Por: José Miguel.
Me estoy preguntando cómo es posible que un huracán tan destructor y nunca deseado puede haber llevado el nombre de “Paloma”, un ave símbolo de la tranquilidad y la paz., Por qué no se le puso “Halcón”, ese sí hubiera sido un identificativo apropiado para elemento tan desolador.
El caso es que la región sur y centro oriental del país acaba de ser azotada por el tercer huracán de la actual temporada ciclónica, que debe finalizar el 30 del presente mes de noviembre.
Santa Cruz del Sur en la provincia de Camaguey, resultó el territorio elegido por caprichos de la naturaleza para ser la puerta de entrada de este organismo tropical, y el más castigado por la acción destructora del mar, que por coincidencias de la vida, sufrió en igual fecha hace 76 años lo que los cubanos identifican como un “ras de mar”, y que en aquella ocasión ocasionó 3 mil muertos.
Claro que ahora la historia no podría repetirse, porque en el país hay en primer lugar una Revolución, un sistema social que ante todo se ocupa de proteger la vida humana como principal objetivo ante los peligros de estos eventos meteorológicos, y en este caso no hubo pérdidas en este sentido.
Daños ha habido es cierto, sobre todo en viviendas donde se reportan alrededor de 400 casas destruidas en Santa Cruz, allí el mar penetró kilómetro y medio tierra adentro, pero previsoramente la defensa civil y los consejos de defensa, evacuaron a tiempo a todos los vecinos de esa zona. También se reportan afectaciones en la Provincia de las Tunas en la agricultura y otras instalaciones.
Rápidamente han comenzado ya las labores de restauración y recuperación, se cuenta con la experiencia acumulada en estos casos y estoy seguro que pronto todo volverá a la normalidad.
Santa Cruz del Sur, nuevamente castigada por un fenómeno atmosférico volverá a levantarse, por la acción de sus propios vecinos que contarán con todo el apoyo necesario por parte de nuestro gobierno revolucionario
Por lo pronto la infraestructura eléctrica en la provincia no ha sufrido grandes destrozos lo que facilitará que las reparaciones sean más rápidas, y ya brigadas de linieros de otras partes del país entre ella una de Matanzas, se encuentran listas para apoyar los trabajos en esa zona.
Sabremos enfrentar estas adversidades de la naturaleza con la decisión de siempre, y seguiremos adelante, confiados y optimistas.
Me estoy preguntando cómo es posible que un huracán tan destructor y nunca deseado puede haber llevado el nombre de “Paloma”, un ave símbolo de la tranquilidad y la paz., Por qué no se le puso “Halcón”, ese sí hubiera sido un identificativo apropiado para elemento tan desolador.
El caso es que la región sur y centro oriental del país acaba de ser azotada por el tercer huracán de la actual temporada ciclónica, que debe finalizar el 30 del presente mes de noviembre.
Santa Cruz del Sur en la provincia de Camaguey, resultó el territorio elegido por caprichos de la naturaleza para ser la puerta de entrada de este organismo tropical, y el más castigado por la acción destructora del mar, que por coincidencias de la vida, sufrió en igual fecha hace 76 años lo que los cubanos identifican como un “ras de mar”, y que en aquella ocasión ocasionó 3 mil muertos.
Claro que ahora la historia no podría repetirse, porque en el país hay en primer lugar una Revolución, un sistema social que ante todo se ocupa de proteger la vida humana como principal objetivo ante los peligros de estos eventos meteorológicos, y en este caso no hubo pérdidas en este sentido.
Daños ha habido es cierto, sobre todo en viviendas donde se reportan alrededor de 400 casas destruidas en Santa Cruz, allí el mar penetró kilómetro y medio tierra adentro, pero previsoramente la defensa civil y los consejos de defensa, evacuaron a tiempo a todos los vecinos de esa zona. También se reportan afectaciones en la Provincia de las Tunas en la agricultura y otras instalaciones.
Rápidamente han comenzado ya las labores de restauración y recuperación, se cuenta con la experiencia acumulada en estos casos y estoy seguro que pronto todo volverá a la normalidad.
Santa Cruz del Sur, nuevamente castigada por un fenómeno atmosférico volverá a levantarse, por la acción de sus propios vecinos que contarán con todo el apoyo necesario por parte de nuestro gobierno revolucionario
Por lo pronto la infraestructura eléctrica en la provincia no ha sufrido grandes destrozos lo que facilitará que las reparaciones sean más rápidas, y ya brigadas de linieros de otras partes del país entre ella una de Matanzas, se encuentran listas para apoyar los trabajos en esa zona.
Sabremos enfrentar estas adversidades de la naturaleza con la decisión de siempre, y seguiremos adelante, confiados y optimistas.
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