Publicado
en: Actualización del modelo socialista cubano
¿Qué le está
pasando a la economía cubana? La inquietud es inevitable ante el 0,6 por
ciento ganado por el producto interno bruto (PIB) en el primer semestre. En
lugar de crecimiento, saldo tan esmirriado refleja estancamiento.
El
Ministerio de Economía y Planificación confía en una leve mejoría para concluir
el año con un avance en torno a 1,4 por ciento. Admite públicamente, de todas
maneras, que la desaceleración anual supera la
previsión de origen: era 2,2 por ciento, contra un cierre de 2,7 el
año pasado.
Con el
ajuste, el 2014 se anotaría un avance del PIB similar al del año más gris en
década y media: el 2009, que cargó con las secuelas del trío de huracanes que
peinó la tierra cubana a fines del 2008, justo cuando estallaba en Wall Street
la crisis financiera que conmocionó al resto de mundo.
Para hacer
más complicado un análisis hoy, el nuevo frenazo sobreviene cuando los cambios
del modelo económico entran en una etapa singular, tensa y más compleja. A tres
años y unos meses de iniciada, la reforma económica despliega medidas de mayor
profundidad y alcance estructural, pero los beneficios demoran a escala de toda
la sociedad. A la par, la crisis global abruma a socios importantes de Cuba y
el bloqueo económico de Estados Unidos se ensaña, con puntería artera, contra
las conexiones bancarias de nuestro país con el mundo.
En un
intento por encontrar luz, Cubaprofunda encuestó
a 12 eruditos, de varias instituciones académicas, con renombre cada uno en el
estudio de la economía cubana.
De la
complejidad del escenario actual hablan las divergencias de percepción y de
opiniones de los entrevistados -doctores o doctoras todos en ciencias
económicas- ante una pregunta única: ¿cómo interpreta usted el 0,6 por ciento
del PIB en el primer semestre y el reajuste o recorte de la previsión anual?
Unos
reconocieron que el resultado les tomó por sorpresa, mientras otros declararon
que era previsible o lógico. No pocos se mostraron preocupados, pero tampoco
faltaron expresiones de tranquilidad por parte de quienes consideran que es muy
temprano para cosechar los beneficios de las transformaciones emprendidas en la
economía.
Del
torbellino de diferencias y honduras académicas, emergen también coincidencias
y, sobre todo, pistas para comprender la coyuntura cubana y la reforma llamada
Actualización del modelo económico.
Entrevistados.
Después de
transcribir, leer y analizar casi tres horas de puntos de vista y percepciones
de los doce economistas, Cubaprofunda optó por ofrecerlas en cuatro partes a
partir de hoy, ordenados en un cuarteto de temas centrales:
- ¿Qué significa el 0,6 por ciento del PIB en el primer semestre?
- Obstáculos, frenos, causas del bajo crecimiento
- Conexión con el proceso de Actualización del modelo
- Apreciación sobre el futuro de la economía.
Sirva la
lectura de estas opiniones, convertidas en debate por gracia y maña del
periodismo, como grano de arena en la construcción del consenso social,
imprescindible para el éxito de un proceso de transformaciones que enfrenta,
inevitablemente, resistencias disímiles dentro y fuera de la nación.
¿Qué significa el 0,6 por ciento del PIB en el primer
semestre?
Aunque varía
el tono de alarma entre unos y otros, coinciden en que es una señal de alerta,
como muestran estas primeras opiniones
.
Humberto
Blanco, CEEC: La noticia
nos sorprendió. Creo que nos preocupa a todos. Estamos ante una evidente
desaceleración del crecimiento económico. En un contexto tan dinámico, de
cambios y reestructuraciones de todo tipo, y en un entorno internacional
adverso, es comprensible que el crecimiento económico se sostenga en un nivel
discreto, pero que se sostenga. Sin embargo, el 0,6 por ciento, prácticamente
no es crecimiento. Y la expectativa de 1,4 por ciento al final del año confirma
que hay una desaceleración.
