Por: José Miguel Vázquez.
Si, no estoy exagerando, es una linda tradición de la familia cubana despedir el año con toda la prole reunida en la casa o en casa de algún familiar o amistad, hoy no ser una excepción.
Son las 4:35 pm de este 31 de diciembre, y el olor que reina en el ambiente es el del delicioso lechóm asado, al pincho, al carbón, o en el horno casero, los más aventajados lo asan en el patio al carbón, otros consiguieron un pernil y a comerlo luego con arroz congri, yuca con mojo, ensalada de tomate, lechuga fresca. cerveza o vino tinto en fin como cada cual quiera.
Es verdad que no tendremos nueces y avellanas pero si estarn el dulce de naranja en almíbar, coco rayado, queso amarillo o blanco, ahh y los riquísimo buñuelos esos que no pueden faltar en una cena como ésta.
En fin amigos, hoy es 31 de diciembre, mañana comienza un nuevo año de grandes promesas para nuestro pueblo, pero también de grandes retos, y el más importante será el de estabilizar nuestra economía, hacerla rentable, y para eso se necesita mucha disciplina y rigor a todos los niveles.
Otro reto será hacer frente a los escollos que los enemigos de la Revolución nos pondrán en el camino para malograr el acercamiento y normalización de las relaciones Cuba-Estados Unidos.
El gobierno de Estados Unidos debe saber que no permitiremos ninguna provocación como la que orquestó ayer la tal Tania Bruguera, ni esa ni ninguna otra será permitida porque lo que pretenden es socabar nuestra unidad y nuestra firmeza y eso no lo van a conseguir.
Asi que bienvenido el 2015, felicidades a todos. Cuba hoy está de fiesta y a las doce daremos la bienvenida al año 57 de la Revolución.
Mientras transcurren las jornadas navideñas, el eventual cierre de la
cárcel en la base naval de Guantánamo, Cuba, se posiciona hoy como uno
de los principales retos en la agenda del presidente estadounidense,
Barack Obama, reporta la agencia cubana Prensa Latina.
Ante la perspectiva de un Congreso opositor en ambas cámaras desde
enero y tras el anuncio de acciones ejecutivas catalogadas como audaces
en materia migratoria y de relaciones con Cuba, Obama dejó en el
candelero -antes de viajar a Hawaii con su familia- la polémica en torno
al centro de detención ubicado en territorio cubano ocupado contra la
voluntad del gobierno de la isla.
El mandatario firmó la semana pasada la legislación que autoriza 585
mil millones de dólares para el Departamento de Defensa, pero envió un
mensaje al Capitolio en el que señaló que la operación continua de la
prisión de Guantánamo socava la seguridad nacional.
«Debemos cerrarla», sostuvo Obama, quien volvió sobre el tema en un
«talk show» en CNN durante el cual dio fe de que hará todo lo posible
para lograr ese objetivo.
El inquilino de la Casa Blanca ha cuestionado las restricciones al
traslado de prisioneros a centros en suelo norteamericano y a su vez ha
sido objeto de críticas por las transferencias de estos a sus naciones
de origen.
Desde la perspectiva del gobernante, las disposiciones del Congreso
en torno a este asunto podrían bajo ciertas circunstancias violar el
principio constitucional de la separación de poderes.
Por ello, instó una vez más a los miembros de ambos partidos a
trabajar para cerrar el tristemente célebre centro de internamiento
(mantenido desde 2002), algo que considera un «imperativo nacional».
Esta semana se conoció la dimisión de Cliff Sloan, quien negociaba la clausura de dicha cárcel en la base naval de Guantánamo.
Según la prensa norteamericana, Sloan renunció como enviado especial
del Gobierno para la transferencia de los reos ante la frustración por
la demora del Pentágono en trasladarlos tras aprobarse sus salidas.
Fuentes cercanas al funcionario dijeron que solo unos pocos
prisioneros habían sido liberados -cuatro fueron trasladados
recientemente a Afganistán y otros fueron acogidos en Uruguay-, mientras
que a otros se les retiene innecesariamente.
Desde noviembre último han sido trasladados 17 reos y la
administración piensa reducir la cantidad de ellos en Guantánamo a menos
de 100, a fin de presionar al Congreso para que revoque la ley que
prohíbe su traspaso a Estados Unidos.