Por: José Miguel Vázquez.Aunque la práctica de incinerar los cadáveres es algo no muy arraigado en Cuba todavía, lo cierto es que ya desde hace algún tiempo esto se viene haciendo fundamentalmente en la Habana.
Lo que tiene de novedoso este sistema, muy generalizado en diversos países, es que se está extendiendo en el nuestro, así las cosas ya próximamente Matanzas también contará con su incinerador o crematorio como le dicen algunas personas.
En tal sentido ya se acaba de concluir el de La Atenas Cuba, y que está ubicado en la Carretera Central próximo al cementerio “ San Carlos” de esta ciudad.
Las obras civiles están por concluir, e incluso ya se hizo la primera prueba a cargo de los técnicos españoles representantes de la firma que lo ha montado aquí.
El inmueble fue diseñado por el Arquitecto matancero Ramón Recondo, y actualmente se concluyen el pasillo central, dos estacionamientos para vehículos,y otras áreas afines, en tanto se espera la autorización de entidades rectoras como el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente CITMA y la Dirección provincial de Finanzas y Precios para ponerlo en pleno funcionamiento.
Desde tiempos de la colonia, en Cuba las personas que fallecen son inhumadas en los cementerios de cada localidad, y ahora la puesta en funcionamiento de esta nueva forma de dar tratamiento a los cadáveres, aliviará un tanto el hacinamiento que ya se produce en estas instalaciones..
Es cierto que no todas las personas gustan de ser incineradas cuando fallecen, sin embargo otras sí y se nota que cada día que transcurre son más los ciudadanos que prefieren acogerse a este novedoso tratamiento por múltiples razones.
Las ventajas que se tributan a los incineradores que es mejoran la situación del medio ambiente, toda vez que los cadáveres de muchas personas inhumadas con el trancurrir del tiempo, pueden mezclarse con el manto freático produciendo la consabida contaminación de las aguas.
Por ello, la puesta en funcionamiento muy pronto del nuevo incinerador de cadáveres de Matanzas, será una opción más de la que dispondrán los ciudadanos al decir adiós definitivamente.
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