Anicia
García, UH: El escaso
crecimiento es una mala noticia. Pero nos preocupa no ahora, en este año
específicamente, sino desde el 2008, que es cuando la economía se comienza a
desacelerar. Llevamos más de 20 años con una situación difícil. Se han
acumulado problemas que no tienen solución si no es a partir de un crecimiento
económico mucho mayor.
Lázaro Peña
Castellanos, CIEI: No es tan
sorprendente el comportamiento del PIB. Puedo entender que había un estudio
detrás de las previsiones, pero me parece que esos cálculos no se correspondían
con la realidad, con el contexto actual de la economía internacional y, sobre
todo, con la profunda necesidad de transformaciones de la estructura económica
del país.
Hiram
Marquetti, CEAP: Creo que
para la opinión pública fue una sorpresa que el PIB del primer semestre tan
solo llegara al 0,6 por ciento, sobre todo porque había algunos resultados
positivos en sectores que desde hace más de 20 años son clave en la economía,
como el turismo, que con sus limitaciones logró crecer en el número de
visitantes en su etapa alta. No se cumplió el plan en la industria azucarera,
pero sin lugar a dudas mejoró la producción. También se están ejecutando
inversiones: en los servicios turísticos en Varadero, en el sector
electroenergético para respaldar a la industria del níquel, y sigue en marcha
el proyecto de desarrollo del Mariel, que sin dudas es una importante
inversión. Otras actividades no muestran resultados tan alentadores pero
progresan, mientras se expanden nuevas formas de organización empresarial, es
decir, las cooperativas no agropecuarias. A esto habría que añadir las inversiones
para reparar los daños que dejó el huracán Sandy en Santiago y Holguín y en
menor medida en otras provincias.
A pesar de
la sorpresa, un grupo de tendencias negativas han impactado en la economía
sobre todo después del año 2008, en que Cuba tuvo que aplicar un mecanismo de
default, o sea, no pudo honrar el volumen de obligaciones financieras externas
acumuladas en ese momento, sobre todo por las pérdidas causadas por los tres
ciclones de agosto y septiembre, equivalentes a alrededor del 10 por ciento del
PIB. Esta situación se refleja de alguna manera en la dinámica actual de la
economía.
Juan Triana,
CEEC: Creo que
es una señal de estancamiento de la economía cubana, lo cual para nada es bueno.
Puede ser en cierta medida comprensible, si atendemos a que Cuba se maneja en
medio de restricciones económicas muy fuertes tanto internas como externas.
Pero también es una señal evidente de que todo lo que se ha hecho, y se ha
hecho mucho, es insuficiente desde el punto de vista del propósito de que el
país crezca y se pueda desarrollar.
Jorge Mario
Sánchez, CEEC: En
términos de cantidad, es un resultado magro, en condiciones difíciles, pero
anémico. En cuanto a la calidad, sigue entrampado en viejas deficiencias que no
se han resuelto. A cuatro o cinco años de lanzar el proceso de reestructuración
más importante en la historia de la sociedad y de la economía durante la
Revolución, todavía los resultados no están avalando los objetivos propuestos.
Francisco
Borrás, UH: Crecer 0,6
por ciento es casi no crecer. Pero alguna gente recibe esa información con
pesimismo y la vincula, injustamente, con la actualización del modelo económico
cubano. Sería injusto sacar la siguiente conclusión: el PIB está creciendo poco
porque vamos por mal camino o vamos demasiado lentos. Recuerda aquella idea de
Raúl de que no debemos improvisar como otras veces. Tenemos que estudiar bien
cada paso.
2- Obstáculos, frenos, causas del bajo crecimiento
La rigidez
de la planificación asoma entre diferencias y coincidencias de los encuestados
al opinar sobre trabas principales que arrastra todavía la economía cubana
¿Por qué la
economía cubana no logra romper el ciclo de bajo crecimiento de los últimos
años, agravado en 2014 como evidencian el 0,6 por ciento de incremento del PIB
en el primer semestre y el 1,4 por ciento previsto para el año?
