lunes, 7 de junio de 2010

METEORO 2010: SISMOS Y MAREMOTOS EN CUBA: ¿ Qué hacer ?


Nota de José Miguel:

En Cuba, durante muchos años en el mes de mayo, previo al comienzo de la temporada ciclónica el 1 de junio, se desarrolla el ejercicio Meteoro, con vistas a preparar todo el dispositivo de la Defensa Civil para enfrentar posibles Huracanes, o Tormentas Tropicales, que han sido desde siempre el principal flagelo que nos ha causado grandes daños y hasta vidas humanas.
Sin embargo dada la reincidencia dramática que ha tenido en el planeta en el trancurso del año, este fenómeno de los sismos, con su inmensa carga destructiva, es que nuestro país tomó la decisión de prepararnos también ante esa realidad, que contrariamente a los huracanes, no nos permite conocerlo con anticipación.
Debido a la importancia de este tema es que estoy reproduciendo este interesente trabajo tomado de Cubahora original de la periodista Maite López Pino, que pongo a consideración de ustedes.


SISMOS Y MAREMOTOS EN CUBA. ¿ Qué hacer ?.
Por: MAITE LOPEZ PINO


Los terremotos son fenómenos naturales causados por la rápida liberación de la energía acumulada lentamente, como consecuencia de las deformaciones en la corteza terrestre, la energía se manifiesta en forma de oscilaciones elásticas del terreno (ondas sísmicas). En las rocas de la corteza terrestre, al ser sometidas a los enormes esfuerzos tectónicos, se producen fracturas y fallas generadoras de ondas elásticas cuando los esfuerzos sobrepasan el límite de elasticidad de las rocas.
Los mapas de ocurrencia de terremotos muestran que en Centroamérica, el Caribe y Sudamérica hay franjas alargadas donde son muy comunes los terremotos potencialmente destructivos. Dichos fenómenos naturales son una amenaza severa, debido a las irregularidades de los intervalos temporales en que se manifiestan y la imposibilidad de predecir con exactitud el momento de su ocurrencia.
El sudeste cubano es propenso a movimientos sísmicos a causa de la poca distancia que separa a la isla de la zona de contacto entre la Placa Norteamericana, donde se encuentra Cuba y la microplaca de Gonave, situada entre Cuba, Jamaica y Haití, a través de la falla Oriente, que produce un movimiento horizontal entre ambas de unos 20 milímetros al año.
Por suerte, debido al mecanismo del movimiento de la falla (de deslizamiento), es muy baja la posibilidad de que un sismo de gran magnitud en esa zona pueda generar un tsunami catastrófico.
Las mayores probabilidades de estas alteraciones marinas en torno a Cuba, debido a terremotos, están relacionadas con la zona de subducción situada al norte de La Española y Puerto Rico.
Parafraseando… país precavido vale por dos, por tanto Cuba debe estar preparada para sismos, maremotos u otras situaciones extremas de desastre que han ocurrido en el mundo y pueden presentarse en el territorio nacional.
El Estado Mayor Nacional de Defensa Civil informa que la primera etapa de METEORO 2010 se extendió del 21 al 23 de mayo, y estuvo dirigido, fundamentalmente, a reducir vulnerabilidades impredecibles que provocarían huracanes, sequías y eventos sanitarios adversos.
La segunda etapa se efectuará los días 25 y 26 de junio y en esa ocasión las acciones fundamentales van dirigidas a dar respuesta a un sismo de gran intensidad, maremotos u otras situaciones extremas de desastre, realidades que han azotado a varias partes del mundo y ante las cuales el país debe estar alerta por su posible ocurrencia en territorio nacional.
METEORO involucra a los consejos de defensa a todos los niveles y los órganos y grupos de trabajo, unidades e instituciones militares de las FAR y el MININT, de Salud pública y de Servicios comunales, y también a la población.
Desde hace 24 años el país desarrolla cada año el ejercicio Meteoro, cuyas experiencias son tomadas en cuenta para perfeccionar las acciones de los consejos de defensa a todos los niveles, órganos de dirección y de mando y la población de forma general, de cara a los destructivos fenómenos.
Por ejemplo, el temor a una tragedia similar a la causada en Asia por el maremoto en el océano Índico de 2004 mantiene la preocupación en el Caribe, y ya se alista un Sistema de Alerta Temprana (SAT) de tsunamis.
Los científicos que participan de este esfuerzo consideran absolutamente posible que ocurran maremotos en la región, y subrayan la importancia de acompañar el SAT con programas de prevención y de mitigación de riesgos.
Por tanto, además de invertir en sistemas de satélite, boyas y sondas, hay que preparar y educar a las personas. Prevenir es vital para reducir el peligro de desastre, aseguró Enrique Arango, experto del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) de Cuba.
Deben trabajar unidos, el sistema de alerta regional, los servicios sismológicos, oceanográficos y de defensa civil. Por ello se hace imprescindible promover la educación y preparación de la población.
La decisión de modelar este año la actuación ante la ocurrencia de terremotos y tsunamis responde a la inusual intensificación de estos eventos catastróficos a escala global, aunque el territorio nacional no escapa al anormal comportamiento, vinculado con reajustes de las placas tectónicas del planeta.
En lo que va de año Cuba ha reportado 25 movimientos telúricos perceptibles, incluido el más reciente con una magnitud de 4,1 grados en la escala de Richter, notorio en tres localidades de la región occidental del país: Artemisa, Guanajay y Candelaria, a unos 60 kilómetros de La Habana

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