Por José Miguel Vázquez.
Acabo de regresar de la Ciénaga de Zapata, escenario donde hace 47 años se libraron duros y cruentos combates en defensa de nuestra soberanía y las banderas del socialismo.
Para los que conocieron este agreste territorio antes del triunfo de la Revolución o incluso en los primeros años del triunfo, se darán cuenta de los cambios que se observan en su infraestructura poblacional, urbana, y situación económico-social.
Hoy la Ciénaga de otra, se puede afirmar que cambia constantemente para bien, y para los que no conocieron nunca esta porción geográfica de nuestro país, baste decirles que otrora la Ciénaga de Zapata fue desde épocas de la colonia, transitando por la etapa de República mediatizada, un lugar totalmente olvidado, donde sus residentes eran objeto del más absoluto aislamiento y olvido.
Sin embargo este maravilloso humedal, tiene una rica historia, que ha contribuido a nuestro sentimiento de cubanía y amor a la patria.
Fue primeramente asentamiento de piratas desde 1530 hasta 1830, sitio de Cimarrones que se alzaron contra la esclavitud imperante, y tierra donde hasta algunos bandoleros purificaron sus almas, al llegar a convertirse en patriotas, como es el caso de José Álvarez Arteaga, conocido como “ Matagas”, el que al morir ostentaba el grado de Teniente Coronel del Ejército Libertador.
Durante mucho tiempo la Ciénaga de Zapata pasó de ser una tierra desconocida a un lugar de atractivo gigante por su riqueza faunística y forestal.
Es con el triunfo de la Revolución cuando comienzan los verdaderos cambios en la Ciénaga, al comenzar a producirse su diversificación económica, y solo en pocos meses comenzó a apreciarse la nueva imágen de su infraestructura vial, con la construcción de importantes carreteras que unieron para siempre localidades como Jagüey Grande, Playa Larga, Playa Girón, Covadonga y Yaguaramas.
Por supuesto que la gesta de Girón ha sido el acontecimiento más estudiado y difundido, y que de hecho ha trascendido nuestras fronteras, es el lugar que escogieron nuestros enemigos de clase para lanzar la famosa invasión de abril de 1961, con el propósito de echar abajo las conquistas revolucionarias de 1959 al producirse el Triunfo de la Revolución dirigida por Fidel.
La historia de lo sucedido allí, es harto conocida, simplemente fue el lugar donde el Imperialismo sufrió su primera gran derrota en América Latina, su tradicional traspatio, así de simple.
Por estos días los cenagueros rememoran aquellos acontecimientos de hace 47 años., Hoy por ejemplo conversé en Playa Girón con Nemesia Rodríguez, aquella niña de entonces solo 13 años que vio morir a su madre víctima del criminal bombardeo de la aviación mercenaria, así como a dos de sus hermanos que resultaron gravemente heridos, y además ver destruidos por las balas asesinas sus zapaticos blancos, que con tanto amor le regalaron sus padres.
Conversé también con viejos combatientes de aquellos gloriosos combates, los que hoy a pesar de sus años están dispuestos a tomar nuevamente las armas en defensa de nuestro socialismo.
Hoy también tuvo logar el tradicional acto en Playa Girón, donde más de 3 mil hijos de este pedazo patrio participaron de una memorable gala político cultural que concluyó con las palabras del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba en Matanzas Pedro Betancourt García.
Pero quiero también reseñar la gala artística que tuvo lugar en Pálpite, lugar donde se asienta el Grupo Korimakao que dirige el actor Manuel Porto, y que con el título " Gracias Fidel", fue dedicada al líder histórico de nuestro pueblo, todo un acontecimiento cultural de primera magnitud.
En fin, los cenagueros son testigos de cómo nuevas obras sociales se abren en homenaje a la epopeya de Girón, que incluyen bibliotecas, centros gastronómicos, de servicios y hasta su primera emisora radial que llevará el nombre de “La Voz de la Victoria”.
Y si alguno que otro mercenario allí en Miami lee estas líneas, ya tiene una clara información del territorio que agredió hace 47 años y sepa como hoy se alza como uno de los lugares más prósperos de Cuba. Sí, porque a 47 años de Girón, la Revolución sigue en pié y lo seguirá.
