertades que tienen
los ricos para oprimir a los pobres, y, para colmo las disfrazan (para eso son
los dueños de los medios) de “prosperidad” para los de abajo, lo cual no es más
que el aumento de control de los de arriba. Por ello –y era lo que trataba de
decir en aquel texto de diciembre de 2014, Obama no tiene, en tanto presidente
de los Estados Unidos, la más remota posibilidad de ser bueno. Es sencillamente
la cara de los grandes poderes económicos imperiales, obedece a sus intereses,
y actúa según los dictados de esos grupos elites. Su visita a Cuba fue –para quien
quiso ver- una muestra clara.
Vimos
incluso a un Obama intentado ser literalmente actor, con lo cual ha logrado
otro record: ser peor que Ronald Reagan, otro presidente de los Estados Unidos
que había sido actor de películas hollywoodenses de vaqueros, los
llamados westerns; mal actor como pocos (y no lo digo yo, en su
mandato llovieron los chistes acerca de su calidad actoral, sustentada además
en su tiempo por la crítica cinematográfica norteamericana. ¿por qué Obama se
prestó para el papelito en el programa de
la televisión cubana Vivir del cuento? Pues porque
se lo orientó el equipo de asesores que diseña sus pasos y su imagen.
Está
publicada la entrevista a Luis Silva (Pánfilo) en que explica cómo lo llamaron
de la Casa Blanca esos “asesores”, le hicieron la propuesta de programa y
estuvieron trabajando una semana –correo electrónico mediante- quitando
bocadillos, puliendo la dramaturgia para intentar algo orgánico que diera la
imagen que buscaban del presidente. ¿Por qué ese papel (para los que ven más
allá de las apariencias podría decirse “papelazo”)? Buscando un simple impacto
para ganarse al público. ¿Te das cuenta? Estamos hablando de un presidente
recurriendo a una actuación, y ahí está la esencia: se trata de que los
presidentes en Estados Unidos son personajes de una gran maquinaria
propagandística, que esconden las ideas, o la falta o la mala intención de
ellas, detrás de las apariencias, para lo cual han desarrollado una de las más
grandes industrias de la economía mundial, llamada del “ocio”.
Con esta
aparición, en el programa de mayor teleaudiencia, y escogiendo un par de
innings en el beisbol, los asesores le reforzaban una imagen popular en Cuba,
cercana a los gustos de la población; y es que en el fondo la visita más que
cualquier otro objetivo tenía el de romper la imagen de enemigos; o sea, dejar
atrás 50 años de agresiones múltiples, borrar el pasado con un presidente
simpático, casi populachero (incluyendo “qué bolá”, “echar palante” –cuando
Obama es todo un gentleman de Harvard, que nada
tiene que ver con las clases humildes) en el papel de amigo del pueblo cubano,
para hablar de oportunidades económicas, con cierto toque de Papá Noel –sonriente,
familiar, mostrando que el capitalismo es la solución-; preguntaba a los cuentapropistas
qué les hacía falta para prosperar, para que sus negocios fueran en grande.
Estuve esperando que de un momento a otro sacara la varita mágica; sin embargo…
¿y el embargo? Los temas principales el bloqueo, la base naval, los dejó en el
“estamos trabajando en eso”.
F: ¿Por
qué escogen un programa como Vivir del cuento?