José Luis
Rodríguez, CIEM: Los
resultados del primer semestre de este año y las previsiones del año están
reflejando factores externos, yo diría que con mucho peso, y también
dificultades que arrastra la economía cubana en la gestión económica. La zafra
dejó de producir un 12 por ciento del plan pero por suerte los precios se
mantienen aproximadamente igual en el mercado internacional. Otra exportación
importante, la producción de níquel, también está muy afectada, aunque los
precios han subido. Y el turismo, que no aumentó prácticamente el año pasado,
se planteó una meta muy fuerte este año: crecer más del 10 por ciento en el
número de visitantes, pero solo está obteniendo un 5 por ciento. A la par, nos
golpean alzas de precios de importaciones como el petróleo. En los alimentos,
han subido casi todos, como los frijoles y el arroz, mientras la leche en polvo
se mantiene muy alta. La factura de los alimentos va a ser mayor de lo
previsto.
Este año,
además, se ha incrementado la presión del bloqueo norteamericano, especialmente
en lo referido a la penalización de instituciones financieras que hagan
negocios con Cuba.
Todos estos
factores, unido a problemas internos en la gestión económica y en la
terminación de inversiones, son los que han dado este resultado
Aleida
González-Cueto, CEEC: Estamos
lentos. La actividad inversionista es lo que está atrasando el crecimiento.
Ricardo
Torres Pérez, CEEC: Ciertamente,
concurren factores que no estaban presentes antes: una crisis económica
internacional con impacto en Cuba, que es una economía muy abierta y lo va a
seguir siendo. Pero creo que esos resultados se deben mayormente a nuestras
propias insuficiencias, a las debilidades estructurales que ha acumulado la
economía cubana durante muchísimo tiempo.
Es un mal
que responde a causas profundas, de difícil modificación, que requieren en
muchos casos, y es lo que defendemos, de medidas más audaces, más coherentes,
de mayor alcance. Por supuesto, la maduración de esas medidas tomará también un
tiempo, antes de que puedan impactar positivamente en esa dinámica de
crecimiento.
Oscar
Fernández Estrada, UH: En estos
momentos uno de los principales obstáculos para el crecimiento de la economía
cubana son los mecanismos tan verticales y administrativos de asignación de
recursos. ¿Por qué no crece la agricultura, por ejemplo, si se le destinan
recursos? El problema es de oportunidad. El insumo tiene que llegar oportunamente,
si no, no sirve de nada. Al final del año, qué tienes: gastaste en
importaciones, pero no impactan en el crecimiento.
Las
previsiones que se hacen son planes muy rígidos, que suponen comportamientos
que no se controlan del todo, ni por el Ministerio de Economía, ni por las
grandes empresas. Al proponernos metas muy estrictas, sin variantes ni
alternativas, cualquier pequeña variación, o si algo no se comporta como
previmos, cosa normal, entonces se traban muchas cosas y los planes no se
cumplen.
Con las
nuevas resoluciones asociadas a las directivas del Plan 2014, hay una
categoría, el encargo estatal, que es lo que la empresa se compromete a
producir por solicitud del Estado. Pero implica casi el 100 por ciento de la
capacidad productiva de la entidad. Si no avanzamos resueltamente para reducir
el encargo estatal para permitir que la empresa destine una mayor parte de la
capacidad productiva a ventas por acuerdo, en función de la oferta y la
demanda, va a seguir siendo un mecanismo de decisión vertical. Hay que
reducirlo para dejar que la empresa organice su canasta de insumos, sin mediar
una asignación central, y que venda sus producciones, sin necesidad de que
pasen también por un mecanismo central predeterminado.
Lo que se
conoce en Cuba como planificación, más que un mecanismo eficaz o eficiente de
asignación de recursos, es en estos momentos uno de los principales obstáculos
al crecimiento.
