¿Se desajusta la ley de ajuste cubano?
En otro episodio embarazoso para los defensores de la Ley de Ajuste
Cubano (CAA), 14 personas fueron acusadas este jueves ante un tribunal
federal de Miami por matrimonios falsos y fraude migratorio para
aprovechar los beneficios especiales de la legislación.
De acuerdo con un reporte de la Fiscalía Federal del Sur de la
Florida, las operaciones de falsificación de matrimonios y documentos
ocurrieron entre diciembre del 2009 y julio del 2014, y estaban
lideradas por dos individuos identificados como Odalys Marrero, de 51
años, y Rolando Mulet, de 62, ambos residentes del barrio de Kendall.
Los presuntos cabecillas de la red de falsificadores se encargaban de
reclutar ciudadanos cubanos que eran elegibles para la residencia
permanente en Estados Unidos por vía de la CAA, y prepararles
matrimonios fraudulentos con extranjeros que pagaban por el servicio con
el fin de evadir las regulaciones de inmigración.
Matrimonios arreglados
Marrero y Mulet aparecen como responsables de conspirar con seis
nacionales cubanos y seis hispanos no cubanos para arreglar los
matrimonios entre ellos. Los cargos imputados son de conspirar para
cometer un matrimonio fraudulento y fraude migratorio relacionado.
La acusación indica que Marrero y Mulet imponían a los extranjeros un
pago para arreglar los matrimonios, notarizar licencias matrimoniales
falsas, completar toda la documentación migratoria exigida y preparar a
los “clientes” para las entrevistas con funcionarios del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS).
Bajo la CAA, vigente desde 1966, cualquier ciudadano cubano puede
regularizar su situación migratoria y la de su cónyuge,
independientemente de la nacionalidad que posea, luego de permanecer un
año en territorio estadounidense y poder mostrar un documento de
entrada (parole).
Unos 30,000 cubanos reciben anualmente residencia permanente en
Estados Unidos bajo la CAA. La cifra más reciente se remonta al 2013 y
fue de 32,219.
Los seis matrimonios que registra el documento se realizaron en el
distrito Sur de la Florida. Exceptuando dos acusados, los restantes
aparecen radicados en el condado de Miami-Dade.
Altas sentencias y deportación a la vista
El caso está siendo procesado por el fiscal adjunto Robert Emery.
– Junto a Marrero y Mulet fueron también arrestados y acusados:
– Katiusca Elena Aguilar Navarro, de 28 años, de Doral.
– Carlos Alberto Mederos Paule, 46 años, de Miami.
– Manuel Andrés Gómez, de 46 años, de Wilton Manors (Broward).
– Virginia De La Caridad Mederos Paule, de 57 años, de Miami.
– Elisabet Kerese Alvarez, de 38 años, de Aventura.
– Osvaldo Lastre Durán, de 48 años, de Sweetwater.
– Natacha Perera, de 44 años, de North Miami.
– Javier Manejias, 51 años, de Antioch (Tenessee).
– Marianelly Auxiliado Rodríguez, de 48 años, de Doral.
– Rafael Abreu González, de 46 años, de Hialeah.
– Okyvi Olmar Yoll Mesa, de 35 años, de Doral.
– Salvador L Cabanas, de 44 años, de Kendall.
De ser hallados culpables, los acusados podrían enfrentar sentencias
de hasta 20 años de cárcel. Al tratarse de una felonía, todos los
posibles sentenciados serían puestos en procesos de deportación tras
cumplir sus respectivas condenas.
“El fraude de inmigración es un delito grave que socava el
sistema de inmigración de nuestra nación y puede suponer un riesgo para
nuestra seguridad. Nuestra oficina seguirá trabajando para investigar
estos crímenes y enjuiciar a las personas que tratan de perpetrar planes
de inmigración fraudulentos”, declaró Wifredo Ferrer, jefe de la
Fiscalía Federal de Miami, en un comunicado.
La investigación estuvo a cargo de USCIS y el Departamento de Inmigración y Aduanas (ICE).
Canal de cooperación
No es el primer golpe contra fraudes migratorios vinculados a la CAA que enfrenta la fiscalía federal de Miami.
En abril del 2013, 20 personas fueron acusadas por falsificación y
venta de certificados de nacimiento cubano que facilitarían a cientos de
indocumentados tramitar ilegalmente el estatus de residente permanente
en Estados Unidos. La llamada Operación Habana Gateway constituyó la
mayor acción contra el fraude con documentos cubanos durante la última
década.
Desde hace varios años, Estados Unidos y Cuba han establecido un
canal de cooperación para desenmascarar los fraudes migratorios de
numerosos ciudadanos latinoamericanos que se hacen pasar por cubanos con
el objetivo de obtener la residencia permanente y la ciudadanía
estadounidenses.
La colaboración tiene como propósito esencial verificar la
autenticidad de la documentación, fundamentalmente inscripciones de
nacimiento, que es presentada por solicitantes del estatus de residencia
permanente bajo la CAA.
La batalla contra el fraude migratorio es uno de los temas que ha
formado parte de las charlas migratorias en años recientes y figura
ahora entre los asuntos que tratará la comisión especial que retomará
las negociaciones entre ambos países en septiembre, luego del
restablecimiento de relaciones diplomáticas.
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