EDI: Hemos
visto algunas películas y un excelente serial como House of cards que muestran descarnadamente cómo
trabajan esos equipos multidisciplinarios, especialistas en medios masivos, que
hacen investigaciones, sondeos de opinión… cuando te decía lo de que un
presidente de los Estados Unidos es un actor, no tiene nada de metáfora, son
literalmente personajes desde que optan por una carrera política. Es algo
increíble, ¿te das cuenta de lo que estamos hablando? Quien ocupa la Casa
Blanca no es alguien que ha llegado allí por un proyecto, por unos ideales, por
su consecuencia, sino alguien que ha ido asumiendo ese papel que le dan cual si
fuese en una telenovelam, alguien a quien le van tejiendo una imagen desde que
despunta como favorito para alguno de esos grupos del gran poder. El equipo te
escoge vestuario, pelado, si sales con familia o solo, si es conveniente que
vaya contigo un perro, o que cargues a un niño, a dónde ir y a dónde no,
revisan meticulosamente cada presentación en público, incluyendo los discursos,
a algunos se los hacen completos, diseñan ante cada aparición qué decir,
incluso palabras claves, y hasta en cuáles debe poner acento. Estudian cada
lugar al que van, por dónde deben entrar y a quién saludar y cómo… y esto es
más que sabido. Lo mejor es que estamos en un mundo tal de simulaciones que eso
se toma por normal.
F: No me
has respondido por qué el programa humorístico y esos encuentros con Pánfilo.
EDI: Obvio.
Saben que es uno de los programas –si no el más- popular de la televisión
cubana. Y que es de corte costumbrista que mira a la sociedad cubana, a nuestra
cotidianeidad desde las diversas capas de la población, y que su personaje
central representa a las capas más humildes. Para el diseño que trajo Obama de
gran benefactor del pueblo cubano, le viene como anillo al dedo. Primero, causa
un gran impacto en la población, como un gran número de circo, y aunque no
quieras, te deja la impresión de alguien campechano, que se quita el saco y se
sienta a jugar dominó, preocupado por los desposeídos… en fin, dramaturgia. Si
lo miras con un mínimo de agudeza te das cuenta de que es algo impostado.
F: ¿Crees
que, como ser humano, Obama es alguien insensible a lo que padecen los de
abajo?
EDI: Eso es
difícil de saber; tiendo a pensar que en su yo más profundo es un ser que tiene
sensibilidad humana y que, a pesar de que no trabaja –ni puede trabajar- para
los de abajo, pues…
F: ¿Por
qué no puede trabajar para los de abajo?
EDI:
Volvemos a lo mismo. Obama puede ser, en tanto ser humano, un hombre hasta
bueno; incluso cuando uno lo ve con su familia -aun sabiendo que eso casi
seguro es parte del diseño-, no puede evitar simpatías hacia él en ese sentido;
pero es el presidente de los Estados Unidos, y no se llega a ese puesto por
gracia divina. Allá el que crea en el sistema democrático norteamericano, pero
se sabe -ellos mismos lo han más que demostrado- que a la Casa Blanca llega el
que deciden los grandes poderes que tienen los hilos económicos de la nación (y
más allá de ella); un selecto grupo de megamagnates que tienen el control de
todo el país, en primer lugar de los medios masivos y el armamentismo, así como
las grandes industrias. Es un poder inimaginable concentrado en un grupo de
personas. Para ser presidente hay que estar más que probado ante ese grupo de
oligarcas para los cuales no existe el ser humano, solo consumidores. Hay que
ser parte de ellos.
La campaña
de Obama de 2008 tuvo un costo de 760 millones de dólares. ¿Quiénes dan ese
dinero? ¿Para qué? Es una puja entre grandes empresarios, buscando garantizar
sus intereses. O sea, que las elecciones en Estados Unidos son un negocio
más, en el que los grandes empresarios invierten en los candidatos
–seleccionados por ellos mismos- a cambio de garantizar que una vez presidente,
ese caballo por el que apostaron les garantice con sus medidas ventajas para sus
negocios. Alguien mínimamente antisistémico no tiene posibilidad ninguna, no
solo de llegar a la presidencia de los Estados Unidos, ni siquiera de ser
escuchado en los grandes medios masivos; esa posibilidad no existe. Allá el que
crea también en esa libertad de expresión, y que allí se puede hablar
libremente. Allí se puede atacar a un presidente, lo que no se puede es atacar
el sistema. Puedes hacerlo, pero imprimir un volante, o en una radiobase, y sin
hacerte muy popular porque te desaparecen (y se sabe de la cantidad de
periodistas asesinados y desaparecidos en este planeta nuestro, y ninguno es de
los que defienden al imperio o las oligarquías). Los de abajo no tienen voz, ni
pueden tenerla porque los medios masivos son monopolios privados, que pertenecen
¿a quién? A los multimillonarios, cadenas que no dejan levantar cabeza a nadie
que se oponga a sus intereses ¿y cuáles son sus intereses? Los de la
oligarquía, que ni siquiera es solo estadounidense, pues de manera que son un
imperio, tienen carácter global. En el mundo se dice, y se repite, lo que a ese
grupo de megamagnates le conviene. No hay verdad sobre la tierra, sino la que
fabrican con ese poderío mediático incalculable.