Acabo de regresar de la Ciénaga de Zapata, escenario donde hace 47 años se libraron duros y cruentos combates en defensa de nuestra soberanía y las banderas del socialismo.
Para los que conocieron este agreste territorio antes del triunfo de la Revolución o incluso en los primeros años del triunfo, se darán cuenta de los cambios que se observan en su infraestructura poblacional, urbana, y situación económico-social.
Hoy la Ciénaga de otra, se puede afirmar que cambia constantemente para bien, y para los que no conocieron nunca esta porción geográfica de nuestro país, baste decirles que otrora la Ciénaga de Zapata fue desde épocas de la colonia, transitando por la etapa de República mediatizada, un lugar totalmente olvidado, donde sus residentes eran objeto del más absoluto aislamiento y olvido.
Sin embargo este maravilloso humedal, tiene una rica historia, que ha contribuido a nuestro sentimiento de cubanía y amor a la patria.
Fue primeramente asentamiento de piratas desde 1530 hasta 1830, sitio de Cimarrones que se alzaron contra la esclavitud imperante, y tierra donde hasta algunos bandoleros purificaron sus almas, al llegar a convertirse en patriotas, como es el caso de José Álvarez Arteaga, conocido como “ Matagas”, el que al morir ostentaba el grado de Teniente Coronel del Ejército Libertador.
Durante mucho tiempo la Ciénaga de Zapata pasó de ser una tierra desconocida a un lugar de atractivo gigante por su riqueza faunística y forestal.
Es con el triunfo de la Revolución cuando comienzan los verdaderos cambios en la Ciénaga, al comenzar a producirse su diversificación económica, y solo en pocos meses comenzó a apreciarse la nueva imágen de su infraestructura vial, con la construcción de importantes carreteras que unieron para siempre localidades como Jagüey Grande, Playa Larga, Playa Girón, Covadonga y Yaguaramas.
Por supuesto que la gesta de Girón ha sido el acontecimiento más estudiado y difundido, y que de hecho ha trascendido nuestras fronteras, es el lugar que escogieron nuestros enemigos de clase para lanzar la famosa invasión de abril de 1961, con el propósito de echar abajo las conquistas revolucionarias de 1959 al producirse el Triunfo de la Revolución dirigida por Fidel.
La historia de lo sucedido allí, es harto conocida, simplemente fue el lugar donde el Imperialismo sufrió su primera gran derrota en América Latina, su tradicional traspatio, así de simple.
Por estos días los cenagueros rememoran aquellos acontecimientos de hace 47 años., Hoy por ejemplo conversé en Playa Girón con Nemesia Rodríguez, aquella niña de entonces solo 13 años que vio morir a su madre víctima del criminal bombardeo de la aviación mercenaria, así como a dos de sus hermanos que resultaron gravemente heridos, y además ver destruidos por las balas asesinas sus zapaticos blancos, que con tanto amor le regalaron sus padres.
Conversé también con viejos combatientes de aquellos gloriosos combates, los que hoy a pesar de sus años están dispuestos a tomar nuevamente las armas en defensa de nuestro socialismo.
Hoy también tuvo logar el tradicional acto en Playa Girón, donde más de 3 mil hijos de este pedazo patrio participaron de una memorable gala político cultural que concluyó con las palabras del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba en Matanzas Pedro Betancourt García.
Pero quiero también reseñar la gala artística que tuvo lugar en Pálpite, lugar donde se asienta el Grupo Korimakao que dirige el actor Manuel Porto, y que con el título " Gracias Fidel", fue dedicada al líder histórico de nuestro pueblo, todo un acontecimiento cultural de primera magnitud.
En fin, los cenagueros son testigos de cómo nuevas obras sociales se abren en homenaje a la epopeya de Girón, que incluyen bibliotecas, centros gastronómicos, de servicios y hasta su primera emisora radial que llevará el nombre de “La Voz de la Victoria”.
Y si alguno que otro mercenario allí en Miami lee estas líneas, ya tiene una clara información del territorio que agredió hace 47 años y sepa como hoy se alza como uno de los lugares más prósperos de Cuba. Sí, porque a 47 años de Girón, la Revolución sigue en pié y lo seguirá.
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