Mantener a Cuba en una ilógica e increíble lista de países patrocinadores del terrorismo, como se afana Estados Unidos con respecto a nuestro país, es un ejemplo palpable de que su política de mueve entre la mentira y la estupidez.
Cada día Cuba agiganta su figura de país solidario y benefactor, a pesar de su pobreza y lo acaba de demostrar al dar a conocer su total disposición de enviar una brigada médica a Sierra Leona para hacerle frente a la creciente epidemia de Ebola.
¿ Es que acaso no le dice nada a Washington que haya sido el propio Secretario general de la ONU quien solicitara a nuestro país esta ayuda solidaria ? ¿ Sería capaz Ban Ki Moon de hacerle semejante proposición a un país terrorista ? ¿ Qué significa esto entonces? , pues nada más y nada menos que un absoluto mentis a la política anticubana que desarrolla Estados Unidos.
El único estado que no reconoce el inmenso prestigio de nuestra isla en el campo educacional, de la salud, la cultura, el deporte, y otras esferas del saber humano es Estados Unidos, quien caprichosamente mantiene una actitud agresiva contra nosotros, simplemente porque tenemos otro tipo de gobierno y sistema social.
¿Acaso no sería más inteligente de su parte que acabaran de comprender que a pesar de nuestras diferencias ideológicas pudiéramos vivir como naciones civilizadas y tener relaciones normales más aún siendo vecinos los dos ?
¿Hasta cuándo van a persistir en esa loca idea de tratar de destruír nuestro actual sistema social ?
No reconocer lo que significa hoy por hoy Cuba en el concierfto de las naciones, es simplemente nadar contra la corriente o caminar por un despeñadero aún sabiendo que pueden caer en un abismo in sondable.
Se acerca otro momento que mostrará lo inconsistente de la política norteamericana contra nuestro patria, y lo será cuando próximamente en Naciones Unidas la mayoría de las naciones del planeta voten a favor del levantamiento del criminal bloqueo económico y financiero con el que durante más de 50 años han tratado infructuosamente de asfixiarnos.
Nos satisface saber que en los propios Estados Unidos crece la corriente de que es hora ya de parar esta irracional política y que cambien las cosas en beneficio de nuestros dos pueblos. Pero tenemos paciencia y llegará el día en que políticos racionales e inteligentes de ese país lo comprendan y obren en consecuencia. Tiempo al tiempo.
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