viernes, 11 de abril de 2008

5 Preguntas sobre el Tibet.

AIDA CALVIAC MORA.
Tomado de Granma
El Dalai Lama junto a Bush y la Pelosi cuando fue condecorado.
Tíbet es parte inalienable de China, aunque autoridades religiosas, con la mirada puesta en el desmembramiento del gigante asiático, incitan a sus adeptos a la violencia y al caos, para tratar de convertirlo en una nueva versión de Kosovo.
Los recientes disturbios en la ciudad de Lhasa, capital tibetana, provocación promovida desde el exterior por el Dalai Lama, dejaron un saldo de 19 muertos y más de 300 heridos a manos de los manifestantes.
Algunos gobiernos occidentales apuestan esta vez por el fracaso de las Olimpiadas de Beijing 2008, y el Dalai Lama vuelve a ser soldado disciplinado que no muerde la mano que financia sus acciones separatistas.
¿Cuál es la historia de Tíbet?
Numerosos registros históricos confirman su existencia como parte del territorio chino. La dinastía Ming, que gobernó el país entre 1368 y 1644, ejerció la soberanía estatal sobre la región, y de 1644 a 1911 estuvo subordinada a la dinastía Qing, en ambos casos por iniciativa propia. Hasta el siglo XX, el área, en medio de antiguas rutas comerciales, fue disputada por invasores mongoles, nepaleses y británicos. Estados Unidos también se inmiscuyó en los asuntos del Tíbet, especialmente luego de iniciada la Segunda Guerra Mundial.
Con el fortalecimiento y expansión de la religión budista, surge una corriente que concentró todo el poder en dos figuras: el Dalai-Lama y el Panchen-Lama. Los siervos constituían el 80% de la población y vivían bajo un régimen de semiesclavitud. Tenían un propietario a quien debían entregar más de la mitad de sus ingresos y que los podía obsequiar a otros nobles. Todo eso se abolió con la entrada del Ejército Popular de Liberación (EPL) y la realización de una reforma democrática en 1959.
Los disturbios dejaron pérdidas materiales por más de 30 millones de dólares.
Sumido en el atraso y la dominación feudal, el territorio era una potencial plaza fuerte desde donde las clases derrocadas podían poner en peligro la joven República Popular China. El EPL, dirigido por el Partido Comunista, llegó a la meseta tibetana en octubre de 1950 y derrotó al ejército de los feudales. El 26 de octubre de 1951 el EPL entraba en Lhasa y en el mismo año se redactó el Plan para la Liberación Pacífica del Tíbet, que contemplaba la administración conjunta del Gobierno chino con el local, y se implementó una reforma agraria. La clase feudal, desplazada del poder, comenzó su actividad contrarrevolucionaria, convirtiendo monasterios en almacenes de armas suministradas por la CIA, agencia que en marzo de 1959 respaldó una rebelión organizada por los terratenientes. Después de que el Ejército chino derrotara la revuelta, el Dalai Lama y sus principales colaboradores del alto clero y de la nobleza, huyeron a la India, desde donde continúan promoviendo acciones contra China, auxiliados en su intento desestabilizador por gobiernos occidentales, principalmente el de Estados Unidos.
¿Cómo vive actualmente el pueblo tibetano?
En el Tíbet feudal no había ni electricidad ni carreteras ni hospitales. El panorama cambió radicalmente desde la llegada del socialismo, con grandes progresos en su infraestructura y en el nivel de vida de la población. A partir de 1961 comenzaron a celebrarse elecciones generales y los antiguos siervos y esclavos obtuvieron el derecho de ser dueños del territorio por primera vez. Actualmente el pueblo goza del derecho a participar en la administración de los asuntos estatales y locales, conforme a la Constitución.
Las políticas gubernamentales aplicadas desde entonces determinaron, entre otros logros, el descenso de la tasa de mortalidad infantil, mientras el promedio de vida subió de 35 a 67 años.
El año pasado su Producto Interno Bruto (PIB) fue de 34 200 millones de yuanes (4 780 millones de dólares). La región cuenta con una población de 2,61 millones de habitantes, de los cuales el 92,2% son tibetanos, y el PIB per cápita excedió los 12 000 yuanes en el 2007.
Desde 1994, el resto de China ha financiado 2 861 proyectos de desarrollo en el Tíbet con una inversión total de 9 300 millones de yuanes. La región cuenta con la vía férrea más alta del mundo, inaugurada en el 2006, que une a Lhasa con Beijing y otras ciudades, lo que significó el fin del tradicional aislamiento tibetano. La economía local ha mantenido un crecimiento anual superior al 12% durante siete años consecutivos.

¿Con qué recursos estratégicos cuenta?

Por su riqueza en recursos hídricos la zona, que conecta al país con el sur y centro del continente, es también conocida como La Torre de Agua de Asia, debido a que la meseta Qinghai-Tíbet es una fuente crucial del líquido para China. El agua se ha convertido en uno de los principales recursos que comercializa la región, fundamentalmente desde que la primera ruta ferroviaria hacia el área recortó el costo de su transportación. Tíbet posee el mayor depósito de cobre chino que se ubica en la mina Yulong, y además tiene grandes reservas de hierro, plomo, zinc y cadmio. Los geólogos afirman que cuenta con importantes reservas de petróleo y de gas natural, pero la dureza y altitud del terreno hacen que su extracción sea costosa y compleja.

¿Quién es el Dalai Lama?

Según la leyenda, es la reencarnación del bodhisattva, patrón del Tíbet. El actual, Tenzin Gyatso, es el número 14 y reside en Dharamsala, en el norte de la India, desde 1959, donde proclamó un "gobierno tibetano en el exilio", que la comunidad internacional no reconoce. Vinculado abiertamente a Washington, ha sido recibido tanto por los republicanos —el mandatario George W. Bush—, como por los demócratas —Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense. Esta última, se ha encargado de alentar el boicot contra los Juegos Olímpicos y de exhortar a la administración norteamericana a que actúe en ese sentido.

Condecorado con la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos, alabó a Bush por sus esfuerzos en favor de la libertad, la democracia y los derechos humanos.

Calificó la guerra en Afganistán como "una liberación", la de Corea como "semiliberación" y la de Vietnam como "un fracaso", sintetizó el Comandante en Jefe en recientes reflexiones.

¿Qué objetivos se persigue en la actual campaña contra China?

El propósito es desacreditar a China, y la herramienta es bien conocida: una campaña mediática donde se yuxtaponen las frases "represión" y "violación de los derechos humanos" a cualquier incidente dentro de sus fronteras.

Ante esta cruzada desestabilizadora, que tiene como próximo objetivo los Juegos Olímpicos de Beijing, en la nación asiática se publicó el libro Mentiras y Verdad, en idioma mandarín, donde se refutan las distorsiones publicadas en algunos medios de comunicación occidentales sobre los sucesos del 14 de marzo, además de explicar la historia, la religión y la cultura del Tíbet, y el origen de los intentos separatistas.

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