Por: José Miguel.
Para ponerme a tono con la temperatura, hay que decir que en estos días como decimos los cubanos “está chiflando el mono”, es una forma de expresar jocosamente que las temperaturas están frías.
Si bien dice el Maestro de la Meteorología cubana José Rubiera, que las actuales temperaturas están muy lejanas de ser record, lo cierto es que desde hace más de una semana estamos padeciendo de forma sostenida estas bajas temperaturas a las que realmente no estamos acostumbrados.
Otro elemento que pudiéramos traer a colación es que, el año pasado no hubo tanto frío, como lo sentimos en este enero que dicho sea de paso es el mes más gélido de la llamada temporada invernal cubana.
Un slogan casi turístico dice que “Cuba es un eterno verano”, y en cierta manera es cierto, solo que se hace más utilizable en esta época del año para los visitantes turísticos acostumbrados a menores temperaturas en sus países de origen,
En nuestro país el frío goza de adeptos y detractores, en mi caso pudiera decir que me gusta, pero como dice un compañero de trabajo “tampoco hay que exagerar”, pues todos los extremos son malos.
Por otra parte sentir tanto frío en estos días en que se habla tanto de calentamiento global, es una contradicción a veces difícil de entender, aunque ya Rubiera se ocupó de explicar que el cambio climático no tiene nada que ver con temperaturas frías generalmente pasajeras.
Entonces ¡Bienvenido el frío!, que al menos contribuye a sacar algunos abrigos que a veces duermen el sueño eterno en los escaparates, o quizá para tener el pretexto al menos un día de darle vacaciones al baño.
Para ponerme a tono con la temperatura, hay que decir que en estos días como decimos los cubanos “está chiflando el mono”, es una forma de expresar jocosamente que las temperaturas están frías.
Si bien dice el Maestro de la Meteorología cubana José Rubiera, que las actuales temperaturas están muy lejanas de ser record, lo cierto es que desde hace más de una semana estamos padeciendo de forma sostenida estas bajas temperaturas a las que realmente no estamos acostumbrados.
Otro elemento que pudiéramos traer a colación es que, el año pasado no hubo tanto frío, como lo sentimos en este enero que dicho sea de paso es el mes más gélido de la llamada temporada invernal cubana.
Un slogan casi turístico dice que “Cuba es un eterno verano”, y en cierta manera es cierto, solo que se hace más utilizable en esta época del año para los visitantes turísticos acostumbrados a menores temperaturas en sus países de origen,
En nuestro país el frío goza de adeptos y detractores, en mi caso pudiera decir que me gusta, pero como dice un compañero de trabajo “tampoco hay que exagerar”, pues todos los extremos son malos.
Por otra parte sentir tanto frío en estos días en que se habla tanto de calentamiento global, es una contradicción a veces difícil de entender, aunque ya Rubiera se ocupó de explicar que el cambio climático no tiene nada que ver con temperaturas frías generalmente pasajeras.
Entonces ¡Bienvenido el frío!, que al menos contribuye a sacar algunos abrigos que a veces duermen el sueño eterno en los escaparates, o quizá para tener el pretexto al menos un día de darle vacaciones al baño.
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