Rubio en paños menores
Por:
Lillian Lechuga
El abordaje al tema de los dinosaurios que en la Florida se han
empeñado en desbarrar contra el gobierno de La Habana, le resulta
escabroso a quien lo ha hecho durante años, por lo reiterativo de la
denuncia y el tono negativo de la crítica.
Pero hoy, el paisaje después de la batalla cambia, de modo muy
desventajoso para quienes medraron durante decenas de años a costa de su
política agresiva contra el pueblo de la Isla.
Algunos ya pasaron a ¿mejor? vida en el infierno. Otros –cada vez
menos–aletean en su mismo pantano. Los nuevos en aquella plaza, han ido
subiendo al compás de una sucia espuma a la sombra de los más feroces
reaccionarios republicanos del Tea Party.
Tal es el caso de alguien a quien dedicamos hoy unas líneas.
Esta vez nos conduce por la trama The New York Times en un artículo firmado por Steve Eder y Michael Barbaro,
quienes dejan al senador republicano Marco Rubio –aspirante a ocupar la
Casa Blanca– en paños menores, al develar sus sucios manejos
financieros, adentrándose en zonas oscuras y sombrías de quien debía
dedicarse a sus quehaceres legislativos.
Estas son algunas revelaciones de los periodistas:
[…] Rubio estuvo batallando con el
peso de su deuda estudiantil, una hipoteca y un préstamo extra en contra
del valor de su casa, sumando un total de cientos de miles de dólares
en adeudos. Pero en 2012, la salvación financiera pareció haber llegado:
un editor le pagó 800 mil dólares para que escribiera un libro sobre
cómo fue su vida siendo hijo de inmigrantes cubanos.
En varios discursos, el aspirante a la Casa Blanca “[…] habló sobre
su prudente plan para utilizar el dinero y al final pagar sus deudas de
la escuela de leyes, expresando un gran alivio de que ya no le debía ‘a
una dama llamada Sallie Mae’, tal como se refirió en una ocasión .
Pero, qué curioso, cuando al parecer quedó con una mano delante y
otra atrás luego de, según él, saldar la deuda, “ hizo una extravagante
compra de una lujosa lancha de 80 mil dólares, como muestran documentos
estatales. En ese entonces, Rubio le contó a un amigo que era “un gasto
desaconsejable al cual no podía resistirse. El bote de 7,3 metros de
largo, hacía realidad un sueño”.
[…] Rubio destaca por su juventud, su
meteórico ascenso político, y por las persistentes dudas en torno a sus
manejos financieros, al grado de que la campaña presidencial de Mitt
Romney hizo un señalamiento a esta cuestión cuando se investigó a Rubio
para que fuera considerado como un posible candidato a vicepresidente en
2012, lo demuestran entrevistas.
La mencionada publicación refiere a que algunos de sus partidarios se
muestran preocupados. A manera que ascendía en la política, en
ocasiones llegó a entremezclar dinero personal con dinero político,
utilizando en una ocasión, hace años, una tarjeta de crédito del Partido
Republicano estatal para pagar por un proyecto de pavimentación en su
casa y para viajar a una reunión familiar, y poniendo a sus parientes en
las nóminas de campaña
.
El diario neoyorquino señala que el potencial aspirante a la
presidencia estadounidense se hizo dependiente de un donante de campaña,
Norman Braman, un multimillonario que subvencionó su trabajo como
instructor de la universidad, lo contrató como abogado y continúa
empleando a su esposa.
Por otra parte, durante su campaña para senador federal en 2010 sus oponentes dijeron que utilizó los fondos de un PAC (grupo de recaudación de fondos para favorecer a candidatos) para subsidiar el estilo de vida de su familia…
Con estas “virtudes” aspira a sentarse en la poltrona. Claro que esto
no quiere decir que otros candidatos a la presidencia en las elecciones
del 2016, tanto republicanos como demócratas, estén exentos de
“probidades” semejantes.
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