René González: Holocausto Palestino ha puesto a prueba toda capacidad para la maldad
Queridos amigos solidarios de todo el mundo:
Una vez más toda la furia del imperialismo y de sus instintos de muerte se desata sobre un pueblo indefenso, al que se ha sometido por más de medio siglo a un genocidio brutal, apoyado en un discurso hipócrita y falso. El ensañamiento contra el pueblo palestino parece solamente proporcional a las culpas que por siglos, en su trato al pueblo judío, acumularon sobre sí las potencias que hoy nos pretenden dar lecciones de derechos humanos; culpas de las que sólo con un crimen mayor: un proyecto colonizador y genocida desfasado; parecieran capaces de intentar sacudirse.
En el holocausto palestino se ha puesto a prueba toda la capacidad para la maldad practicada desde tiempos inmemoriales por los conquistadores: Se reescribe la historia. Se atribuye a las víctimas cada perversidad de los victimarios. Se apela a las diferencias religiosas para sembrar la animadversión hacia el pueblo a conquistar. Se resaltan las diferencias raciales y culturales buscando justificar en ellas el crimen.
Se lanza a un pueblo desesperado por el abuso a la conquista de otro. Se aplica al pueblo victima un doble rasero que nunca aceptarían para sí los victimarios. Se usan las más refinadas mañas de la manipulación mediática para que el mundo acepte sin protesta el abuso. Se deshumaniza a un pueblo como si sus padres y madres no sufrieran igual que los demás el dolor de sus hijos, y como si el derecho a la felicidad inalienable a la condición humana no les perteneciera.
En los centros de poder mundial ni siquiera ya se pretende una aproximación desinteresada al conflicto. La prensa corporativa y los personeros imperiales se muestran tal y como son, tomando partido por el agresor sin molestos escrúpulos de conciencia.
También se apela a la indiferencia, y a ese lastre humano que es la esperanza de que no seamos mañana las víctimas, y de que por alguna gracia de los imperialistas seremos excusados en el futuro de ser victimizados.
El indiferente de hoy puede convertirse en el agredido de mañana si no toma partido por la justicia, y si rehúsa unirse al coro de voces que hoy se levanta para reivindicar el derecho del agredido.
Quienes se levantan hoy por el pueblo palestino se levantan por la historia. Se levantan para que algún día prime la humanidad que a todos nos hace uno; y para que a través de ella nos salvemos como especie de las mezquindades impuestas por unos pocos a todo el género humano. Sólo la conciencia colectiva de lo mejor de la especie nos salvará de un holocausto que de permanecer en la indiferencia nos abrazará tarde o temprano a todos.
En el pueblo cubano, solidario, revolucionario y educado en la fraternidad humana, siempre tendrán los hermanos palestinos toda la solidaridad. La tendrá también el pueblo judío cuando el experimento sionista deje de ser instrumento del imperialismo, y nuevamente se desaten sobre ellos los instintos dormidos de quienes ayer les oprimían y hoy les susurran al oído cantos de sirena, que algún día pudieran convertirse nuevamente en chillidos antisemitas y en nuevas y bestiales persecuciones.
Desde nuestro encierro en las cárceles del imperio, cinco revolucionarios cubanos que decididos a tomar partido hemos enfrentado toda la saña del imperialismo, extendemos a nuestros hermanos palestinos todo el clamor de nuestra solidaridad y simpatía. Levantémonos hoy por la justicia, que es levantarnos por el mundo que queremos para nuestros hijos.
A todos un abrazo, y nuestra exhortación a no desmayar en la lucha por la paz y la justicia.
Hasta la Victoria Siempre.
Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René.
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