Dr. Mario Valdés Navia *
El Liceo de Matanzas nació como institución el 17 de febrero de 1860, en acto oficial celebrado en la casa deRafael del Villar,en un inmueble ubicado en el Callejón de San Severino, donde hoy una pequeña tarja de bronce recuerda la memoria del acontecimiento.
Fue durante tal ocasión que su director,Rafael del Villar, mencionó por vez primera el sobrenombre de “la Atenas de Cuba” a la ciudad de Matanzas, para bautizarla con un calificativo apropiado al florecimiento cultural de la ciudad, sobre la base de la explotación del trabajo esclavo.
En 1861, el 9 de noviembre, la poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda preside el acto de premiación de los primeros Juegos Florales del Liceo.
El 5 de abril de 1863, el LALM se traslada a su nuevo y definitivo local, en Contreras e/ Ayuntamiento y Santa Teresa, frente a la Plaza de Armas, escenario de la incansable labor cultural de la institución que, durante un siglo, logró mantener viva la sólida tradición cultural de la localidad pese a los largos años de guerra en el país durante la segunda mitad del siglo XIX y los trajines de la república burguesa.
En 1864, el 3 de noviembre, se funda la Sección de Ciencias Físicas y Naturales del LALM, una de las primeras instituciones científicas de la ciudad y del país.
El Liceo fue uno de los espacios donde se promovieron las ideas independentistas en Matanzas y su ubicación, casi al lado del Casino Español, era todo un reto al poder de España en estas tierras. Al concluir la Guerra del 95, sus salones se prestaron orgullosos para homenajear al Ejército Libertador y para tributar una recepción memorable, a Máximo Gómez y Juan Gualberto Gómez, paradigmas de aquella gran gesta.
En su sede, surgieron y se celebraron los afamados Juegos Florales que colocaron en un lugar elevado los logros de la ciencia y las artes regionales.
Asimismo, desfilaron por sus salones importantes figuras del arte y la ciencia, nacionales y universales, entre ellos: la pianista venezolana Teresa Carreño, escritores cubanos de la estatura de Agustín Acosta, Carilda Oliver Labra, Medardo Vitier y Dulce María Loynaz y los científicos Francisco Ximeno y Carlos de la Torre y Huerta, por solo citar algunos.
En el salón principal del LALM, el músico Miguel Faílde (1852-1921) estrenó su danzón “Las alturas del Simpson”, el primero de enero de 1879, modalidad musical devenida en Baile Nacional.
Hacia 1899, la dirección del LALM decidió adquirir la propiedad del edificio que le servía de sede, situado frente al recién bautizado Parque de La Libertad y se procedió a su reconstrucción capital.
En el novedoso proyecto ejecutado se aprecian los aires del eclecticismo desde la propia fachada, abierta en tres arcos a manera de logia, de sobria composición clasicista.
Los muros interiores de la institución se acicalaron con retratos de figuras de la cultura cubana realizados por el pintor matancero Esteban Valderrama, quien fuera uno de los directores de la Academia de San Alejandro, en La Habana.
Tras el triunfo de la revolución, el primero de agosto de 1968,fue denominadaSala White en honor del destacadísimo violinista matancero José Silvestre White (1836-1918), autor de “La Bella Cubana”.
Desde el año 2010, el local ha estado sometido a una remodelación, dirigida por el Arq. Ramón Recondo Pérez, con el fin de convertirla en la moderna Sala de conciertos José White. En estos momentos la obra se encuentra en su etapa final y debe ser inaugurada en los primeros meses del año 2014
Director de la Biblioteca "Gener y del Monte" de Matanzas *
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