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martes, 17 de diciembre de 2013
Un niño deseado es esencial
Autora: Olga Lilia Vilató de Varona
Estoy segura de que a cualquier cubano se le pregunta acerca del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) y sabe de qué trata el tema; sin embargo, si indagamos sobre cómo lograr resultados acordes y estables con los esfuerzos e intereses del Estado cubano en pos de mantener una tasa de mortalidad infantil similares a las de países desarrollados entonces las opiniones no serían tan certeras.
Quiero decir que este Programa tendrá indicadores establecidos e invariables cuando la población y personal de la Salud estén convencidos de cuánto hacer porque nuestros bebés nazcan saludables.
Con esta inquietud le pedí sus criterios al Profesor Consultante Manuel Oliva Palomino, especialista en Pediatría, de Camagüey, Cuba, fogueado en el tema y comenzó por esa necesidad de planificar el embarazo.
Traer al mundo a un niño deseado es algo inestimable para obtener un desenlace feliz a la hora del parto.
“El embarazo es un proceso natural por el que pasa la mujer para lograr una de sus más grandes aspiraciones, por supuesto, acompañada de su pareja con iguales anhelos: tener un hijo.
En él participa la familia toda y debe ayudar. Aunque no es considerado una enfermedad sí deben tomarse las precauciones para que transcurra en las mejores condiciones”.
Así inició su conversación el Dr. Oliva a lo que agregó: “La futura madre debe adaptarse a esta etapa de gran intensidad y que enfrentará en beneficio del niño y así proteger su propia salud”.
Luego de signos indicativos de embarazo, el Profesor Oliva recomienda asistir a su médico de familia y de comprobarse el embarazo recibirá una atención prenatal óptima y además, comenzarán las relaciones con el galeno que la atenderá.
En esa etapa y por medio de tecnología muy avanzada comienzan a detectarse las malformaciones congénitas, mediante exámenes que incluyen también los marcadores genéticos y mientras más temprano se acude son mayores las posibilidades de diagnosticarlas a tiempo.
“Si la mujer asiste a las ocho semanas de embarazo —expresó el Dr. Oliva— debe ser captada en ese momento, no citarla para más adelante, eso sería un error, pues perderían las ventajas del estudio genético, aunque aclaro, la futura madre y la familia son quienes deciden si continúa su gravidez o la interrumpen ante algún obstáculo de esta naturaleza”.
A lo anterior añadió: “La incorporación del esposo a este proceso ofrece a la embarazada mucha seguridad, si le dejamos el asunto a la madre nos estamos comportando como lo machistas que aún somos en nuestros días. Él debe estar pendiente también de las consultas y los resultados de estas.
“Durante las visitas al médico de la familia o al especialista la mujer recibirá educación individualizada o en grupo acerca del método psico-profiláctico sobre la higiene y cuidado del embarazo, parto, puerperio —etapa después del parto— y de los cuidados del recién nacido, eso hay que hacerlo.
“La mujer tiene que ser comunicativa con su médico, no ocultarle absolutamente nada y si presentara pérdidas de sangre nunca hacer remedios caseros, tiene que acostarse y enseguida llamar a su médico o trasladarse al hospital Materno.
“Cuando el embarazo es planificado la seguridad aumenta, más si la mujer padece de alguna enfermedad crónica ante la cual tiene que estar controlada bajo el ojo del especialista como sucede con las hipertensas, cardiópatas, diabéticas…porque un cuerpo sano aumenta la posibilidad de parir un bebé sano”.
Recomendaciones fundamentales son vinculadas por el Profesor Oliva con una dieta saludable.
“Es importante, incluso, antes de concebir el bebé —aseguró— porque proporciona nutrientes al organismo sobre todo si disminuye el apetito en las primeras semanas de la gestación y procurar el peso correcto de acuerdo con su talla.
Se trata de comer con menos grasas y azúcares, y hacer ejercicios, a esto se llama peso ideal.
“Con la talla y peso adecuados de la futura madre los niños nacen con 2 500 o más gramos de peso y esto garantiza que el riesgo de morir sea mínimo, ya cuando vienen al mundo con 2 000 gramos el riesgo de fallecer se acerca al 20%; y si baja de 2000 a 1 500 gramos ese peligro aumenta a un 40%; entre mil y 1 500 gramos es del 60%; y con todo y los médicos y recursos tecnológicos que tenemos al nacer con menos de 1 000 gramos el conflicto es superior al 90%.
“Para evitar el bajo peso al nacer es imprescindible la eliminación de las infecciones de la boca, las caries dentales, la sepsis urinaria y las vaginales, estas últimas muy relacionadas con las relaciones sexuales sin protección porque el semen contiene la prostaglandina, esta madura el cuello uterino y el niño nace antes de tiempo, o sea, hasta los 7 u 8 meses hay que protegerse con el condón, ya después puede no utilizarse y al madurarse el cuello el parto es más fácil.
“La embarazada debe dormir del lado izquierdo desde los tres meses en adelante, esta posición favorece la oxigenación del feto y el niño nace con buen peso”, añadió el Profesor, quien hizo hincapié en la necesidad de que la embarazada no fume, ni su esposo o familiares cercanos lo hagan a su alrededor porque afecta la fertilidad y produce efectos dañinos en el desarrollo del bebé. Esta es una causa de niños con bajo peso al nacer importante.
A lo anterior el Dr Oliva amplió: “Antes de una mujer quedar embarazada debe tomar suplementos de ácido fólico o folato —forma natural en los alimentos— esto evita malformaciones como la espina bífida.
Se consume un suplemento diario de 400 microgramos de ácido fólico y hasta los primeros tres meses del embarazo”.
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