Anicia
García, UH: Es muy
difícil crecer y que una economía sea sostenible a largo plazo con una tasa de
inversión tan baja como la que tiene Cuba: apenas un 10 por ciento del producto
interno bruto. La inversión es la que nos permitiría mantener lo que tenemos,
crecer, modernizarnos, generar exportaciones, penetrar nuevos mercados,
desarrollarnos.
También es
importante que el PIB crezca para aliviar tensiones en el nivel de consumo, que
se ha resentido mucho en los últimos años.
Hiram
Marquetti, CEAP: La
economía cubana ha persistido desde hace un tiempo en aplicar medidas
procíclicas, es decir, de restricción del gasto. Hemos insistido en reducir
sobre todo el gasto de importaciones, que tiene un límite cuando no hay
respuesta del sector productivo nacional: que se encuentra descapitalizado en
un porcentaje significativo y acumula grandes deudas desde el punto de vista de
inversiones. Y esto, lógicamente, se refleja en los resultados. La restricción
de los gastos también ha sido fuerte en las inversiones.
A mi modo de
ver, estas políticas restrictivas se manifiestan con mucha fuerza en la
planificación, en la asignación de recursos. Con el plan se han aplicado
medidas homogeneizadoras, que no respaldan de manera efectiva u oportuna
aquellas actividades que son realmente dinamizadoras de la actividad económica.
Omar
Everleny Pérez, CEEC: Mientras
el obrero siga ganando un salario que no le garantiza la adquisición de bienes
y servicios necesarios, ni hay motivación por el trabajo ni la productividad
puede ser óptima. Eso se arrastra en todas las esferas de la economía y explica
un poco el 0,6 por ciento del primer semestre.
Otra
limitante del crecimiento económico en Cuba está en la demanda interna, el
consumo interno. El desarrollo necesita de un mercado interno. Y no tenemos ese
soporte. Primero, porque no hay capacidad adquisitiva, y segundo, porque no
tenemos productos, ni calidad en la producción. Casi todo es importado y
ocurren desabastecimientos de bienes importantes. Por consiguiente, el comercio
minorista, que también contribuye al crecimiento, disminuye
.
Jorge Mario
Sánchez, CEEC: Aunque han
comenzado profundos cambios en el marco legal, en la parte normativa, en la
institucional y se ha iniciado un proceso, tímido aún, pero importante,
estratégico, de descentralización, todavía no se expresa en un cambio de la
calidad del crecimiento, ni en alcanzar ritmos que sean realmente sostenibles.
Sigue siendo un avance sobre la base del endeudamiento. Por un 1 por ciento que
crece la economía cubana, la deuda tiende a crecer de 2 a 3 veces,
fundamentalmente la de tipo comercial. Si no cambiamos los fundamentos del
crecimiento, la calidad de ese indicador mantiene un síntoma de deformación
crónica que no acaba de ser resuelta.
Reducimos
las normativas para las empresas a siete indicadores; excelente. Pero
reproducen viejas prácticas de la planificación centralizada con otro lenguaje,
con otros instrumentos. Seguimos entrampados en los factores inerciales. El
cambio de mentalidad, el cambio de instrumentos, es precisamente cómo hacer las
cosas de una manera diferente para no replicar mecanismos y hábitos que ya
fracasaron.
Lázaro Peña
Castellanos, CIEI: No se
trata solamente del diseño y ejecución de las políticas económicas, sino
también de cómo se controlan, con la participación del pueblo y de los
trabajadores. Creo que las estructuras del Estado y del gobierno necesitan una
modificación que tenga en cuenta estas cuestiones. Es una necesidad del proceso
y de la dinámica misma del desarrollo. Son problemas que todavía perduran y
deben ser vencidos para lograr no solo diseño de políticas, sino capacidad para
que esas políticas se conviertan en realidad.
3- Conexión con la Actualización del modelo económico
No todos los
encuestados catan de igual manera los cambios de la economía cubana, pero
coinciden en que lo más importante aún no ha llegado.
