Por: José Miguel Vázquez.
El "juicio", que se sigue contra Posada Carriles en el Paso Texas, se ha convertido en un verdadero SHOW al estilo de los mejores espectáculos norteamericanos.
La jueza Kathleen Cardone, ha adoptado una posición en la que acepta las pruebas que le convienen con tal de seguir protegiendo al architerrorista internacional y lograr al final de la jornada una sentencia solamenente por haber mentido a las autoridades de inmigración de Estados Unidos sobre su entrada clandestina a territorio norteamericano.
Pero como todo lo que tiene que ver con este señor deriva ineluctablemente a sus antecedentes criminales en contra del pueblo cubano, surgen a cada momento más pruebas en su contra,
Ahora resulta que la periodista norteamericana Ann Louise Bardach, testigo clave de la fiscalía norteamericana en este sonado caso denunció haber sido víctima de un ciberataque , de acuerdo con una nota que publicó el blog Along the Malecon.
Esta fue la periodista que le hizo la famosa entrevista a Posada Carriles y donde el susodicho aseguró ser el responsable de los atentados con bombas en la Habana que costaron la vida al turista italiano Fabio Dicelmo.
Ahora yo pregunto, ¿ Quién en Estados Unidos está interesado en borrar datos importantes del ordenador de la periodista?, según ella ha averiguado se trata de un ataque contra una de sus cuentas de correo electrónico, hechas con una técnica propia de las agencias especializadas norteamericanas con el objetivo de desaparecer información de la profesional.
El ataque considerado de sofisticado, no puede ser obra de Hackers contrarrevolucionarios, sino de personas bien entendidas en esta materia al estilo de como se ven en las peliculas actuales.
La entrevista de Bardach a Posada Carriles fue publicada en The New York Times, y ahora Posada no se acuerda de lo que dijo en aquella oportunidad y se declara inocente de estos atentados.
Por lo que se ve hay mucho interés en tirarle la clásica " Tohalla" al hombre que tantas víctimas fatales ha causado en Cuba y que nuestro pueblo reclama sea condenado severamente por sus aborrecibles crímenes.
Mientras, sigue el espectáculo en el Paso, Texas, y la jueza Kathleen Cardone se llena más de lodo.
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