Por: José Miguel Vázquez.
Chávez, ha muerto, es la dura realidad que temimos desde el primer momento que conocimos de su enfermedad, más si se trata de una dolencia que por lo general es muy difícil que tenga una solución viable.
Desde que enfermó, y transitó por las primeras operaciones y el ulterior tratamiento de quimioterapia y radioterapia, siempre supimos que las posibilidades de que sobreviviera serían muy pocas.
Todos de una forma u otra hemos tenido amigos o familiares que han padecido de cáncer, y sabido es cual es el desenlace tarde o temprano.
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Pero, aún así, nos aferramos a la idea de que Chávez podría ser la excepción, de que podría superar esa enfermedad, y alargar su vida, aunque la dura realidad nos mató esa esperanza.
Ha muerto Chávez, físicamente si, pero su ejemplo, sus enseñanzas, su consagración a la causa de su pueblo no morirán jamás. He ahí lo que lo inmortaliza. Chávez es como Bolívar, como otros importantes próceres de América, que aún después de muertos siguen vivos en la mente y el accionar de millones de personas que siguen su camino.
Nadie puede negar ni ocultar las grandes cosas que hizo en beneficio de su pueblo, únicamente sus ciegos y acérrimos enemigos no lograr ver en toda su magnitud el bello legado que dejó a sus compatriotas.
Ahí están los cientos de miles de personas beneficiados en sus programas sociales, los que recuperaron la vista, los que fueron alfabetizados, los que recibieron sus nuevas viviendas, los que lograron un trabajo digno, y así muchas cosas más que tendrán que agradecerles..
En cuanto a Cuba, ni que decir tengo lo mucho que apoyó a nuestro pueblo e hizo posible con su solidaria ayuda a minimizar los efectos del criminal bloqueo económico y financiero que desde hace más de 50 años ejerce contra Cuba el gobierno de Estados Unidos.
De Chávez tendría que decir muchas cosas, y solo me corresponde expresar ahora que él es la continuidad de los sueños de Bolívar y Martí, y su nombre, ejemplo y legado estarán por siempre en Venezuela y América Latina.
Chávez se nos fue, es verdad, pero no tan así, Chávez está presente en cada venezolano digno, en sus soldados, deportistas, médicos, mujeres, hombres y niños, que verán siempre en él al guía insustituible que ni la muerte les podrá arrebatar, de ahí la frase que enarbola su pueblo de: “ Yo soy Chávez “
Los enemigos de Venezuela, lo van a saber ahora, quizá preferirán que estuviera vivo, porque de seguro ahora que está muerto estará más vivo que nunca. Nunca podrán matar el ejemplo que dejó ¡Tiempo al tiempo ¡
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