Ricardo Torres,
CEEC: Las
cifras macroeconómicas del 2014 no se pueden ver aisladas, sino como
continuación de una tendencia sostenida durante por lo menos los últimos seis
años, que se inserta a su vez dentro de un ciclo aún mayor de crecimiento
insatisfactorio del PIB. Pero las más recientes, a partir del momento en que
empiezan los cambios con el gobierno de Raúl, indican que las medidas
implementadas no han sido suficientes para cambiar la dinámica de crecimiento y
el pobre desempeño económico del país.
Algunos factores
comienzan a ser modificados con la Actualización del modelo económico. Uno
evidente es la Ley de Inversión Extranjera, que trata de cambiar este ciclo
perverso de bajas tasas de inversión de los últimos 25 años. Ninguna economía
que aspire a un crecimiento alto de manera sostenida en el tiempo, puede
mantener los niveles de inversión que tiene Cuba en la actualidad, de alrededor
del 10 por ciento del PIB anualmente. Otro paso es el avance hacia un esquema
cambiario y monetario que permita identificar cuáles son las ventajas
competitivas de la nación, mejorar la asignación de recursos y hacer más
transparente las transacciones económicas. Va a ser una contribución sin dudas
extraordinaria, clave para avanzar más rápido.
Anicia
García, UH: Al
proceso de actualización le ha estado faltando un componente fundamental, la
reforma de la empresa estatal socialista. Hemos hablado sistemáticamente de que
es el eslabón fundamental de la economía, pero para que pueda serlo hay que
repensar el sistema de gestión de la empresa estatal y quitarle trabas
administrativas y burocráticas que lo entorpecen. Esa reforma comienza ahora, a
tres años de aprobación de los Lineamientos. Se ha retrasado mucho. Yo
comprendo que hay peligros, riesgos, pero hay que asumirlos. Porque más peligro
y más riesgos tiene la acumulación de problemas sin solución y acumular tres o
más años de escaso crecimiento económico.
En el sector
agropecuario se han hecho muchas cosas, pero faltan medidas decisivas para ver
resultados. Por ejemplo, la apertura de un mercado de insumos. Los mercados de
distribución, como los tenemos diseñados hasta ahora, lejos de fomentar
competencia y mayor producción, están haciendo todo lo contrario. Y eso también
es un problema importante.
Humberto
Blanco, CEEC: El
proceso de implementación de los lineamientos ha tenido logros y crecimiento en
algunos sectores, pero todavía la solución está lejos. Asistimos a un
decrecimiento de la industria manufacturera, con excepción de la biotecnología
y la industria farmacéutica. Eso nos está enviando señales claras de que, a
pesar de los avances y de todas las medidas en curso, probablemente tengamos
que pensar en medidas nuevas, adicionales, en otras direcciones, para desatar
de veras los nudos que mantienen atadas las fuerzas productivas y que ha sido
una de las claves del proceso, como ha dicho públicamente la dirección del
país: liberar las fuerzas productivas. Estamos hablando de riquezas, de
producción material, de servicios, que están deprimidos, en un contexto
internacional relativamente desfavorable que no va a cambiar.
Son procesos
complejos. Pero hay un factor, el tiempo, que debemos considerar muy en serio.
Omar
Everleny Pérez, CEEC: Cada
una de las medidas que se han ido tomando mantiene la men
talidad centralista.
La mitad de las cooperativas aprobadas no está funcionando todavía. ¿Por qué?
Porque han tenido problemas en su mundo como lo tiene la empresa estatal.
Entonces, no es un problema del tamaño ni de la forma de propiedad, es un
problema de cómo está estructurado el sistema. En la agricultura se han tomado
decenas de medidas y todavía no hay producción.
Hay voluntad
de cambio, pero a la hora de los hechos, las instituciones no ven al sector no
estatal como un componente verdadero del desarrollo.
Ya llevamos
tres años y unos meses implementando Lineamientos y al final de la cadena, el
cliente, el trabajador, no ve resultados.
