MATANZAS.— Recorrer las áreas del viejo ingenio
Triunvirato, en las cercanías de la ciudad de Matanzas, es palpar la
historia de aquellos hombres y mujeres con la dignidad descuartizada por
el látigo y los grillos, seres sin destino ni esperanzas que un día
fueron separados de su tierra africana de origen y traídos por la fuerza
a América como instrumentos de trabajo.
No hace falta mucha imaginación para ver los rostros asustadizos, a
veces furiosos, de los negros esclavos en sus barracones o en medio de
las plantaciones cañeras, “propiedades con alma” reducidos al trabajo
agotador, la obediencia y la sumisión.
Una humillación que el oprobioso régimen esclavista conseguía a
través de la aplicación de numerosos castigos y una estricta vigilancia,
ejercida por los mayorales y lacayos de los amos. Basta un golpe de
vista a las ruinas del ingenio para ver las huellas de la época y del
sistema de explotación instaurado a lo largo y ancho del archipiélago
cubano.
En respuesta a la explotación y el maltrato a que eran sometidos, los
negros se rebelaron constantemente como una forma de lucha por su
libertad. Así ocurrió el 5 de noviembre de 1843 en Triunvirato, cuando
la dotación de esclavos, liderada por la negra Carlota, se alzó con ira y
violencia contra el imperio de sus dueños.
El acontecimiento transcendió su marco puramente local y se
transformó en un suceso de la época, una leyenda que llega hasta
nuestros días.
PRECURSORES DE NUESTRAS REVOLUCIONES SOCIALES
Estudiosa de la esclavitud como régimen social y económico, la
historiadora matancera Isabel Hernández realza la importancia del
referido hecho y su trascendencia en las luchas futuras por la
independencia de la nación.
Recuerda que a finales del siglo XVIII ocurre un crecimiento
acelerado de la industria azucarera, con su mayor esplendor hacia la
primera mitad del siglo XIX. Los territorios que hoy conforman la
provincia de Matanzas se convirtieron en el emporio azucarero cubano, y
por consiguiente la zona más poblada de esclavos con un número superior
a los 100 000.
Sostiene que una de las tantas fábricas de azúcar que utilizó mano de
obra esclava fue el ingenio Triunvirato, donde según el investigador
José Luciano Franco existía una dotación de 250 esclavos para atender
112 caballerías sembradas de caña.
El 5 de noviembre de 1843, hace 172 años, se alzó en pleno la
dotación de aquel lugar, insurrección extendida a los ingenios de Ácana,
La Concepción, San Miguel,
En la sublevación sobresalió la figura de Carlota, esclava de
origen lucumí, cuya valentía y espíritu rebelde forman parte de la
herencia libertaria del pueblo cubano. De ahí que muchos años después y
en su homenaje, la misión internacionalista de Cuba en la República
Popular de Angola llevara su nombre: Operación Carlota, que este
jueves cumpe 40 años.
Sintetiza Isabel que alentados por sus éxitos iniciales, los rebeldes
del Triunvirato liberaron a los esclavos de zonas limítrofes. Al
regresar al ingenio de San Rafael en busca de más rebeldes y luego de un
rudo combate, fueron cercados y aniquilados cruelmente por tropas
españolas.
En la espeluznante carnicería cayó también la esclava insurrecta,
cuya historia simboliza de algún modo el drama de la trata de negros y
de la esclavitud en nuestro continente.
El 26 de julio de 1974, el líder de la Revolución Fidel Castro dijo
al referirse a aquellos hechos: “Esa fue una página heroica y hermosa
de la historia de nuestra patria, porque no podemos olvidar que hace
prácticamente menos de un siglo todavía había esclavitud en Cuba. Y
podemos decir que aquellos hombres fueron como precursores de nuestras
revoluciones sociales. Y algún día habrá que erigir también un monumento
a la memoria de aquellos heroicos esclavos”
.
En acto legal de justicia de las luchas libradas por los negros
esclavos en Cuba, y en homenaje a aquellos hombres y mujeres que
arrancados de su tierra natal vinieron a sembrar su sangre y su cultura
en nuestro continente, en 1991 se levantó en Triunvirato un Monumento al
Esclavo Rebelde.
Es una forma de honrar la memoria de la esclava Carlota y de quienes
ayudaron a construir el nuevo mundo, que hoy no se explica sin ellos.
Una influencia que ha calado en lo más profundo de nuestra sociedad y de
nuestra cultura
.
Para Isabel Hernández la sublevación de Triunvirato constituye un
paradigma de la rebeldía esclava, que por coincidencia del destino
histórico recoge también muy cerca de allí otro hecho trascendente en la
historia patria, cuando el 24 de febrero de 1895, en la finca La
Ignacia, se levanta en armas Juan Gualberto Gómez, un descendiente de
esclavos de la estirpe de Carlota
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