lunes, 15 de junio de 2015

Rubio en paños menores


Rubio en paños menores


Marco Rubio. Foto: Archivo
Marco Rubio. Foto: Archivo

El abordaje al tema de los dinosaurios que en la Florida se han empeñado en desbarrar contra el gobierno de La Habana, le resulta escabroso a quien lo ha hecho durante años, por lo reiterativo de la denuncia y el tono negativo de la crítica.

Pero hoy, el paisaje después de la batalla cambia, de modo muy desventajoso para quienes medraron durante decenas de años a costa de su política agresiva contra el pueblo de la Isla.

Algunos ya pasaron a ¿mejor? vida en el infierno. Otros –cada vez menos–aletean en su mismo pantano. Los nuevos en aquella plaza, han ido subiendo al compás de una sucia espuma a la sombra de los más feroces reaccionarios republicanos del Tea Party.

Tal es el caso de alguien a quien dedicamos hoy unas líneas.

Esta vez nos conduce por la trama The New York Times en un artículo firmado por Steve Eder y Michael Barbaro, quienes dejan al senador republicano Marco Rubio –aspirante a ocupar la Casa Blanca– en paños menores, al develar sus sucios manejos financieros, adentrándose en zonas oscuras y sombrías de quien debía dedicarse a sus quehaceres legislativos.

Estas son algunas revelaciones de los periodistas:
[…] Rubio estuvo batallando con el peso de su deuda estudiantil, una hipoteca y un préstamo extra en contra del valor de su casa, sumando un total de cientos de miles de dólares en adeudos. Pero en 2012, la salvación financiera pareció haber llegado: un editor le pagó 800 mil dólares para que escribiera un libro sobre cómo fue su vida siendo hijo de inmigrantes cubanos.
En varios discursos, el aspirante a la Casa Blanca “[…] habló sobre su prudente plan para utilizar el dinero y al final pagar sus deudas de la escuela de leyes, expresando un gran alivio de que ya no le debía ‘a una dama llamada Sallie Mae’, tal como se refirió en una ocasión .

Pero, qué curioso, cuando al parecer quedó con una mano delante y otra atrás luego de, según él, saldar la deuda, “ hizo una extravagante compra de una lujosa lancha de 80 mil dólares, como muestran documentos estatales. En ese entonces, Rubio le contó a un amigo que era “un gasto desaconsejable al cual no podía resistirse. El bote de 7,3 metros de largo, hacía realidad un sueño”.

[…] Rubio destaca por su juventud, su meteórico ascenso político, y por las persistentes dudas en torno a sus manejos financieros, al grado de que la campaña presidencial de Mitt Romney hizo un señalamiento a esta cuestión cuando se investigó a Rubio para que fuera considerado como un posible candidato a vicepresidente en 2012, lo demuestran entrevistas.

La mencionada publicación refiere a que algunos de sus partidarios se muestran preocupados. A manera que ascendía en la política, en ocasiones llegó a entremezclar dinero personal con dinero político, utilizando en una ocasión, hace años, una tarjeta de crédito del Partido Republicano estatal para pagar por un proyecto de pavimentación en su casa y para viajar a una reunión familiar, y poniendo a sus parientes en las nóminas de campaña
.
El diario neoyorquino señala que el potencial aspirante a la presidencia estadounidense se hizo dependiente de un donante de campaña, Norman Braman, un multimillonario que subvencionó su trabajo como instructor de la universidad, lo contrató como abogado y continúa empleando a su esposa.

Por otra parte, durante su campaña para senador federal en 2010 sus oponentes dijeron que utilizó los fondos de un PAC (grupo de recaudación de fondos para favorecer a candidatos) para subsidiar el estilo de vida de su familia…

Con estas “virtudes” aspira a sentarse en la poltrona. Claro que esto no quiere decir que otros candidatos a la presidencia en las elecciones del 2016, tanto republicanos como demócratas, estén exentos de “probidades” semejantes.

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