Después de cinco días de plena actividad literaria, finalizó aquí la versión matancera de la vigésima tercera Feria Internacional del Libro que como toda obra humana tuvo sus naturales imperfecciones.
Más de 200 títulos fueron puestos al alcance de los lectores yumurinos, en que estuvieron a la venta en estanquillos y librerías unos 130 mil 620 ejemplares de todo tipo.
El recinto ferial de los matanceros ya es tradicional, me refiero a la populosa Calle del Medio como se le conoce desde hace tiiempo a la principal arteria comercial de la ciudad.
Este segmento citadino se encuentra muy cerca de instalaciones culturales del centro histórico capitalino, cuyas locaciones sirvieron de sede a numerosas presentaciones de libros y actividades culturales.
Esta feria estuvo matizada por la presencia de exposiciones, y pláticas literarias que sirvieron para que los autores de algunas obras interactuaran con el público presente, además hubo recitales y encuentros poéticos, donde no faltó el jolgorio dedicado a los niños
Si me preguntaran si me gustó la feria, diría con toda sinceridad que me dejó insatisfecho en algunas cosas, por ejemplo le faltó más ambientación donde los lectores y visitantes en general estuvieran más imbricados con sus objetivos, faltó mayor divulgación previa a las presentaciones, y como en otras anteriores no estuvo presente todo el tiempo le emisora provincial Radio 26, con sus transmisiones continuas sobre el evento.
Algo que me llamó la atención fue el excesivo costo de algunos libros y textos puestos a la venta en CUC, que hasta el presente es nuestra moneda convertible, lo que limitó que muchas personas no pudieran adquirirlos por falta de liquidez monetaria.
En años anteriores la feria se ha trasladado hacia otros lugares de la ciudad, digamos escuelas y otras instituciones con la presencia de autores y venta de libros en esos lugares y eso faltó.
Por ello digo que la feria me dejó a medias, y solo hago votos porque el próximo año este evento sea más de pueblo, que se convierta en un hecho verdaderamente masivo, como lo fue en otros años.
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