viernes, 5 de septiembre de 2014

El clamor por la libertad de Gerardo, Antonio y Ramón

                                                               Por: José Miguel Vázquez.



No es cuestión de campañas. y mucho menos de estereotipos cíclicos, es la voluntad firme y decidida de un pueblo como el nuestro que se  eleva por encima de cualquier formalismo de ocasión, para reclamar que pongan en libertad a nuestros hermanos Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández Nordelo que ya cumplen 16 años encerrados en prisiones de alta seguridad de los Estados Unidos, por solo haber tratado de impedir que se cometieran actos terroristas contra nuestra patria.

Por eso, por la tamaña injusticia cometida, por lo burdo del juicio amañado que se .libró contra ellos, es que debemos alzar nuestras voces de protesta contra el sistema judicial del país que se autoproclama con bombos y platillos defensor de la causa antiterrorista en el mundo entero.

Precisamente el actual gobierno de los Estados Unidos y todos sus antecesores desde que fueron condenados nuestros cinco compañeros tienen una alta responsabilidad ante la historia por ensañarse de una manera tan criminal contra estos luchadores que solo desean verse nuevamente en el seno familiar y entre su pueblo que los admira, los quiere y los rfespeta.

Lo más triste de todo es ver como con absoluta impunidad permanecen libres en ese país, ejemplares tales como los Posada Carriles y varios más autores confesos de horrendos crimenes contra cientos de cubanos y extranjeros.

Es totalmente hipócrita la actitud del actual gobierno de Barak Obama, que dice ser enemigo de los terroristas mientras protege  a algunos de estos connotados criminales  que gozan de impunidad y se jactan cotidianamente de sus "heroicidades".Ahora mismo Obama está enajenado por la decapitación de dos periodistas norteamericanos por una organización que los propios Estados Unidos ayudó a crear, pero permanece impasible ante un crimen como el cometido contra el avión de Cubana en Barbados sabiendo que unos de sus atores materiales está libre.

Estamos ante una nueva jornada internacional por la libertad de nuestros tres compañeros que aún quedan en prisión, y hoy más que nunca debemos llevar este caso al propio seno de la sociedad estadounidense para que una vez conocido el asunto, presionen a sus gobernantes para que liberen de inmediato a esos hombres que hoy sufren una condena injusta.

Cuba solicita la solidaridad del pueblo de Estados Unidos, de todos los hombres y mujeres capaces de discernir con entera responsabilidad sobre este acto cruel y deshumano.

Frente a la hostilidad de los verdaderos terroristas que viven y hacen de las suyas en sus madrigueras de Miami y Nueva York, debe imperar la razón, la justicia y la solidaridad.




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