F: ¿No
estás absolutizando?
EDI: Bueno,
está Telesur, (que creó Chavez precisamente para enfrentar
ese discurso único global) y nuestros pequeños canales y emisoras públicas, lo
cual es nada contra lo que enfrenta. Mira estos datos: De las 300 primeras
firmas de información y comunicación en el mundo, 144 son norteamericanas, 80
son de la Unión Europea, 49 son japonesas. ¿Qué le queda al Sur; aun pensando
en la aristocracia, que es la dueña de los medios dondequiera?
Sigo con
datos que están a primera mano en internet, en sus propias fuentes informativas:
De las primeras 75 empresas de prensa, 39 son norteamericanas, 25 son europeas,
8 son japonesas. De las 88 primeras firmas de informática y telecomunicaciones,
39 son norteamericanas, 25 son europeas, 8 son japonesas. ¿Hay libertad de
expresión? Claro, para los poderosos, o sea: los países que dominan al mundo, y
dentro de ellos, los grandes empresarios dueños de esos monopolios. Que cada
día son más concentrados en una persona o una familia, pues compran más medios
y los unifican.
Veamos uno
solo de esos monopolios, analiza estos datos de la acumulación de una sola
firma:
Time Warner
AOL (Estados Unidos).
Resultado de
la fusión entre la revista Time, la productora cinematográfica Warner Brothers
y el proveedor de servicios de internet América Online. Es líder mundial en la
venta directa de información y entretenimiento. En el 2001, por ejemplo, obtuvo
ingresos por 38 mil 234 millones de dólares. Es la editora de revistas más
grande en EU con 120 millones de lectores a nivel mundial y posee canales de
televisión que abarcan Europa, Asia y América. En el 2001 produjo y exhibió dos
de las películas más taquilleras: Harry Potter y El Señor de los Anillos.
Maneja la segunda compañía discográfica en el mundo y la segunda operadora de
televisión por cable con 12.8 millones de suscriptores.
Veamos una
lista breve, por arribita, de los medios que controla:
Editoriales de libros (28 en total): Time Life
Books, Book-of-the-Month Club (50% AOL Times Warner y 50% Bertelsmann),
Paperback Book Club, Warner Books
Canales de
Televisión (38 en total): Warner Brothers (17% es de
AT&T), HBO, Cinemax (25% de AT&T), Comedy Central (12.5% de AT&T y
50% de Viacom), E! And Style (tiene el 7.5% y el resto es de Disney, Liberty
Media y Comcast), CNN, Cartoon Network, TNT, MusicChoice (con Sony, EMI,
AT&T y otros)
Otros
servicios: Road Runner (modem desarrollado con Media OneGroup,
Microsoft, and Compaq), Time Warner Communications (servicio telefónico), Time
Warner Security (seguridad residencial y comercial por monitoreo)
Producción y
distribución de televisión (15 en total): Warner Bros, Hanna – Barbera, Castle
Rock Entertainment
Revistas (79 sin contar los DC
comics): Time, Fortune, Life, Sports Illustrated, People, Entertainment Weekly
Música (70 firmas): Warner Bros,
Atlantic, Columbia House (50% con Sony)
Internet (además de diversossitios
de internet): America Online, CompuServe, Netscape, ICQ Instant Messenger,
Winamp
Mercadotecnia: Productos
de la marca Warner Bros y sus tiendas (170 en 30 países), Parques recreativos
Producción
Cinematográfica: New Line Cinema· Warner Bros, Fine Line Features
Además de
unos cuantos equipos de futbol, ventas por televisión, televisión vía satélite
y acciones en Radio Sportsline.