Oscar
Fernández Estrada, UH: Mi impresión es que las medidas que hemos tomado no están dirigidas
todavía a potenciar, a destrabar, las fuerzas productivas y a potenciar, por
tanto, el crecimiento de la economía. Todo lo hecho hasta el momento ha tenido
que ver con un cambio en las reglas de juego, un cambio en la forma de
organizarse y funcionar los agentes de la economía, pero todavía no está
consolidado ni siquiera ese nuevo paradigma de reglas del juego.
Francisco
Borrás, UH: Hasta
ahora las medidas han estado enfocadas fundamentalmente hacia las nuevas formas
de gestión: el cuentapropismo y, de manera muy incipiente, el desarrollo de
cooperativas. Al sector empresarial estatal, que es el que tendrá impacto
realmente en el crecimiento del PIB y sobre el desarrollo próspero y
sostenible, no se le pueden pedir frutos todavía porque acaban de salir ahora
las normativas que apuntan a su transformación.
Tampoco está
implementada aún, por ejemplo, la unificación monetaria y cambiaria. No va a
resolver el problema, pero es un factor que puede coadyuvar a que las empresas
sientan el peso de la ineficiencia e ineficacia, o se estimulen verdaderamente
cuando son eficientes y eficaces.
Aleida
González Cueto, CEEC: La
Actualización del modelo económico es un proceso muy complicado. Es una
realidad. Estamos ante una acumulación de errores, sistematizados y durante
mucho tiempo repetidos. Hace mucho que todo el mundo sabe dónde están los
problemas, pero si eliminas uno, caes en otro y caes en otro. Ocurre con pasos
como la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria. Cuando planificas y
vas a ejecutar uno, te das cuenta de que hay problemas que no permiten hacerlo
en el momento en que se quiere. Eso lo atrasa y a la vez se van atrasando los
demás pasos.
Juan Triana,
CEEC: Sería
necesario repensar la reforma empresarial que recién comienza, porque lejos de
promover una mayor descentralización, puede generar una nueva centralización de
decisiones fundamentales: las está moviendo de las unidades donde se realiza la
producción y los servicios hacia entidades, las OSDEs (Organización Superior de
Dirección Empresarial), que tienen una función administrativa y de control.
Estamos repitiendo esquemas e instituciones que conocimos en Cuba hace
prácticamente 40 años y fracasaron.
Habría que
expandir también el marco institucional y legal de los pequeños negocios
privados y de las nuevas cooperativas. Son procesos todavía sumamente
discrecionales en el caso de las cooperativas; inducidos muchas veces. La
dinámica del sector de los trabajadores por cuenta propia ha demostrado hasta
ahora que pueden ser funcionales a los propósitos de la economía socialista. Si
se les dieran un mayor espacio, sobre todo en actividades productivas, y no de
servicios única y exclusivamente, podrían contribuir a expandir el empleo y al
crecimiento económico y, quizás, podrían ser una contribución más a las
exportaciones y a la sustitución de importaciones.
No solo es
un problema de desatar nudos, sino de crear nuevas oportunidades en función del
crecimiento económico y el desarrollo del país.
4- Miradas al futuro de la economía cubana
Los
entrevistados observan lentitud en los cambios, pero reconocen el inicio
reciente de medidas que pueden tener mayor impacto sobre la economía.
José Luis
Rodríguez, CIEM: Es
necesario avanzar más rápidamente en la solución de una serie de problemas de
descapitalización que tiene la economía y, particularmente, la agricultura.
Jorge Mario
Sánchez, CEEC: Avanzamos
desde una sociedad muy homogénea y vertical, con una visión cultural -tanto
institucional como a nivel de toda la sociedad- de que el Estado es el único
actor que debe y puede acaparar funciones, hacia una sociedad donde tienen cada
vez más importancia los elementos complementarios, que apoyan y en algunos
casos sustituyen al Estado.
