Los cancilleres de los países que integran el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) cerraron sin un acuerdo conjunto
su reunión extraordinaria celebrada en El Salvador, país que preside
ese organismo, en la que abordaron la situación de los cubanos varados
en Costa Rica y coincidieron en seguir trabajando para solucionarla
.
Según informó el canciller salvadoreño Hugo Martínez al concluir el
encuentro, cada país anunciará “unilateralmente” las medidas que tomarán
en relación a los inmigrantes cubanos y reafirmó que los países del
SICA -–Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y
República Dominicana- acordaron respetar el “principio de
autodeterminación” de esas naciones.
“Los escenarios de salida tendrán que ver con las decisiones
soberanas que cada país tome, pero hemos expresado el deseo de resolver
el problema específico que está teniendo Costa Rica en este momento”, dijo Martínez.
Desde las nueve de la mañana cancilleres de 12 países –participaron
como invitados México, Colombia, Cuba y Ecuador, incorporados al
cónclave a partir del mediodía -, se reunieron a puertas cerradas en un
hotel del costero municipio de San Luis Talpa, cercano al aeropuerto
internacional monseñor Óscar Romero, 44 km al sureste de San Salvador.
Según Prensa Latina, por la parte cubana asistió el Canciller Bruno Rodríguez Parrilla,
quien constató el respeto de los participantes en la reunión a la
posición de la Isla. Cuba considera que estas personas son víctimas de
la politización del tema migratorio por parte del gobierno de los
Estados Unidos, de la Ley de Ajuste Cubano y, en particular, de la
aplicación de la llamada política de pies secos-pies mojados.
El Ministro de Relaciones Exteriores cubano reiteró que los
ciudadanos que hayan salido legalmente del país y cumplan con la
legislación migratoria vigente tienen derecho a retornar, si así lo
desean.
Ley de ajuste, un imán para la migración
El canciller de Costa Rica, Manuel González, admitió a los
periodistas en uno de los recesos del encuentro que la estadounidense
Ley de Ajuste Cubano es un “imán” que atrae a la migración de la isla
caribeña hacia Estados Unidos -país que no participó en la reunión-, y
dijo que la solución al problema migratorio actual está “más allá de la región”.
“Hemos coincidido también en la inconveniencia de la Ley de Ajuste
Cubano que tiene los Estados Unidos desde 1966, que es precisamente lo
que motiva ese tipo de migraciones, lo que convierte a Estados Unidos en
un imán que atrae ese tipo de migraciones”, señaló en declaraciones a un canal televisivo desde San Salvador.
El canciller costarricense afirmó que “el problema debe atacarse
desde la estructura”, es decir, la política estadounidense que estimula
la emigración ilegal desde la isla.
Según los trascendidos, el debate en el encuentro fue más allá de la
discusión de la situación de los cubanos en la zona fronteriza entre
Costa Rica y Nicaragua, al abordar la problemática de la migración
ilegal por Centroamérica, y los asistentes coincidieron en que la
situación creada no es responsabilidad de Cuba.
El vicecanciller nicaragüense, Dennis Moncada presentó una
declaración oficial de su país en la que se recuerda la responsabilidad
de Estados Unidos en el aliento de una migración insegura, indigna,
desordenada e ilegal, que afecta a Cuba y que está afectando ya a la
región centroamericana.
“El gobierno de Nicaragua ratifica su posición de no prestarse a
legitimar políticas ilegales que causan daño, sufrimiento y pérdidas
económicas a seres humanos, familias enteras, gobiernos y pueblos de
Cuba y la región”, expresó el nicaragüense.
“Nuestra posición de país es invariable, como corresponde con nuestro
compromiso de buen gobierno, que responde a nuestro pueblo,
garantizando una Nicaragua segura, que contribuya, como ha venido
contribuyendo, a la seguridad de la región centroamericana”, añadió.
Moncada achacó este problema migratorio a Estados Unidos y afirmó que
el Istmo carece de recursos económicos para facilitar, por su
territorio, el tránsito de los migrantes cubanos, varados en Peñas
Blancas, frontera norte de Costa Rica.
“Nuestros países no cuentan con los recursos para enfrentar esta
nueva amenaza a nuestra seguridad nacional, sobre todo, si tomamos en
cuenta que el desorden migratorio incrementa los riesgos de presencia y
acciones terroristas en nuestra región, considerando el creciente
tránsito de migrantes ilegales de África y otros continentes”, dijo el
vicecanciller.
Agregó: “Nuestros presupuestos nacionales, como sabemos, han tenido y
tienen que asumir con escaso, irrisorio, apoyo internacional, la lucha
contra el narcotráfico, y el cuido de la seguridad de los mismos Estados
Unidos”.
La ministra de Movilidad Humana de Ecuador, María Landázuri, dijo a
la AFP que según las políticas internacionales la creación de un
corredor humanitario no aplica en esta situación porque solo es posible
en situaciones de guerra o conflicto armado.
Ante esta realidad apeló a promover un “diálogo abierto y
colaborativo” y tomar acciones para permitir el paso de los migrantes de
manera que cada país aplique sus leyes en su territorio, pero al mismo
tiempo garanticen la seguridad e integridad de los migrantes.
Ante una pregunta de Prensa Latina, el canciller salvadoreño Hugo
Martínez criticó a Estados Unidos por establecer medidas que incentivan y
“favorecen la emigración de cubanos” mientras los migrantes de otros
países centroamericanos son deportados
.
“Todos los países expresamos y coincidimos que el factor que
detona esa emigración está afuera de los países que estuvimos en la
reunión de ahora... Son medidas hasta cierto punto discriminatorias ante otros inmigrantes, no se aplican a los inmigrantes centroamericanos… No estamos de acuerdo con ninguna medida extraterritorial, se llame esta embargo comercial o medida de carácter migratorio”, dijo.
El experto cubano Jesús Arboleya, en declaraciones al diario digital Progreso Semanal,
reconoció que las opciones para solucionar esta situación son
extremadamente complejas y recordó la dificultad para establecer un
corredor humanitario que facilite el traslado de emigrantes ilegales a
lo largo de América hasta llegar a Estados Unidos, pues “según
establece la política de pies secos / pies mojados, los cubanos también
son ilegales hasta que pisan suelo norteamericano”.
Se trata de un canal ilegal, pero no solo para cubanos, sino para el
resto de los migrantes, añadió. “Por otro lado, es de suponer que
Estados Unidos hará todo lo posible para que no se apruebe esa medida:
sería un enorme grupo de migrantes cubanos que llegarían a su frontera
con una gran visibilidad mediática a los cuales, según su ley, tendrían
que dejar entrar de un golpe; (los países reunidos en El Salvador)
llevan implícitamente una denuncia a la Ley de Ajuste Cubano frente al
resto de Latinoamérica”, añadió.
En palabras de Arboleya, la lógica indica que “se trate de evitar ese
flujo migratorio, y para eso no hay otra alternativa que la
concertación de los gobiernos reunidos, y Estados Unidos va a estar
presionando en eso. Recordemos que este no es un problema exclusivo de
los cubanos, sino de todos los emigrantes ilegales de América Latina,
que se complica en el caso de los cubanos por el hecho de que son los
únicos que son aceptados en caso de llegar a la frontera”.
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