Si el bloqueo económico, comercial y financiero
impuesto por Estados Unidos a Cuba “toca las puertas” cada día de un
sector significativo de la población cubana, es ese que cada mañana
amanece con el polvo de la tiza y el borrador en la mano, ya sea en
calidad de maestro o de educando; ese que se encarga de formar a los
niños, adolescentes y jóvenes, y para el cual, precisamente aquí, se
destina el mayor porcentaje del PIB (13 %), incluso más que los países
del Primer Mundo.
Asimismo, dijo, se reportan limitaciones en la adquisición de laboratorios y equipamiento para el desarrollo de habilidades auditivas y comunicativas en las 41 escuelas de idiomas pertenecientes a la educación de adultos; así como en la bibliografía especializada y los instrumentos necesarios para la educación artística.
Por otro lado, el cerco impuesto a Cuba ha impedido el acceso a herramientas informáticas necesarias para la producción de multimedias educativas; y a partes, piezas e insumos para las computadoras, por su adquisición en mercados lejanos.
“El bloqueo constituye una violación al derecho de los cubanos a la
educación” —comentó a la prensa este viernes el doctor Paul Torres
Hernández, subdirector del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas— y
agregó que, sin embargo, continúan registrándose afectaciones en esa
rama, en lo fundamental, debido al pago de tarifas abultadas por
concepto de flete para la transportación de los productos adquiridos en
China, principal mercado internacional para la adquisición de medios
educativos.
“En el periodo comprendido entre abril del 2014 y marzo del 2015, el
monto total de transportación desde ese país, de los 509 contenedores de
mercancía requeridos, ascendió a casi dos millones de dólares. Si esos
productos se hubieran podido adquirir en estados del sur de los Estados
Unidos, y movilizar desde puertos de la Florida, el costo de
transportación hubiera sido de apenas 771 600 dólares. Las pérdidas por
esa causa se incrementaron, en relación con el año pasado, en 242 600
dólares”, informó.
Otros de los perjuicios al sector educacional están relacionados con
los obstáculos para recibir los pagos por los servicios brindados en el
extranjero, los cuales “necesitan un enrutamiento del dinero o la
utilización de vías alternativas, casi nunca seguras y sometidos a la
imposición de impuestos”.
En ese sentido, agregó, las transferencias a Cuba de los pagos por
servicios y contratos firmados para la colaboración internacional deben
hacerse en euros o dólares canadienses, debido a la imposibilidad de
emplear el dólar norteamericano. Torres Hernández puso como ejemplo la
retención, en un banco de Etiopía, del pago a un grupo de profesionales
de la enseñanza técnica profesional (ETP), “por haber realizado la
transacción en dólares estadounidenses, a pesar de haberse precisado que
debía ser en euros”.
En tanto, a cuenta del bloqueo corre, también, la escasez de recursos
necesarios para el cumplimento del currículo escolar. Ello se concreta
en la ausencia de materiales didácticos para las clases de Geografía,
Ciencias Naturales, Matemática y Educación Laboral —de prioridad en la
enseñanza primaria—; así como los módulos de laboratorios de Física,
Química y Biología; los implementos deportivos para la Educación Física,
y los medios de enseñanza para impartir Historia Universal y Geografía
—en la educación media—.
Asimismo, dijo, se reportan limitaciones en la adquisición de laboratorios y equipamiento para el desarrollo de habilidades auditivas y comunicativas en las 41 escuelas de idiomas pertenecientes a la educación de adultos; así como en la bibliografía especializada y los instrumentos necesarios para la educación artística.
Los daños provocados a la ETP, añadió Torres Hernández,
imposibilitaron el cumplimiento del plan editorial e incidieron en el
atraso tecnológico de las máquinas y herramientas, la carencia de
recursos para los laboratorios de Medicina Natural y Tradicional, y la
escasez de combustible para la formación de técnicos en la rama
agropecuaria.
“Existen restricciones para el intercambio académico e investigativo
de nuestros docentes e investigadores con sus pares de universidades y
centros de estudio de la educación en EE.UU.”, acotó sobre las
afectaciones en la formación del personal pedagógico.
Por otro lado, el cerco impuesto a Cuba ha impedido el acceso a herramientas informáticas necesarias para la producción de multimedias educativas; y a partes, piezas e insumos para las computadoras, por su adquisición en mercados lejanos.
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