Cuando lees
esa información te surge una pregunta ¿quién tiene la libertad de expresión?
Ese mismo monopolio es uno de los pocos en el mundo, busca El Páis en España,
Clarin en Argentina, El Universal de México, O Globo en Brasil y detrás
encontrarás grandes concentraciones similares, una maquinaria de imponer un
pensamiento; enfrenta sus intereses y verás. Lo vemos en América Latina, cada
vez que hay un gobierno de izquierda le arman la gran campaña de difamación
monopolios como este y los no menos jugosos monopolios de los principales
países. Por ejemplo, Argentina. Hay quienes no comprenden cómo Macri salió en
las elecciones, siendo un representante de la oligarquía más de derecha y
reaccionaria. Pues la respuesta es sencilla, si miras el poderío mediático no hace
falta razonar.
En Argentina
hay dos grupos que son dueños de casi todos los medios de comunicación, ellos
son Telefónica Argentina S.A. y el Grupo Clarín. ¿Sabes lo que significa que
dos grupos de la oligarquía dominen los medios?
Para que
veas de qué estamos hablando veamos uno de ellos, Telefónica Argentina S.A.
Posee
Telefé, Radio Continental, FM Hit, ocho estaciones provinciales, revista Gente,
Para Ti, Billiken, La Chacra y Campo Argentino. Además, cuenta con Canal 11 de
Salta, Canal 8 de Córdoba y Canal 7 de Neuquén, la compañía de TV del Atlántico
(a través del Canal 10 de Mar del Plata), Patagonik Film (30 %), y el 20% de
Torneos y Competencias (eventos deportivos). Sprayette S.A., Katalyx Argentina
S.A., Atento Argentina S.A. y Emergia Argentina S.A. Es dueña de Advance
(proveedor de servicio de Internet), Telinver S.A. (empresa que publica las
guías telefónicas), Altocity.com S.A. (un shopping virtual), Telefónica Data
Argentina (servicios Web para empresas), Telefónica Móviles S.A. (telefonía móvil,
con su producto estrella: Unifón), Terra Networks S.A. (grupo global de
Internet con presencia en 43 países – el tipo de gigante comercial que absorbe
a la competencia pequeña.
Si todo ese
poderío se pasa meses expandiendo la imagen de que Macri es bueno, que Cristina
es mala, si a eso le sumas que esos mismos magnates te hacen una guerra
económica pues son los dueños o los aliados de todos los negocios, ¿por quién
vota la mayoría? A veces, excepcionalmente, se da que el carisma de un líder es
tal que llega al casi colmo de romper ese cerco, pero calcula el bombardeo:
cambias de canales en la TV y todos con ese mensaje, levantando además
calumnias, pues no hay el menor apego a la verdad; a veces le basta con
amplificar algo que publicaron en un blog, -o mandaron a publicar en un blog-
luego lo rebotan todas las cadenas con cintillos como “según algunas fuentes de
información”… y ya está regada la campaña, dígase contra Lula o Dilma, Evo,
Cristina, Maduro, Correa, es algo realmente monstruoso y que la gente
regularmente se cree. Porque si lo dicen todos los medios –aparentemente
distintos- debe ser verdad. Esto viene acompañado de un sistema ideológico que
hace creer a las “masas” que son voces distintas, que hay diversidad, que hay
libertad de expresión, y que representan los intereses del pueblo, y lo que
hacen en realidad es someter al pueblo a los intereses de los grandes
mercaderes.
(continuará)
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