Según pude conocer, un funcionario del Departamento de Estado que solicitó mantenerse en el anonimato, dijo que no necesariamente Estados Unidos tiene que quitar a Cuba de la llamada lista de países terroristas para establecer relaciones diplomáticas.
Tal aseveración de ser cierta crea un serio obstáculo a los propósitos de ambas naciones de comenzar un nuevo tipo de relación y que Cuba por razones de principios elementales no puede aceptar.
El ViceDirector de Estados Unidos de la cancillería cubana Gustavo Machin, lo declaró públicamente y dijo que--Cuba espera que esta segunda ronda de conversaciones a celebrarse en Washington se traten básicamente dos asuntos: El Primero, eliminar a Cuba de la oprobiosa y selectiva lista de países que promueven el terrorismo, que todos conocen mantiene Estados Unidos por razones políticas más que por otra cosa, para seguir justificando su bloqueo genocida contra nuestro pueblo.
El otro asunto que Cuba plantea debe tener inmediata solución es destrabar los problemas financieros que enfrenta la oficina de intereses cubana en Washington, toda vez que por culpa del bloqueo ningún banco norteamericano sostiene relaciones financieras con nuestro país osbstaculizando de esta forma las actividades consulares de nuestra oficina.
Es decir, no puede concebirse restablecer relaciones diplomáticas sin antes eliminar estos dos obstáculos que a todas luces son inadmisibles para Cuba.
En Presidente Obama al anunciar el pasado 17 de diciembre el restablecimiento de relaciones con nuestro país, dijo que había dado instrucciones al Departamento de Estado para que revisara la permanencia de Cuba en esa odiosa y manipulada lista de países terroristas, según tengo entendido dió 45 días al Departamento de estado para que cumpliera con esa orden, el tiempo ya venció y todavía no ha habido un pronunciamiento oficial en este sentido.
Ya se encuentra en la capital estadounidense la delegación oficial cubana a la segunda ronda de conversaciones presidida por la Directora de Estados Unidos del MINREX Josefina Vidal, y es de suponer que estos dos asuntos estarán desde el primer momento sobre la mesa de negociaciones.
Si de verdad quiere el gobierno de Estados Unidos, iniciar un verdadero cambio de su política hacia Cuba, debe comenzar por demostrarlo desde el principio, dando solución a estos dos escollos, y a partir de ahi nuevamente reestablecidas las correspondientes embajadas, entonces seguir avanzando hacia la solución de otros asunos pendientes no menos importantes, si es que de verdad se pretende la normalización total de las relaciones.
La pelota está como se dice deportivamente del lado norteamericano y le toca ahora a Estados Unidos dar el paso que le corresponde..
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