¿ Será que los cubanos somos indisciplinados ?

                                  Por: José Miguel Vázquez.

Realmente me preocupa el hecho de la reiteración por parte de un grupo no pequeño de nuestra población que gusta de vivir a sus anchas, a hacer lo que les dá la gana, y dar la espalda a las reglamentaciones que rigen vivir en una sociedad organizada y de respeto como la nuestra.

Yo no sé antes, pero ahora cuando un cubano comete una contravención de cualquier tipo rápidamente le ponemos el sello de "indisciplina social", y así le colgamos el cartelito al que echa la basura en lugares no autorizados, bota los escombros de su casa en cualquier callejuela, no deposita los desechos sólidos en los cestos ubicados en lugares públicos, produce ruido con sus equipos de audio a altas horas de la noche sin importarle el descanso de los vecinos, y así muchas formas de como decimos nosotros "joder" a los demás.

Para todas estas cosas existen preceptos legales en resoluciones y ordenanzas, pero es el caso que resultan insuficientes en unos casos porque no se aplican, en otros porque no aparecen por ninguna parte los llamados a hacer valer las leyes del país.

Y ..en esto último quiero parar: Ya en algunas ocasiones he manifestado que uno de los grandes problemas que tiene nuestra sociedad actual es ·" la falta de autoridad " por quienes tienen el deber de ejercerla.

Estoy convencido que si en el momento oportuno apareciera el inspector, el velador, el funcionario gubernamental  y hasta el policía, muchas de las cosas que suceden a  diario en nuestras comunidades no tuvieran lugar.

Y es que hasta nuestro propio Presidente ya dijo en una ocasión " Que hay que buscarse problemas" y lamentablemente son muy pocos los que quieren buscarselos, sea por temor, por falta de autoridad, y porque no acaba de interiorizar que aqui en Cuba como en cualquier otro lugar del mundo, las autoridades se hicieron para "reprimir" las violaciones de la ley.

Lo peligroso de todo esto es que pudiera en un momento dado salirse de control y entonces caer en un desorden generalizado que afectaría la vida de los ciudadanos y hasta de las instituciones del país.

Es por ello que pienso, y ya finalizo, que eso que ahora llamamos " indisciplinas sociales" es un fenómeno que poco a poco va carcomiendo nuestras esctructuras institucionales y que hay que atajarlas a tiempo. La fórmula es muy sencilla, aplicar las leyes con todo rigor, sin miramientos y paternalismos, así me han contado que se hace en muchos países cuyos ciudadanos desde pequeños van adquiriendo hábitos de respeto a lo establecido, en unos casos por la educación que reciben y en otros porque son penalizados ejemplarmente.