El sector
cooperativo y el privado asumen un rol creciente y es muy importante romper con
estereotipos de que privado es antagonista del Estado o una negación del
carácter socialista. El sector privado cubano se inserta en un contexto
socialista para satisfacer objetivos de la sociedad. No niega los beneficios,
la propiedad privada, pero los pone en función de la sociedad. Lo mismo es
aplicable a la cooperativa como forma intermedia de propiedad.
Con el
sector cooperativo y privado marchamos hacia un cambio de concepción acerca de
la estructura de la sociedad. Por tanto, deben cambiar las visiones e
instrumentos para normar la actividad de estos sectores. Menos reglas, más
autonomía y más centrado en los principios, con un entorno flexible.
Juan Triana,
CEEC: Este
proceso, que ha sido paso a paso, y ha permitido ampliar los horizontes de la
economía nacional en términos de actores, está necesitado de políticas más
contundentes que promuevan el crecimiento económico.
Una parte
importante de esas políticas, al menos tres, acaban de comenzar. Una es la
aprobación de una política para la inversión extranjera directa, que incluye la
Zona Especial de Desarrollo Mariel. La otra, el inicio de un proceso de
reestructuración de la empresa estatal cubana, que en definitiva es el grueso,
quizás el 85 por ciento, de la economía nacional. Y la tercera, anunciada desde
finales del año pasado, es el programa de unificación monetaria. Esas tres
medidas tienen un carácter estructural profundo, y deben tener impactos
importantes en los resultados futuros de la economía nacional.
Pero si el
país quiere, si nosotros queremos, si el gobierno quiere, caminar hacia un
desarrollo y una sociedad socialista, sustentable y próspera, tendremos que
pensar profundamente en implementar nuevas medidas que permitan crear nuevas
oportunidades y expandir las capacidades productivas del país.
Ricardo
Torres, CEEC: Cuba ha
dado pasos importantes para desatar las fuerzas productivas desde el punto de
vista de las formas de propiedad. Se le han abierto espacios al sector privado,
al sector cooperativo, pero todavía con muchas limitaciones para crecer,
desarrollarse, ganar en eficiencia y en productividad. Están confinados a
actividades muy básicas, de bajo valor agregado. Y es una contradicción porque
no aprovecha el activo más importante que tiene Cuba para su desarrollo, y que
tendrá durante muchos años: la calificación de su fuerza de trabajo.
Hiram
Marquetti, CEAP: Yo creo
que el proceso va a dar resultados. Estamos en un momento complejo. En el
próximo congreso del Partido se hará un balance del despliegue de los
Lineamientos, y la etapa crítica del proceso comenzará entonces porque ya habrá
madurado un grupo de medidas y se habrán ejecutado transformaciones funcionales
y algunas de tipo estructural de peso, pero en el orden social lo más
complicado es construir consensos hoy con factores que la gente no ve todavía.
Aleida
González Cueto, CEEC: A mí lo
que me da un poco de optimismo es que se han encontrado los hilos de la madeja,
es decir, por dónde empezar. El proceso va bien, pero la realidad pone trabas
que lo han ido atrasando más de lo planificado y, por supuesto, mucho más de lo
que uno desea.
Se tendrán impacto en el corto y mediano
plazos. En vías de implementación están medidas principales, desde la
unificación monetaria hasta el cambio en la concepción del precio. Una de las
que más puede dinamizar la economía es el cambio en el paradigma de los
precios. Hoy están anclados a los costos. Mientras mayor el costo, más alto el
precio. Con la unificación monetaria y las nuevas estrategias de precios, el
costo va a ser una variable del precio y las empresas empezarán a preocuparse
más por ser eficientes, competitivas, que hoy no lo tienen como prioridades.
Es como un
avión que está calentando los motores ahora, cogiendo pista. No le vas a medir
que no coge altura; no, por supuesto, está calentando los motores. Pero
cuando la Actualización del modelo despegue, pienso que lo hará como los
aviones, con fuerza, hacia arriba. Soy optimista.
(Tomado del
blog de Ariel Terrero y Dixie Edith, Cuba Profunda)
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